Análisis Shadow of the Colossus

Título: Shadow of the Colossus                        Plataforma: PlayStation 4

Género: Accion, Aventuras                               Distribuidora: Sony

Tenemos que remontarnos a finales de 2005 (principios de 2006 en Europa) para introducir lo que Shadow of the Colossus, título original desarrollado por Japan Studio y Team ICO, supuso para una generación de consolas al borde de la extinción y de por qué es un título con plenos derechos a, en tan sólo 12 años, recibir dos revisiones mejoradas desde su "reciente" lanzamiento.

Por  aquellas fechas, donde los jugadores ya tenían en mente cómo serían las futuras consolas y las propuestas que estas podían ofrecernos, Fumito Ueda, padre de una genialidad incomprendida por la masa y adorada por todo aquel que haya podido disfrutar del título como fue ICO, desarrolló un título ambicioso y rompedor en todos sus apartados reseñables, destacando por encima de todo un apartado técnico que conseguía mostrar polígonos gigantescos con unas físicas que muchos títulos hoy día desearían tener, y unas mecánicas jugables nunca desarrolladas hasta la fecha las cuales han sido fuente de inspiración desde entonces en decenas de títulos.

Shadow of the Colossus fue uno de esos títulos que, sin ser populares dentro del ingente catálogo de juegos que nos ofrecía la extinta PlayStation 2, era la envidia (sana) de la competencia por su majestuosidad y lo rompedor que fue en su planteamiento...hasta el punto de que, pese a los problemas evidentes a causa de la limitación tecnológica, ha sido el único título que me viene a la cabeza que ha recibido dos revisiones mejoradas en las siguientes dos consolas de Sony; paliando los problemas de rendimiento en su versión remasterizada de PlayStation 3 y elevándolo a la altura de los títulos más punteros en la actual PlayStation 4.

Shadow of the Colossus, como juego, no ha dejado indiferente a todos los que lo jugaron en el pasado y ahora, Sony y Blue Point Games nos brindan la oportunidad de disfrutar una vez más de esta pequeña obra maestra, restaurada completamente desde cero tomando como base el título original de PS2, tanto a los jugadores de antaño que no pudimos evitar derramar alguna lágrima que otra por la belleza y grandiosidad que el título transmite desde el minuto uno, como a aquellos nuevos jugadores que no pudieron hacerse con el en su día y que obligadamente, si son poseedores de una PlayStation 4, deben jugar de principio a fin.

 

HISTORIA

 

Si tuviesemos que describir la historia tal y como se nos cuenta en el desarrollo del título, habría multitud de dudas e incógnitas cuya respuesta no encontraríamos sin hacer un poco de "protohistoria" hacerca del mismo. Como suele hacer Fumito Ueda en sus desarrollos, Shadow of the Colossus nos ofrece una trama plagada de incognitas (algunas impostadas para dejar volar la imaginación del jugador y otras quizás porque la narrativa como tal sea un aspecto sencundario en la montaña rusa de emociones que quiere y consigue transmitir con sus títulos).

La historia nos pone en la piel de Wander, un joven cuya misión consiste en devolver a la vida a una joven doncella (cuya relación con ella se desconoce pero por aportar salseo a la misma, yo afirmaría que es su pareja sentimental) la cual falleció como resultado de un sacrificio por parte de su pueblo (también de origen y cultura desconocida) al ser considerada como maldita.

Según narraban las leyendas, existe un lugar escondido en el mundo donde existe un poder capaz de devolver la vida a los muertos. Armado de coraje, y tras robar la espada sobre la cual se forja la leyenda de la deidad Dormin, Wander huye hacia las Tierras Prohibidas junto a su inseparable y carismático corcel Agro (y el cuerpo sin vida de la chica) en la búsqueda del Santuario de la Adoración.


Una vez que alcanza su meta, Wander consigue comunicarse con la dualidad divinia, Dormin, para que devuelva a la vida a la joven. La sobrenatural deidad acepta la petición de Wander no sin antes hacerle pasar por la difícil prueba de derrotar a los 16 colosos que se encuentran dispersos por el variopinto mundo de fantasía donde se desarrolla el argumento. Como no podía ser de otra forma, el valeroso Wander, pesea al peligro que supone para él hacer frente a dicho desafío, promete acabar con los 16 colosos que asolan las Tierras Prohibidas si con ello es capaz de rescatar de la muerte a la joven.

