Análisis Hyrule Warriors: La era del destierro

Título: Hyrule Warriors: La era del destierro        Plataforma: Nintendo Switch 2

Género: Acción, Hack '&' Slash                          Distribuidora: Nintendo

Nintendo y Koei Tecmo lanzaron el juego de acción Hyrule Warriors en 2014 para Wii U, y posteriormente llegó a Nintendo 3DS en 2016 y a Nintendo Switch en 2018. Un juego que sorprendió por ser la fusión perfecta de las sagas The Legend of Zelda y Dynasty Warriors.

A finales de 2020 se lanzó una nueva entrega para Nintendo Switch, Hyrule Warriors: La era del cataclismo, situada cien años antes de los acontecimientos de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, en la que debemos liderar a las tropas por el campo de batalla para hacer frente a Ganon.

Tras varios años sin una nueva entrega de la saga, durante el Nintendo Direct de presentación de Nintendo Switch 2 se anunció Hyrule Warriors: La era del destierro, desarrollado por el estudio AAA Games Studio. Y después de varios meses, por fin tenemos el juego en nuestras manos, con una historia que nos cuenta lo que se nos presentó en The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, relatando el viaje de Zelda al pasado para conocer a los primeros reyes de Hyrule, Rauru y Sonia, mientras se enfrentan a Ganon. Si queréis saber qué puede ofrecer este título de Nintendo Switch 2, no dejéis de leer nuestro análisis.

 

HISTORIA

La historia de Hyrule Warriors: La era del destierro se sitúa cuando la princesa Zelda se teletransporta al pasado del reino de Hyrule, en el mismo momento en que comienza The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. Allí conoce a Rauru, considerado el primer rey de Hyrule, y a la reina Sonia, y decide quedarse para ayudar a los reyes del pasado a hacer frente a las amenazas que surgen. Zelda no solo combate en el campo de batalla: aprende a manejar sus poderes, colabora en el estudio de reliquias ocultas y se involucra en la vida política y militar del reino, lo que enriquece su evolución como personaje.

A medida que avanza la trama, las fuerzas del mal intensifican sus ataques bajo el mando de Ganondorf, quien traiciona a los reyes para apoderarse del trono y lanzar a sus tropas contra Hyrule. Es en este contexto que se desata la conocida Guerra del Destierro, conflicto en el que Zelda se une a Rauru y a los Seis Sabios para intentar reconquistar el reino. La narración explora cómo se forjan alianzas y se ceban las traiciones, mostrando el precio de la guerra y las decisiones difíciles que deben tomar los protagonistas para salvar Hyrule.

El tono de la historia combina épica militar y drama personal: junto a las grandes batallas, el juego dedica espacio a momentos íntimos y a la construcción de relaciones entre personajes, lo que permite comprender mejor las motivaciones y los miedos que conducen a determinados hechos del pasado. La presencia de reliquias y misterios ancestrales aporta una capa de intriga y conecta directamente con los elementos míticos de la saga, mientras que las secuencias cinematográficas refuerzan la sensación de estar presenciando una pieza narrativa de gran alcance.

En definitiva, Hyrule Warriors: La era del destierro se presenta como una historia canon con peso propio dentro del universo de The Legend of Zelda: amplia el trasfondo del reino, explica motivaciones clave y aporta matices dramáticos que enriquecen la experiencia para los seguidores de la saga, sin dejar de lado la espectacularidad y la diversión en el combate.

 

GRÁFICOS

 

El apartado gráfico de Hyrule Warriors: La era del destierro ofrece un rendimiento muy estable en Nintendo Switch 2, especialmente en modo sobremesa, donde se mantiene en torno a los 60 FPS, con alguna caída puntual que podría rondar los 50 FPS. En su modo portátil también se aprecia una clara mejora respecto a la entrega anterior de Nintendo Switch, con una tasa muy estable y pequeñas bajadas únicamente en momentos con una gran cantidad de enemigos en pantalla.

En su modo multijugador local a pantalla partida también se ha logrado un mejor rendimiento que, sin llegar a ser perfecto, resulta mucho más estable, mostrando una imagen muy nítida y sólida.

