Análisis Wolfenstein: The New Order

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Nombre: Wolfenstein: The New Order          Plataforma: PS4, XboxOne, PC, PS3 y Xbox 360

Género: Acción en primera persona             Distribuidora: Bethesda

Está de vuelta. El soldado más fiero y aguerrido que jamás haya combatido en una ficticia 2ª Guerra Mundial -con permiso de Steve Rogers- regresa a nuestras consolas y compatibles para darle la vuelta a un nuevo orden mundial. Uno ambientado en unos años sesenta en el que el III Reich controla con puño de Hierro y guante de espinos buena parte del mundo civilizado. Empuñad el mando como si de un MP40 se tratase, calentad el gatillo y preparaos para repartir plomo a granel a un ejército nazi como nunca antes habíais visto. ¡Que empiece el baile!

Wolfenstein. A poco que os suene el nombre, seguro que todos sabéis que se trata de una franquicia que lleva dando guerra  desde hace décadas en esto de los videojuegos. Al igual que seguro sois conocedores de que la última entrega fue en 2009 con el notable Wolfenstein (así, a secas) que nos trajeron Raven e ID Software al alimón. Y si sabéis eso, es más que probable que sepáis que este nuevo capítulo ha sido desarrollado por un estudio de nuevo cuño llamado Machine Games bajo el manto protector de la siempre bienamada Bethesda Softworks. Estabais al día de todo esto, ¿verdad?. Si es que no sé ni para qué me molesto...
El caso es que puede que Machine Games sea una desarrolladora reciente, pero algunos de sus componentes llevan ya bastantes tiros pegados habiendo estado al frente de títulos como The Darkness mientras formaban parte de Starbreeze Studios. Bethesda no se la iba a jugar TANTO dándole el encargo a un estudio novato sin saber bien con quien se juega los cuartos, estaba claro.

 

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HISTORIA

Europa central, 1946. En uno de los prólogos más largos que servidor haya podido jugar desde que recuerda, somos testigos de cómo el audaz B.J. Blazkowicz, nuestro belicoso héroe de cuadradas facciones, intenta frenar el avance de la más poderosa que nunca maquínaria de guerra nazi. Un ejército potenciado por imposibles avances científicos en campos como la bio-tecnología o la robótica. Así, en un accidentado intento de parar los pies a este ciber-reich, Blazkowicz es herido y dado por muerto a los pies del castillo que hace las veces de cubil del infame doctor Calavera. Rescatado y puesto a salvo por una familia de sanitarios polacos que regentan como pueden una residencia para disminuidos mentales, BJ pasa los siguientes 14 años postrado en una silla de ruedas en un estado casi vegetativo. Incapacitado tanto a nivel físico como mental, nuestro protagonista es testigo mudo de los sacrificios y vejaciones que la familia Oliwa tiene que soportar a manos de los nazis. Cuando un día todos los pacientes son sacados a la fuerza para experimentos, el matrimonio dueño del sanatorio es asesinado a sangre fría y Anya, la hija enfermera de la pareja que lo estuvo cuidando durante este tiempo es secuestrada, algo se rompe en el interior de Blazkowicz que lo hace volver a "activarse" y a tomar cartas en el asunto.

Puede pasar más de una hora hasta que vemos los títulos de crédito iniciales si decidimos explorar a fondo el lugar donde transcurre el arranque del juego. Esto puede sonar excesivo, pero si tenemos en cuenta que completar los 16 capítulos del juego nos va a llevar del orden de las 14 horas y que si estamos por la labor de sacarle todo el jugo a los escenarios -cosa que recomendamos fervientemente- se nos pueden ir a cerca de las 20 ya no nos parecerá tan larga la intro. El fantástico y hasta cierto punto macarra e irreverente guion de este festival de plomo, vísceras y engendros mecánicos nos pasea por lugares tan dispares y variados que haréis bien en negaros a conocer hasta que no hayáis jugado. Evitad spoilers tanto como podáis, por favor. Sólo agarraos al mando y dejaos llevar por este fps que reivindica sin complejo alguno la grandeza de las campañas para un jugador que tanto han desvirtuado las últimas entregas de "hits" como Call of Duty o Battlefield.

