Análisis Valkyria Chronicles 4

Título: Valkyria Chronicles 4                    Plataformas: PC, Xbox One, PS4, Switch

Género: Estrategia por turnos, RPG         Distribuidora: Koch Media

Los amantes del género de la estrategia por turnos están de enhorabuena. Sega ha cumplido con su difícil encomienda y acaba de publicar la cuarta parte de Valkyria Chronicles y lo hace por la puerta grande: con una gran historia, un grupo de héroes compacto y una endiablada jugabilidad que nos hará estar pegados horas y horas para avanzar en la cruenta guerra que tenemos por delante. Y lo mejor de todo es que nos olvidamos de la conexión a internet. Ya no hay ataduras. Relájate coronel, coge fuerzas y disfruta porque comienza una aventura épica.

La saga Valkyria Chronicles siempre ha sido todo un referente en la estrategia por turnos. No requiere de grandes conocimientos tácticos ni muchas horas de aprendizaje pero sí recompensa al general más curtido en las batallas y con los nervios de acero. En esta cuarta entrega, que no supone una gran revolución, pero sí una importante evolución de todo lo visto hasta ahora, Sega retoma una saga que cuenta con muchos seguidores y que pedían a gritos una iteración acorde a los tiempos que corren con gráficos actuales pero siempre manteniendo la esencia que la hace diferente y única. Y el resultado obtenido es todo un soplo de aire fresco en un mercado saturado de juegos deportivos, shooters y multijugadores masivos. Valkyria Chronicles 4 es una propuesta diametralmente opuesta a todos ellos. Aquí no hay prisa, ni calma, pero tampoco errores de conexión o problemas con la IA. Todo encaja. La diversión está asegurada.

 

HISTORIA

 

Una de las grandes noticias para los que se introduzcan en esta saga es que no es necesario conocer anteriores capítulos de la misma. En esta ocasión, Sega nos lleva a una historia ficticia inspirada en la primera Guerra Mundial en la década de los años 30 del siglo pasado. Dos fuerzas luchan por conquistar Europia, sí con “i”: el Imperio, que podríamos definir como comunistas nazis y los malos de la contienda, y la Federación del Atlántico, los aliados, los buenos de la película. Y ahí entramos nosotros, Claude Wallace y su Escuadrón E. La guerra está a punto de acabar y vislumbramos la derrota pero se nos encomienda una difícil misión, denominada Operación Cruz del Norte, con la que frenar al Imperio que está obsesionado con controlar una sustancia energética azulada llamada Ragnite y que centra el hilo por el que se guía la historia donde, como es obvio, se mezcla también mucha fantasía al conflicto nazi llevándonos a disfrutar en la trama con giros en el guión muy inesperados.

 

GRÁFICOS

 

Sega siempre ha sido una compañía que mima muy mucho a sus producciones. Detalles por doquier y un acabado impecable han sido siempre sus señas de identidad y en esta nueva entrega de Valkyria Chronicles encontramos mucho de todo ello, aunque con matices. Siete años han pasado desde la última entrega principal numerada de la saga y Sega tenía la obligación de ofrecer un salto generacional importante. Y lo ha hecho a medias ya que utilizando el motor gráfico que usó para Valkyria Chronicles Remastered por lo que el resultado final nos deja un juego muy bonito estéticamente pero muy flojo técnicamente.

El motor Canvas Engine, ofrece al jugador unos personajes y unos entornos tridimensionales con un marcado aire anime con una fusión de colores muy particular, algo que permite ensombrecer su falta de concreción visual muy alejada de los gráficos hiperrealistas que comienzan a ser un requisito indispensable en pleno siglo XXI. Estas diferencias las encontramos en efectos como el humo o las explosiones que parecen un tanto arcaicas si se las compara con otros efectos como la lluvia y la nieve, mucho más realistas. La gran variedad de escenarios sobre los que combatiremos nos permitirá disfrutar de paisajes nevados, zonas desérticas, ciudades destruidas, montañas, bosques por lo que el despliegue gráfico a veces se mantiene en todo lo alto y otras tantas flaquea.

