Análisis Homefront: The Revolution

 

Título: Homefront: The Revolution                    Plataforma: Playstation 4

Género: Shooter, Sandbox                               Distribuidora: Koch Media

El desarrollo de Homefront: The Revolution es todo un culebrón dentro del mundillo por las múltimples empresas que han tenido la licencia en algún momento d la creación del título. Originalmente, el juego que aquí nos trae, era una licencia del enorme listado de franquicias que THQ vendió antes de su extinción. Homefront The Revolution fue aquirido por Crytek, la cual, por el costoso desarrollo de Crysis 3 y la falta de capital, vendió el desarrollo del título a Deep Silver, viendo a manos de esta por fín la luz al publico.

Por si fuera poco y pese a las dificultades, el título ha suscitado numerosas críticas en su versión para consolas de sobremesa, dado que la optimización del mismo recuerda a casos escandalosos del pasado como el lanzamiento de Batman Arkham Knight para PC o Assassins Creed Unity. Aunque a día de hoy, y pese a que el director del título ha confirmado que están trabajando en solucionar los problemas de rendimiento en las versiones de sobremesa, nos vemos obligados a analizar el título a fondo, comprometiendonos a modificar este análisis si consiguen solventar los problemas.

Homefront: The Revolution no es un mal juego, pero tal y como está ahora, avisamos de antemano que no recibirá la nota que realmente debería merecer.

 

HISTORIA

 

La trama de Homefront: The Revolution nos ubica en un futuro alternativo y postapocalíptico, en el que Korea del Norte es la reina absoluta en el desarrollo de dispositivos tecnolócigos convencionales. Apex, como se hace llamar la empresa, en un claro homenaje a Apple, una vez ha sido capaz de mantener el monopólio tecnológico en dispositivos convencionales, amplia su mercado creando armamento militar de última generación.


La economía de Estados Unidos se encuentra mermada en gran medida al crecimiento del gigante asiático y a los numerosos conflicos bélicos a los que se ve sometido el país en Oriente Medio. Dada dicha debilidad, el gran enemigo durmiente de Estados Unidos y actual superpotencia Korea del Norte, invade territorio americano haciendo uso de su reciente y alta tecnología armamentística.

Centrándose la trama en una Philadelphia ocupada y semidestruida, encarnaremos el papel de un joven revolucionario que deberá ir ganando el terreno ocupado por los "Norcos" (nombre despectivo con el que se hace referencia hablando del ejercito invasor) a la vez que reune a más miembros para una causa casi suicida.

 

GRAFICOS

 

El apartado técnico, el motor gráfico del juego y el rendimiento en la versión final disponible a la venta es lo que sin duda ha suscitado la polémica entorno a un juego que, si bien es cierto no es un porténto gráfico ni el mejor juego del año, enturbia lo que en concepto de trama y jugabilidad a un juego con un potencial enorme que, de tener un apartado gráfico más optimizado y depurado, sería un título muy a tener en cuenta dentro del catálogo reciente de consolas.

Homefront: The Revolution cuenta con el motor gráfico de Crytek en su desarrollo. Dicho motor ha demostrado ser espectacular en títulos como Ryse: Son of Rome o la mismísima franquicia Crysis (donde posiblemente y dado al desarrollo de la saga por la propia Crytek, han sabido exprimir al máximo el potencial de Cryengine).

Por desgracia, y en parte podría llegar a entenderse que el juego no estuviese optimizado como dios manda dado el teje y maneje y el baile de desarrolladoras que han estado a cargo del proyecto, Homefront se suma a la lista de juegos que, pese a aspirar a ser un juego destacado a nivel técnico gracias a las asombrosas cualidades de Cryengine, se estrella cual Sonic Boom para Wii U con unos gráficos no tan hiperrealistas como se podría esperar del motor de Crytek y sobre todo, por estar muy mal optimizado.

El exigente Cryengine hace sudar la gota gorda a nuestra PlayStation 4 (versión del título que hemos empleado para realizar este análisis) haciendo que el framerate baile como un universitario un jueves por la noche. Aunque en su versión de PC, el juego alcanza los 60 FPS casi constantes en una adaptación y optimización correcta, las versiones para consolas de sobremesa no son capaces de mantener con estabilidad los 30 FPS a los que se ha limitado el título.