 

 

Además, a esta variedad de localizaciones se le añade un atractivo elenco de secundarios y enemigos e incluso un punto en la historia en la que la toma de una decisión marca ciertas cinemáticas e influye -levemente- en el desarrollo del argumento así como en una habilidad del propio Blazkowicz que le permitirá o bien anular dispositivos eléctricos o bien abrir cerraduras. Hay que destacar aspectos negativos, no estamos ante un título perfecto. Entiendiendo que el juego está sujeto a los consabidos "scripts", a juicio del que suscribe se abusa un pelín de los típicos momentos en los que disparamos desde una ametralladora de posición o desde vehículos en marcha. También es cuestión de ver el vaso medio lleno o medio vacio, una vez llegamos a cierto emplazamiento secreto en Berlín, hacemos en no pocos momentos de recaderos para sus "ocupantes". Esto, por un lado, rompe un poco el frénetico ritmo del juego, pero por otro le añade más cuerpo a la historia y nos permite tomarnos un respiro entre tanto estruendo. Por cierto, una vez en ese lugar, no olvidéis "descansar" apropiadamente para desvelar un fantástico huevo de pascua.

 

GRÁFICOS Y SONIDO

Un par de detalles empañan un poco el resultado final, Wolfenstein: The New Order, que luce por encima de la media a nivel técnico. Con alguna bajada puntual del "frame rate" en momentos en los que los efectos volumétricos y demás virguerias visuales ocupan la práctica totalidad de la pantalla, los usuarios de Playstation 4 y Xbox One van a disfrutar de sus merecidos gráficos en 1080P a sesenta cuadros por segundos como manda Irlanda. Los de PS3 y Xbox 360... no. En este terreno creo que hay que ser compresivo con el estudio. Las circunstancias mandan y puede que el haber tenido que trabajar para cinco versiones distintas al unísono no sea lo mejor de cara a extraer todo el potencial de estos suecos.

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Presten mucha atención, amigos del compatible, a los requisitos mínimos y recomendados para Wolfenstein: The New Order. Aunque escalable, el apartado visual del juego en PC es exigente si optamos por una configuración media-alta. No respetar el nivel de hardware que se nos indica nos pasa una factura fatal en forma de molestas y notorias bajadas de "frames", retardo en la carga de texturas e incluso desincronización de sonidos. Así que tomad nota, en este caso más que nunca tened muy en cuenta los requisitos recomendados por el desarrollador si queréis la experiencia de juego que merece la ocasión. Pero que esto no lleve a engaños, el engine Id Tech 5 que tan bien funcionó en Rage hace unos años aquí tampoco desmerece. Parte de la culpa la tienen los convincentes efectos visuales que en no pocas ocasiones consigue disimular otras carencias que se harían más evidentes sin ellos. Destacar en lo positivo también el apartado sonoro, empezando por aplaudir la completa y fantástica localización al castellano tanto en voces como en textos. Gritos, explosiones, tiros, pasos... todo en el apartado de audio cumple con su papel debidamente para contribuir al espectáculo.

 

JUGABILIDAD

 

No es fácil satisfacer a todo el mundo, pero Machine Games lo intenta. Con el espíritu de los shooters noventeros por bandera, Wolfenstein: The New Order inserta aquí y allí con bastante acierto elementos que rara vez hubiésemos visto en un "fps" durante aquellos años. El primero es el factor sigilo. Veremos con mucha frecuencia que podemos resolver una situación a base de cuchillo y/o arma con silenciador, nuestro objetivo principal en este contexto van a ser los oficiales que en ese momento estén en las inmediaciones, ya que si se nos descubre puden dar la alarma y hasta que no hayamos liquidado hasta el último de ellos el flujo de tropas enemigas hacía nuestra posición nos pondrá en serios apuros. Esto, que por un lado es un muy divertido reto, deja en evidencia en algunos momentos la discreta IA enemiga, que parece medio sorda y medio ciega de cuando en cuando.