Como podemos ver, la trama sobre la que gira Shadow of the Colossus no es especialmente compleja, pero ello no quiere decir que no nos espere alguna que otra sorpresa o giro argumental que le haga cobrar una mayor importancia y emoción a la misma. La trama cumple sobradamente y sirve como excusa perfecta para adentrarnos en lo que realmente Shadow of the Colossus pretende conseguir: Una experiencia de juego única que, pese a su simpleza, pocos juegos han conseguido alcanzar.

 

GRAFICOS

 

Las comparaciones son odiosas pero en un título como el que aquí nos acontece, son obligatorias de realizar para dejar evidencia de la evolución técnica presente desde el lanzamiento del título original en PlayStation 2 hasta el remake recién puesto a la venta para PlayStation 4 desarrollado de manera magistral por Blue Point (la cual, si bien es conocida por el laado de cara de otros títulos remasterizados aparecidos en PlayStation 4, ha alcanzado la perfección con Shadow of the Colossus en lo que a rehacer un título para las generaciones de jugadores actuales.

Originalmente ya en PlayStation 2, Shadow of the Colossus era un portento adelantado a su tiempo y a la tecnología que la consola de sobremesa de Sony podía ofrecernos por aquel entonces. El juego lucía realmente por encima casi de las posibilidades de la consola, mostrándonos escenarios gigantescos y modelados enormes con unas físicas de movimientos en todos y cada uno de ellos (desde Wander hasta los colosos haciendo una mencion muy especial a Agro) sobresaliente. Por desgracia, y como acabamos de comentar, la limitación tecnológica perjudicaba a este ambicioso título lastrando su rendimiento de manera más que reseñable. Perse a ello, (y también porque eran otros tiempos y la comunidad de jugadores valoraba por encima de todo la experiencia de juego que un título transmitía por encima de resoluciones y tasas de frames) Shadow of the Colossus no recibió críticas destructivas por este motivo ya que, demostraba ser un proyecto muy ambicioso muy por encima de las posibilidades del hardware de entoces. Además, en lo que el apartado gráfico se refiere, la versión original utilizaba otras técnicas como el excesivo efecto lumínico de bloom o de niebla, que pese a estar presentes con la gran finalidad de ocultar carencias técnicas, otorgó una estética propia y única al juego.

Más adelante y con la puesta a la venta de PlayStation 3, Team ICO concedió por primera vez a Blue Point (la misma desarrolladora encargada de este nuevo remake para PS4) la gran responsabilidad que suponía traer de vuelta y con un labado de cara para la anterior generación de consolas a sus dos creaciones más importantes: ICO y Shadow of the Colossus.

Para esta versión, Blue Point fue directo y conciso a la hora de realizar su trabajo ya que, en ambas nuevas versiones, nos encontrábamos con unos ports 1:1 de las versiones de PS2 pero con una resolución y texturas a 720p sin aportar ningun cambio ni en la jugabilidad ni en la estética del juego (aunque los problemas de rendimiento, especialmente en Shadow of the Colossus, se habían solucionado a la perfección consolidando los 30 fps mínimos hoy día aceptables en su versión remasterizada para PlayStation 3).

Pues aunque el trabajo realizado en la versión de PS3 fue realmente satisfactorio para los jugadores que disfrutaron del original, Fumito Ueda y Sony no parecen estar conformes con el trabajo realizado ya que el pasado E3, pudimos ver el anuncio del remake que aquí estamos analizando, cediendole el testigo una vez más a la consolidada Blue Point para la realización desde cero de la nueva versión de Shadow of the Colossus que exprima el potencial del hardware de PlayStation 4 y prestando una mayor atención a las posibilidades de la vitaminada PlayStation 4 Pro.


Shadow of the Colossus Remake (como nos referiremos a la versión final que analizamos) cuenta con una apartado gráfico renovado por completo otorgando no sólo nuevas texturas dbujadas expresamente para esta versión, sino que aporta nuevos elementos y detalles imposibles de recrear en las anteriores versiones del título poniéndolo a la altura de títulos punteros técnicamente de hoy día.