El juego ofrece una gran mejora en el modelado y la calidad del diseño de los personajes principales y secundarios. Además, contamos con excelentes animaciones de los protagonistas, con una amplia variedad de ataques muy bien diferenciados que harán las delicias de todos los seguidores de la franquicia The Legend of Zelda, siendo un auténtico placer ver en acción a Zelda, Rauru, Sonia, etc. También destacan sus cinemáticas de gran nivel y cargadas de calidad, que muestran a los personajes como si se tratara de una película de animación. 

Como es habitual en Dynasty Warriors de Koei Tecmo, encontramos una inmensa cantidad de enemigos en pantalla en todo momento, todos ellos con un diseño basado en la franquicia The Legend of Zelda. Para ello, contamos con escenarios inspirados en lo visto en The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, con un gran diseño y texturas de buena calidad, aunque algo pequeños y lineales. Además, se incluyen incontables efectos de luz que emanan de nuestra arma entre golpe y golpe.

 

SONIDO

 

La banda sonora de Hyrule Warriors: La era del destierro recupera parte de las composiciones de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom, aunque las rediseñan para acompañar la acción, dándoles un enfoque mucho más llamativo para destacar en los combates. Y es que, gracias a su increíble repertorio musical, la aventura se vuelve mucho más épica. Los efectos de sonido también están a la altura de su banda sonora, con un acabado sobresaliente en todo momento. Este apartado derrocha calidad, demostrando el cariño hacia los fans y los personajes de la obra de Nintendo.

El juego también cuenta con un excelente doblaje de los personajes en castellano, con el mismo equipo de la entrega anterior, que realiza un trabajo interpretativo sobresaliente tanto en el desarrollo del argumento como en las cinemáticas de la historia.

 

JUGABILIDAD

 

A nivel jugable, Hyrule Warriors: La era del destierro es un musou desarrollado por el estudio AAA Games Studio bajo la dirección de Yosuke Hayashi, veterano de sagas como Ninja Gaiden. El juego mejora notablemente la jugabilidad respecto a anteriores entregas de la franquicia Hyrule Warriors, ofreciendo una acción frenética y, en ocasiones, abrumadora por la enorme cantidad de enemigos que nos atacan sin descanso.

Sin embargo, la mayoría de estos enemigos cumplen un rol más de estorbo que de amenaza real: no buscan reducir nuestra salud de manera constante, sino impedir que avancemos con rapidez por el escenario. Para compensarlo, aparecen enemigos élite más resistentes y un buen número de jefes finales. Estos últimos cuentan con patrones de ataque que debemos estudiar, y cuando sus defensas se abren aparece sobre ellos un hexágono dividido en "quesitos" que indica su vulnerabilidad. Aprovechar ese momento permite ejecutar impresionantes animaciones de eliminación que aportan espectacularidad al combate.

Para hacer frente a las hordas de rivales disponemos de ataques normales y fuertes, así como de una gran variedad de combos que se obtienen combinando ambos. Las esquivas también han sido mejoradas, resultando ahora más ágiles y efectivas que en entregas anteriores. A esto se suman los ataques especiales, únicos para cada personaje y activados mediante el gatillo más un botón. Su carga depende de los golpes que acertemos en combate, y elegir el momento adecuado para utilizarlos es fundamental: existen ataques diseñados para golpear en el aire, otros para dañar a grupos de enemigos, otros que rompen guardias o incluso que permiten defendernos de ofensivas especialmente potentes.

Cuando los jefes o grandes enemigos muestran un halo rojo, el juego nos avisa de que se preparan para un ataque devastador. En ese instante, el tiempo se ralentiza unos segundos para permitirnos reaccionar con un combo, esquivar o incluso cambiar de personaje. Este sistema se integra con uno de los puntos más destacados del combate: los sincroataques, golpes sincronizados que podemos activar al llenar un medidor y que varían según los aliados implicados. Son técnicas extremadamente poderosas que pueden desencadenar secuencias espectaculares en las que manejamos golems gigantes, lanzamos rayos, o disparamos mientras surcamos el aire, culminando casi siempre con un ataque final capaz de vaciar buena parte de la barra de vida del enemigo.

Los artilugios zonnan también juegan un papel importante en la aventura. Se irán desbloqueando a medida que avancemos y podrán asignarse a distintos personajes. Funcionan con baterías que se consumen durante su uso y se recargan combatiendo. Entre estos dispositivos encontramos el igneocéfalo, usado como lanzallamas; el criocéfalo, que congela enemigos; turbinas que desvían proyectiles; o globos que nos permiten desplazarnos a otras zonas elevadas. Estos artilugios añaden profundidad estratégica y recuerdan al espíritu creativo introducido en Tears of the Kingdom.