Otro parámetro que nos condiciona si así lo queremos nuestra forma de jugar es un sencillo árbol de habilidades dividido en infiltración, táctico, asalto y demolición, que nos permite desbloquear ventajas si cumplimos con sus requisitos. Así, para disponer de cuchillos para lanzar, antes debemos liquidar en silencio un nº determinado de enemigos, del mismo modo que para ampliar la capacidad de los cargadores o la efectividad de una granada de mano se nos piden bajas directamente relacionadas con el parametro a mejorar. Especialmente relacionado con esto está la elección del nivel de dificultad -podemos escoger entre cinco distintos-. Si aceptáis el reto de ir consiguiendo las ventajas que se nos proponen, elegid el cuarto nivel si no queréis que vuestra épica cruzada contra el imperio nazi se transforme en un casi inocente paseo por el campo.

 

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Nada habría conseguido Machine Games si el "gunplay" y el arsenal disponible no estuviese a la altura. Con un ágil menú radial tenemos acceso al abc de todo shooter que se precie. Fusil, subfusil, pistola (con o sin silenciador), escopeta, cuchillos, lanzacohetes... todo lo necesario para buscarle la ruina a la escoria nazi lo seleccionamos con presteza a un sólo golpe de botón. La opción de disparar con dos armas a la vez en modo dual nos permite sacrificar precisión en pos de potencia de fuego. Y qué potencia. Sólo por ver cómo las tropas enemigas caen reventadas -¿hemos hablado ya de lo crudo y violento que es este Wolfenstein?- ante el tableteo de nuestras ametralladoras ya compensa saltar alguna alarma que otra.

Aunque pasillero, el diseño de niveles es francamente bueno. Apostando muchas veces por el combate a distintas alturas y con elementos de cobertura que se deshacen ante el fuego enemigo, las fases en The New Order son los suficientemente amplias como para que se nos haga atractiva la idea de encontrar los múltiples coleccionables repartidos por el escenario y las zonas secretas ocultas. La cortadora láser, el único arma "especial" de nuestro arsenal, jugará un papel importante en esta faceta exploradora. La búsqueda de botiquines y armadura es otro factor que nos hace mirar y remirar el entorno, dado que, como no podía ser de otro modo, nuestra salud no se regenera automáticamente, si bien es cierto que con todo lo que recogemos de los enemigos caidos y hay repartido a simple vista no nos falta suministro. Otro motivo más para escoger el cuarto nivel de dificultad al iniciar la partida.

 

CONCLUSIÓN

 

La opera prima de Machine Games tiene motivos de peso para llegar a todo el mundo. Con una buena factura técnica, muy exigente para los usuarios de PC, el alma de shooter clásico a la vieja escuela que le sale por los poros a The New Order encadilará a todo perro viejo del sector, para el que sería una compra obligada. El usuario más joven encontrará aquí una experiencia de juego intensa y que apenas deja un respiro que supera con creces en todo a lo que nos ofrecen millonarias sagas consagradas. Es precisamente este último tipo de videoadicto el que puede echar de menos un apartado multijugador, pero, personalmente, detesto tanto la manía de meter con calzador el juego online que cuando llega uno al que le sentaría bien un simple deathmatch, casi que me alegro de su ausencia. Nazis, un héroe de cabeza cuadrada y un buen arsenal. ¿Qué más queréis?.

 

NOTA: 7.5

Majere
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Buen análisis. Los viejunos

Buen análisis. Los viejunos del lugar estamos de ehnhorabuena con el regreso de Blazkowicz. Entiendo que al menos, está a la altura del último Wolfenstein y eso no es mala cosa.

Cloud
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Genial análisis. Cuando lo

Genial análisis. Cuando lo vea barato para PC caerá. Aunque mi maquina tiene ya algunos años y es floja para los recursos que pide.

m4x1m0
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Veo q no soy en unico q

Veo q no soy en unico q estaba esperando un shooter desenfadado que reencuentra al jugafor clasico con el genero en sus inicios. A veces la simpleza y la casqueria es necesaria entre tanto shooter clonado, tanto battlefield a medio gas y tanto COD mediocre.

Simple pero efectivo. Quien conozca la saga no se vera defraudado. Gracias a dios si no se es un graphic whore se puede aun jugar en un equipo relativamente modesto...tiene mil y una opciones de configuracion en pc...por no hablar de q aun no ha salido ningun parche de optimizacion.

Mientras me hago con el habra q desempolvar el return castle od wolfestein

Genial analisis Egea!