Pese al riesgo que dichos cambios en el aspecto gráfico supone a un título cuya estética poseía identidad propia, el trabajo de Blue Point resulta difícil de expresar con palabras al ser capaces de conseguir actualizar una obra maestra con carisma propio en un producto nuevo más vistoso a los jugadores actuales sin perder el más mínimo ápice de su esencia una ves que nos ponemos frente a nuestro televisor.

En esencia estamos ante el mismo título, el cual pese a la supresión de la excesa cantidad de niebla o el bloom sobresaturado del clásico de PS2, consigue mantener la atmósfera y la sensación de soledad de los gigantescos y (ahora vivos y cargados de vegetación en altísima resolución en movimiento) entornos. La distancia de dibujado se ha mejorado de manera que somos capaces de vislumbrar distancias exageradamente lejanas sin perder apenas detalles gráficos del entorno. Además, el juego de luces y sombras con el que jugaba magistralmente el título original, se mantiene y se perfecciona en todas y cada una de las diferentes atmósferas y escenarios presentes en el título. Cabe destacar en este aspecto, la inclusión de manera magistral de los llamados "Rayos de Dios" (efecto de los haces de luz al atravesar las nubes del cielo o elementos de vegetación del entornos oscuros y cerrados), los cuales otorgan aun más esa característica atmósfera de fantasía e irrealidad del título.


En este aspecto, hay que descatar que los modelados de los personajes y de los colosos han sido readaptados empleando los modelos originales de PlayStation 2, realizando cambios estéticos en sus texturas pero manteniendo la fuidez de los movimientos y las físicas que otorgaban ese realismo y viveza tanto a Wander como a los colosos (sin olvidarnos el ue hasta hoy, muchos siguen considerando la mejor recreación de un animal en un videojuego: Agro).

A este realismo en las físicas hay que sumarle nuevas texturas de alta calidad y físicas añadidas que otorgan un realismo nunca visto antes en la franquicia, especialmente cuando nos fijamos en el moviemiento del pelaje y los diferentes elementos móviles que componen o están adheridos al cuerpo de todos y cada uno de los 16 colosos presentes en el juego.

No podemos concluir el apartado sin añadir que Blue Point ha añadido nuevos filtros estéticos y un modo Foto con el que poder realizar capturas dignas de un estudio de desarrollo. Dichos filtros diponibles otorgan otras atmósferas al título, pudiendo añadir efectos de luz diferentes, colores más vivos (cálidos o fríos según el tono que queramos potencial a nivel visual general) o un efecto reminiscencia que otorga un granulado añejo al apartado visual del título.

Por último tenemos que destacar la gran fluidez y el excelente rendimiento que ofrece Shadow of the Colossus Remake en su versíon estandar de PlayStation 4, pero donde brilla con luz propia sin lugar a dudas es en la versión mejorada y vitaminada de PlayStation 4 Pro. en la versión estandar de la consola, el juego se presenta espectacular a nivel técnico con una fluidez constante de 30 FPS a una resolución desconocida hasta la realización de esta review mientras que, en PlayStation 4 Pro, contamos con diferentes modos de configuración gráfica que son con sus pros y sus contras, una auténtica delicia que justifica el desembolso o el salto a Pro.

En PlayStation 4 Pro el título cuenta con un Modo Cinematográfico donde el título corre como en su versión estandar a 30 FPS sólidos como rocas, junto a una resolución dinámica 4K que, de poseer un televisor compatible con dicha resolución (y más aun si posee HDR) es una configuración a tener en cuenta a la hora de disfrutar de la aventura. Además de este modo, encontramos el que sin duda es el modo de juego que transmite la experiencia definitiva a Shadow of the Colossus: El Modo Fluidez. En dicho modo, el título corre a unos más que sobrados 1080p con una tasa de frames estable y sin caidas de los ansiados 60 FPS. Es un auténtico regalo para los ojos el poder disfrutar del renovado y magistral apartado técnico de este remake con las físicas hiperrealistas del título original con una fluidez nunca antes vista en Shadow of the Colossus.