 

JUGABILIDAD

 

Si hay algo en lo que destaca por encima de todo esta producción de Sega es en su endiablada jugabilidad. No es un juego frenético, no entra por los ojos la acción desmedida. Todo se sirve como un té a fuego lento. El juego consiste en desplazar a todas nuestras topas y a nuestro Escuadrón E por el terreno con una cámara en tercera persona y disparar a los enemigos hasta que se nos acabe nuestra capacidad de desplazamiento y oportunidades de tiro. Todo por turnos, una partida de ajedrez elevada al infinito de circunstancias. Una idea, a priori, sencilla y básica pero que a medida que vamos profundizando en el juego se va complicando ofreciéndonos multitud de variables y elementos para enriquecer la propuesta. Las misiones ofrecen diferentes objetivos que, como novedad pueden cambiar a mitad de la partida, ofreciendo un plus de originalidad y tensión.

Esta cuarta entrega de la saga ofrece hasta 6 clases de combates: exploradores, soldados de asalto, ingenieros, lanceros, francotiradores y granaderos. Como es presumible, cada unidad tiene unos puntos fuertes y otros débiles lo que, como si se tratase de una partida de ajedrez en un gigante escenario, nos brinda a tomar las decisiones correctas para ir superando a las hordas de enemigos que la máquina nos pondrá delante. Un francotirador por ejemplo será letal a largas distancias pero si los enemigos consiguen flanquearnos y acercarse demasiado, esa unidad correrá peligro. Para mejorar esta propuesta jugable, encontraremos multitud de trincheras, escondites y barreras con los que apuntalar nuestra defensa y atacar con garantías.

Cada vez que conquistemos un campamento enemigo podremos llamar refuerzos con los que seguir combatiendo y refrescar nuestro batallón tras haber sido diezmado en la anterior misión.

Y aquí nuestro líder se convierte en fundamental. Montado en su tanque será el encargado de dirigir todas las operaciones y si decide entrar en batalla será demoledor al poder romper barricadas, contar con diversas armas tanto para destrozar otros tanques como acabar con hileras de soldados. Pero como todo soldado en la cruenta batalla también tiene sus puntos débiles y será su zona trasera, un radiador de ragnite, la más vulnerable.

Para añadir más variables a la jugabilidad, cada vez que acabemos una misión podremos subir a nuestras clases en el cuartel general para dotarlas de mejor armamento, tecnología y también para personalizar nuestro tanque. Todo ello gastando la experiencia que iremos ganando a medida que eliminemos enemigos y alcancemos los objetivos. De ahí su toque de rol táctico que tan bien le sienta mientras destruimos un punto estratégico vital para El Imperio.

 

SONIDO

 

Digno de mención es el apartado sonoro. El juego apuesta por el inglés o el icónico (para esta saga) japonés pero, eso sí, totalmente traducido al español lo que permite disfrutarlo a la perfección respetando las voces originales que destilan una gran profesionalidad.

Una de las grandes sorpresas de esta cuarta entrega es que Sega ha vuelto a tirar la casa por la ventana y recupera para confeccionar la banda sonora al compositor Hitoshi Sakimoto que confiere su particular gusto y toque por los temas épicos y orquestales que nos harán vibrar durante las batallas amén de volver a ofrecer a todos los seguidores de esta saga otros muchos temas de anteriores capítulos.

 

CONCLUSIÓN

 

Valkyria Chronicles 4 se convierte, con todo merecimiento, en la mejor propuesta jugable que podemos encontrar actualmente en el mercado si buscamos un RPG de acción estratégica. Supone un soplo de aire fresco (en dinámicas y posibilidades) a la saga manteniendo sus principales señas de identidad pero peca, por otro lado, en no querer arriesgar demasiado por lo que no sorprenderá en exceso a los seguidores de esta saga amén de ofrecer un acabado visual bastante discreto. Si eres nuevo, en cambio, será toda una sorpresa jugable que ofrece más de 30 horas de diversión con una curva de aprendizaje bastante razonable. Sega tiene en el mercado un caballo ganador y un punto de inicio para seguir potenciando y mejorando una saga icónica dentro de su catálogo. Arranca el tanque que nos vamos a Europia, soldado.

Lo mejor

  • El carisma y la personalidad de los personajes del Escuadrón E.
  • Es una gran secuela de la saga que ofrece un reto acorde y para nada desmedido en dificultad. La diversión está asegurada.
  • Totalmente traducido al español.
  • La banda sonora es muy rica en matices. Te meterá de lleno en el combate.

Lo peor

  • El apartado visual adolece de claroscuros. Su aire anime no termina de cubrir las grandes carencias visuales.
  • La evolución jugable respecto a entregas anteriores se mantiene inalterable.
  • Los tiempos de carga en algunas pantallas y la posibilidad de guardar solo entre misión y misión.

 

NOTA: 7,5