Análisis Kaku: Ancient Seal

Nombre: Kaku: Ancient Seal                Plataforma: PlayStation 5 y Xbox Series X

Género: Acción y Aventura                   Distribuidora: Meridiem

Ya hemos podido disfrutar de “Kaku: Ancient Seal” en su versión para PlayStation 5, un videojuego de acción y plataformas desarrollado por el poco conocido estudio chino Bingobell. “Kaku” nos ofrece una aventura de acción ambientada en un mundo prehistórico y de fantasía troglodítica, que toma inspiración de títulos como The Legend of Zelda, Immortals Fenyx Rising, Kena: Bridge of Spirits, entre otros. Acompáñanos en nuestro análisis para descubrir los pros y los contras de este variado videojuego de aventuras.

 

HISTORIA

 

La historia de Kaku: Ancient Seal es tan loca como inverosímil, algo que encaja perfectamente con su tono desenfadado y juvenil.

Todo comienza con nuestro protagonista, una especie de niño de las cavernas guerrero, persiguiendo a un cerdito rosa volador llamado Piggy. No queda del todo claro qué pretende Kaku: quizá cazarlo por diversión, jugar al pilla-pilla o incluso comérselo. El caso es que, en plena persecución, un jabalí gigante aparece en escena y lanza a Kaku por los aires, marcando así el inicio de su aventura.

Tras un inesperado giro de los acontecimientos y después de conocer al sabio anciano Geiser, Kaku termina haciéndose amigo del cerdito Piggy. Juntos se enfrentan a un gigante elemental de piedra, conocido como el Guardián Pétreo.

Sin comerlo ni beberlo, nos encontramos en el papel del héroe destinado a restaurar el equilibrio del mundo, protegido por la diosa Saga. Para lograrlo, deberemos recuperar las cuatro almas elementales en una épica búsqueda a través de cuatro continentes, acompañados por un variado elenco de entrañables y excéntricos personajes como Gillet, Nomin, Ululu, los guerreros Ponpones y muchos otros más que aportan humor y carisma a la aventura.

 

GRÁFICOS

 

Hemos llegado a un punto en el que prácticamente cualquier videojuego desarrollado con Unreal Engine luce no solo bien, sino notablemente bien. Este es el caso de Kaku: Ancient Seal, que gracias al uso del famoso motor gráfico consigue ofrecer un apartado visual destacado y variado, capaz de representar con acierto las zonas inspiradas en los cuatro grandes elementos: fuego, agua, tierra y aire (o bosque, en este caso).

Cada entorno se distingue claramente por su paleta de colores: los verdes intensos dominan las selvas más frondosas, los tonos azules caracterizan las zonas de agua o hielo, los amarillos y ocres marcan los entornos rocosos o arenosos, y los rojos y naranjas tiñen los niveles de fuego o lava.

El diseño de personajes, tanto el protagonista como los secundarios, desprende un carisma propio de película de animación, al igual que sus enemigos y jefes finales, algunos de ellos de gran tamaño y con animaciones variadas. Aunque este apartado no revoluciona nada, sí podemos decir que es el punto más fuerte del juego, ya que visualmente Kaku luce francamente bien.

Hemos jugado la versión de PlayStation 5 Pro, y lamentablemente el título no aprovecha las capacidades de la consola. De hecho, sucede más bien lo contrario: la resolución no es especialmente alta y en determinadas zonas hemos experimentado tirones y caídas de fotogramas por debajo de los 60 fps. No se trata, evidentemente, de un problema del hardware, sino de una limitación en la optimización del motor dentro del propio juego.

 

SONIDO

 

El apartado sonoro de Kaku: Ancient Seal es, sin duda, uno de los puntos más flojos del juego. No cuenta con ningún tipo de doblaje, y las “voces” de los personajes se reducen a simples balbuceos o soniditos que no transmiten absolutamente nada. Aun así, es cierto que esto resulta preferible al silencio total, y al menos cada personaje dispone de su propio conjunto de sonidos, lo que —aunque sea de forma artificial— aporta un mínimo de personalidad a las escenas.

En cuanto al apartado musical, la situación no mejora demasiado. El juego apenas ofrece un par de melodías que se repiten de forma constante, actuando más como acompañamiento de fondo que como una banda sonora capaz de realzar los momentos de exploración o combate.

Por suerte, el título sí presenta cierta variedad en los efectos de sonido: los ambientes, los golpes durante las batallas y algunos efectos específicos están bien logrados, con un nivel de calidad aceptable. Sin embargo, en conjunto, el apartado sonoro se siente genérico y poco inspirado, quedando como uno de los aspectos menos destacables del juego.

 

JUGABILIDAD

 

Kaku: Ancient Seal intenta hacer muchísimas cosas al mismo tiempo. En este título encontramos combate con un sistema de progresión y habilidades, tanto cuerpo a cuerpo como a distancia mediante el uso de un tirachinas. También ofrece la posibilidad de cocinar para recuperar salud o resistencia, y cuenta con barras especiales que permiten activar transformaciones místicas y legendarias capaces de desatar poderosos ataques.

Todo esto se desarrolla bajo la premisa de explorar cuatro grandes regiones repletas de coleccionables: los Pantanos Brumosos, el Desierto Dragueso, las Montañas Flamígeras y los Campos de Nieve Aullador, todas ellas conectadas por un núcleo central conocido como la Isla Flotante.

El juego propone un mundo lleno de lugares por descubrir, objetos que encontrar, personajes que conocer y puertas o portales mágicos que desbloquear, ofreciendo una sensación constante de aventura y exploración.

En cuanto a la progresión del personaje, Kaku puede mejorar su equipo, que se divide en arma principal, arma a distancia, escudo, accesorio para la cabeza y armadura. Además, mediante objetos especiales podremos mejorar la comida, el tirachinas, los ataques cuerpo a cuerpo y diversas habilidades de combate y supervivencia.

El combate resulta variado gracias a la presencia de numerosos enemigos y jefes finales, muchos de ellos de gran tamaño y con patrones de ataque diferenciados. Será esencial aprender sus movimientos, sobre todo los golpes de área o de zona, si queremos salir con vida de los enfrentamientos.

Kaku: Ancient Seal ofrece tres niveles de dificultad, lo que permite adaptarlo tanto a jugadores novatos como a los más experimentados. Completar la aventura principal lleva aproximadamente unas 10 horas, aunque el tiempo puede aumentar considerablemente si decidimos conseguir todos los coleccionables y secretos que esconde el juego.

 

CONCLUSIÓN

 

Kaku: Ancient Seal es un juego de aventuras, exploración y plataformas que intenta abarcar mucho, pero termina destacando en pocos aspectos de manera realmente interesante o pulida. Se presenta como un aspirante a “Zelda” —y a otros títulos similares— que puede resultar atractivo para un público más joven, aunque carece de la profundidad necesaria para enganchar a los jugadores más veteranos. A pesar de su precio reducido, existen ejemplos muy superiores dentro del mismo género.

No todo es un desastre en Kaku, ya que el juego tiene momentos de brillo y diversión, especialmente en su apartado visual y en ciertos combates. Sin embargo, estos destellos no bastan para convertirlo en un título realmente recomendable o memorable.

NOTA: 6