Por poner una pega al excelente y más que recomendado Modo Fluido presente para los poseedores de PS4 Pro, cabe mencionar que además de la mayor potencia de la versión vitaminada de la sobremesa de Sony, el juego disminuye ligeramente la resolución de algunas texturas (el suelo principalmente) además de eliminar lo que los aficionados del PC conocerán como la Sincronización Vertical. Al no estar presente dicho filtro (el cual repercute de manera considerable en el rendimiento siempre y cuando no repercuta a la experiencia de juego) en giros rápidos de cámara aparecen ocasionalmente en zonas de gran carga poligonal una molesta banda que parte la imagen durante un tiempo muy breve pero muy molesto (este efecto se nota principalmente en el Santuario de la Adoración...fuera del entorno del templo y durante el resto del juego, no hemos presenciado la falta de sincronía vertical).

 

JUGABILIDAD

 

El punto fuerte de este remake reside sin duda en el potente apartado gráfico mejorado para la generación actual de jugadores, conservando íntegramente las mecánicas jugables exactamente igual que el título original de PlayStation 2 salvo algun añadido y mejora que detallaremos un poco más adelante pero, como esta nueva versión está claramente orientada para aquellos aficionados que no pudieron disfrutar del título en sus anteriores versiones, queremos detallar brevemente las mecánicas que hicieron único a Shadow of the Colossus y que sirvieron de inspiración a títulos de gran repercusión y éxito lanzados en los últimos años.

Las mecánicas de Shadow of the Colossus son muy simples pero efectivas. Inicialmente Dormin nos indicará donde se encuentra el coloso al que debemos derrotar por lo que, gracias al poder de nuestra espada combinada con los rayos del sol, podremos orientar nuestro camino a seguir proyectando un rayo de luz único y denso al alzar nuestra espada al cielo. Una vez que sabemos la dirección que debemos seguir, lo lógico e ideal es hacer uso de nuestro fiel corcel Agro, al cual podremos llamar con un botón específico del control para que acuda a nuestro lado.

Con respecto a Agro, además de destacar el carisma de nuestro fiel compañero y la sensacional recreación de los movimientos con respecto a un caballo real (insisto que es la mejor recreación de un animal hecha videojuego...incluso por encima de Trico en The Last Guardian) cabe mencionar que, el comportamiento erratico y a veces "tosco" y "desobediente" del corcel está impostado desde el título original. A Fumito Ueda (ya lo demosntró con el cabezota de Trico) le gusta desarrollar la dualidad de protagonista + compañero animal de una manera realista. Los caballos son testarudos, huidizos y a veces desobedientes...por lo que será normal ver que Agro no acuda en nuestra ayuda al primer aviso o decida en ocasiones negarse a avanzar por una zona determinada y desviar ligeramente el camino.

Aclarando este importante detalle acerca de Agro, podemos proseguir con la mecánica del juego. Durante nuestro viaje a la sección donde se encuentra el coloso objetivo podremos encontrar diferentes altares donde rezar para restaurar nuestra barra de vida. Esta serie de puntos importantes escondidos dentro del juego, junto a una serie de coleccionables escondidos en el vasto escenario, aportan algo de exploración al título, sin querer profundizar en este aspecto.

Cuando llegamos a nuestro destino, y tras una cinemática donde se nos presenta a la mastodóntica bestia a la que deberemos enfrentarnos, deberemos examinar a conciencia a nuestro enemigo sin que se percate de nuestra presencia. Todos los colosos poseen puntos débiles donde deberemos de atacar con nuestra espada pero para ello, y antes de aventurarnos al peligro, podremos utilizar la espada para que, con su haz de luz, nos marque dónde se encuentran los puntos vitales de la criatura. Una vez sabemos los puntos a atacar, tendremos que interactuar con el coloso para poder encontrar algun punto de su cuerpo (ya sea por el pelaje o alguna protuberacia osea o elemento arquitectónico que use a forma de coraza) donde podamos saltar y adherirnos cual Spiderman para escalar hasta nuestro objetivo.


Cuando nos encanchamos al coloso nos aparecerá un indicador de resistencia que irá consumiendose poco a poco mientras estamos agarrados o trepando por la bestia, por lo que deberemos vigilar dicho indicador si no queremos aernos desde una altura considerable que nos obligue a empezar nuestra escalada desde cero. Una vez hemos alcanzado el punto debil o vital del enemigo (el cual se representa conun símbolo de luz) podremos atacar con nuestra espada para acabar con el de varias tajadas.