Durante la aventura recorremos el mapa de Hyrule, donde irán apareciendo iconos que permiten acceder a combates, mejorar personajes o reforzar armas. El mapeado no se limita a la superficie: también incluye el mundo subterráneo y las islas celestes, elementos heredados directamente de Tears of the Kingdom. A medida que avanzamos, descubrimos que el reino ha sido ocupado por las fuerzas de Ganon, por lo que una parte importante de nuestra misión es liberar zonas conquistadas mediante misiones principales. También encontraremos misiones secundarias que nos ayudarán a fortalecer a los personajes, que subirán de nivel conforme combatamos y aumentarán así su poder.

En cada nivel deberemos cumplir diversos objetivos que nos otorgan más puntos. Al eliminar enemigos aumentamos la moral de nuestro ejército y controlamos territorios antes dominados por bokoblins o monstruos similares. En los mapas destacan los bastiones, zonas clave que debemos conquistar derrotando a varios enemigos y subjefes. Al hacerlo, la moral de nuestras tropas crece significativamente. Como en entregas anteriores, podemos cambiar de personaje en cualquier momento, lo que permite avanzar por distintos puntos del mapa de forma simultánea y aprovechar al máximo las habilidades únicas de cada héroe.

El juego también introduce fases de vuelo protagonizadas por dos personajes clave de la historia, que recuerdan a las misiones aéreas de la saga Star Fox: manejamos una especie de nave o montura voladora mientras disparamos y esquivamos proyectiles, aportando variedad y dinamismo al ritmo general.

Otra incorporación interesante son ciertas localizaciones especiales dentro de algunos mapas que permiten montar un campamento. Allí podemos recuperarnos, abastecernos, usar materiales, recargar baterías o preparar bonificaciones temporales. También existen mini-logros que otorgan vales de recompensa canjeables por diversos efectos.

La mayor ausencia es, una vez más, un modo multijugador online, algo que sin duda habría beneficiado enormemente al juego. Lo que sí se mantiene es un modo multijugador local a pantalla partida, que resulta muy divertido y potencia la experiencia cooperativa.

Superar la campaña principal de Hyrule Warriors: La era del destierro lleva aproximadamente unas 17 horas, combinando misiones principales y algunas secundarias. Completar absolutamente todo puede elevar la duración hasta las 30 o 40 horas, especialmente si queremos obtener todos los materiales, cumplir cada objetivo adicional y completar todas las misiones del juego. Es un título muy rejugable, ideal para quienes disfrutan explorándolo todo y aspirar al 100%.

 

CONCLUSIONES

 

Hyrule Warriors: La era del destierro se consolida como la entrega más ambiciosa y pulida de la subserie Hyrule Warriors. Su propuesta combina con acierto la acción masiva característica del género musou con la mitología y el encanto del universo The Legend of Zelda, ofreciendo una experiencia cargada de epicidad, buen ritmo narrativo y numerosas mejoras jugables respecto a títulos anteriores.

A nivel técnico, destaca por su estabilidad, su apartado artístico inspirado en Tears of the Kingdom y unas cinemáticas de gran calidad, capaces de darle peso emocional a los acontecimientos del pasado remoto de Hyrule. El sistema de combate, más profundo y fluido, se beneficia de los sincroataques, los artilugios zonnan y la variedad de personajes, ofreciendo un equilibrio notable entre espectacularidad y estrategia ligera.

Aunque la ausencia de un modo multijugador online se siente como una oportunidad perdida, el multijugador local sigue siendo divertido y funcional. La campaña ofrece una duración adecuada y una alta rejugabilidad, convirtiéndose en un título atractivo tanto para fans del género musou como para seguidores de la franquicia Zelda que buscan ampliar el lore de la saga.

En definitiva, La era del destierro es un juego sólido, completo y bien planteado, que expande con respeto y ambición la historia del reino de Hyrule mientras ofrece horas de acción intensa y satisfactoria. Una propuesta que sabe dónde mejorar, dónde innovar y cómo celebrar una de las sagas más queridas de Nintendo.

NOTA: 8,5