Estas son las bases esenciales de la jugabilidad de Shadow of the Colossus, pero cabe destacar que no todos los colosos cumplen el mismo patron de escalada. A algunos deberemos atacarles a un punto débil antes de emprender nuestro ascenso ya que conseguiremos alterar la postura de la criatura para acceder a alguna zona donde poder encaramarnos e iniciar la escalada. También deberemos interactuar con los elementos del escenario, llamando la atención del coloso para que nos ataque usando nuestro arco y flechas, para poder destruir parte de su coraza que deje a la luz su debilidad o para aturdirno y poder iniciar su ascenso de manera segura...¡Son varias las posibilidades a la hora de afrontar cada uno de los 16 colosos y de la experiencia del juegador depende afrontar la batalla tomando el camino fácil o el difícil!.

En este apartado, el remake no cambia las mecánicas ni añade nada realmente considerable quemejore la experiencia ni la duración del juego. Lo más destacable sin duda es que, al contrario que en el juego original, el modo de dificultad más alto (Dificil) viene incluido desde el inicio, por lo que no hay que pasarse el juego en el modo normal para conseguir desbloquear este modo de dificultad y poder así conseguir todas las armas en el modo cronómetro que se desbloquea al acabar el juego por primera vez.

Por último, Blue Point no solo ha dado un lavado de cara al apartado estético sino que también ha mejorado el control clásico del juego para adaptarlo a los títulos más recientes (basándose según sus propias palabras en los controles de la saga Uncharted). Si bien es cierto que el control original era ligeramente más tosco, ambos modos de control se manejan a la perfección desde el primer momento, estando por supuesto el control clásico presente dentro de los ajustes del juego para los más nostálgicos.

Por desgracia, Blue Point no ha añadido esos famosos colosos descartados de la versión original que se quedaron en su día en el tintero, aportando poco en este aspecto a los jugadores que crecimos con alguna de las anteriores versiones para incentivarnos más aun si cabe la compra obligada de este remake.

 

SONIDO

 

Como toda gran producción, Shadow of the Colossus mantiene inalterable el altísimo nivel en este apartado con respecto al título original. Igual que en su versión de PS2, y como es habitual en los títulos de su director y equipo de desarrollo, las voces de los personajes están en el idioma inventado para la ocasión (auque lógicamente la traducción de la lengua se encuentra subtitulada en español).

La música y el conjunto de composiciones que nos acompañan durante los momentos más tensos y emocionales del argumento son simplemente magistrales. La banda sonora acompaña a la atmósfera pesada de soledad del título, destacando las partituras en el momento de majestuosidad de los enfrentamientos con las increíbles y gigantescas bestias.

 

CONCLUSIONES

 

Shadow of the Colossus para PS2 fue una obra maestra atemporal y el pasar de los tiempos y lo bien que ha envejecido el título de Fumito Ueda lo abala pese al lavado de cara magistral de Blue Point Games. Técnicamente la desarrolladora encargada de rehacer desde cero este título tomando como base el original ha conseguido rizar el rizo y lo que muchos fans de Shadow of the Colossus creíamos que nunca serían capaces de conseguir a la perfección: Mantener la esencia, la estética y el carisma en este remake perfeccionando y aportándole los cánones gráficos de los títulos de la actual generación de consolas sin que pierda la magia que hizo grande al título en PlayStation 2.

Las mecánicas jugables del título se mantienen inalterables por lo que la experiencia de juego que disfrutamos hace 12 años, podemos revivirla en su totalidad con un nuevo lavado de cara que, especialmente para los poseedores de PlayStation 4 Pro, nos hará disfrutar de la experiencia con una fluidez absoluta en su modo fluido de configuración.

Shadow of the Colossus quedó eclipsado por el inminente lanzamiento de PlayStation 3 allá por 2006 cuando llegó el título a nuestro pais, por lo que este nuevo remake sin duda es una oportunidad de oro para todos aquellos jugadores (nuevos o con experiencia) que nunca llegaron a disfrutar de uno de los iconos modernos más influyentes de los últimos tiempos. IMPRESCINDIBLE.

 

NOTA: 9,2