Desde el primer momento es evidente el inconsistente framerate, el cual, llega a cero en los puntos de salvado automático congelando por un breve segundo nuestra partida en mitad de la propia acción. Por no hablar de las secciones a motor en las que podremos escapar de zonas peligrosas del mapa haciendo uso de nuestra moto....en dichos momentos, tal y como está el tútulo a fecha de publicar esta review en si versión 1.03 de actualización, se hace completamente inadmisible en una edición para consolas donde no podemos trastear con opciones de configuración gráfica para obtener un mejor rendimiento.

Del mismo modo, y en función de la carga poligonal del escenario y los numerosos efectos de luz que posee el título, habrá secciones a pie y de acción que, debido a la inestabilidad de frames, será un suplicio apuntar como es debido pese a ser jugadores ya duchos en shooters en primera persona con un control entre las manos.

Este es sin duda el gran problema de Homefront: The Revolution (el cual, no queremos restarle importancia) por el que el título ha recibido tan mala acogida entre la prensa internacional. Es incomprensible que dado el mercado actual, el nivel de exigencia del jugador y los precios a los que salen los juegos hoy día al mercado, se publique un título que, de haber sido retrasado unos meses, posiblemente no hubiese recibido tan malas críticas....y es que pese al gran problema de optimización hay multitud de bondades en Homefront que lo convierten en un título (reiteramos) con un potencial de diversión enorme.

De entre dichas bondades, Homefront cuenta con una ambientación soberbia de una ciudad devastada y reprimida por los Norcos. El diseño de los escenarios de la ciudad devastada son geniales, habiendo una mezcla genial de entornos deprimidos con otros portentosos que generan esa sensación de represión y angustia que pretende y consigue el título.

Durante el juego, podremos ver como el transcurrir del tiempo se hace pantente con numerosos y bien realizados efectos de luces y sombras, destacando muchos de ellos en secciones de túneles o interiores de bases rebeldes donde, aun con problemas, el juego parece ser ligeramente más estable.

El diseño de los personajes están a un nivel inferior al de los escenarios, notandose en expresiones faciales, en la fluidez de movimientos de los polígonos 3D y en la calidad de las texturas que presumiblemente el juego no estaba concebido para ser lanzado en la generación actual.

La conclusión que podemos llegar al respecto de este apartado, el cual es el causante del "mal" de este juego es que el motor gráfico empleado, pese a su potencial, requiere ser conocido a la perfección para poder desarrollar como es debido un título optimizado y apto para el consumo de una comunidad cada vez más exigente de jugadores. Si la optimización del título fuese distinta, otro gallo cantaría con este Homefront, el cual, aunque discreto en el modelado de personajes, cuenta con una ambientación y unos detallados y gigantescos entornos sobresalientes.

 

JUGABILIDAD

 

Salvando las distancias de sagas tan consolidadas como FarCry o GTA, Homefront: The Revolution es un sandbox en primera persona que bebe de la esencia de ambas franquicias en su estilo de juego como podreis denotar a continuación.

En primer lugar, cabe resaltar que la finalidad del título es ir conquistando secciones ocupadas del mapa, el cual podremos ver en todo mometno gracias a nuestro smatphone (el cual también nos servirá para recibir mensajes y misiones de los líderes de los diferentes comandos guerrilleros que pretenden sublevarse contra los norcoreanos.

De dichas secciones del mapa, debemos diferenciar 3 diferentes que, en función del color con el que se nos represente en el mapa, podremos desplazarnos y actuar en esa zona de un modo u otro. Las secciones azules indican que estamos en un territorio liberado o libre de enemigos, por lo que son zonas seguras y tranquilas donde apenas encontraremos acción. Las secciones rojas son por el contrario las zonas más peligrosas del juego, donde la ocupación por los norcos es total y deberemos ser precavidos en nuestros movimientos si no queremos ser detectados por numerosos soldados enemigos. Es en estas fonas donde la acción y el uso de nuestro arsenal de armas cumple su papel principal, ya que la tercera y última sección, de color amarillo, son zonas controladas por los norcos pero que poseen civiles que aun no se han sublevado contra la invasion norcoreana. En estas zonas deberemos pasar desapercibidos (al menos es lo más recomendable) a los ojos rasgados de los militares, actuando con sigilo y discrección.


A lo largo del extenso mapa de juego, hay diferentes guaridas rebeldes, marcadas y ocultas a ojos del enemigo con toldos azules, en las cuales podremos adquirir nuestro variado y variopinto arsenal de armas con sus correspondientes modificaciones.

Respecto a las armas, además de poder llevar nuestra arma princpial y secundaria, cuenta con la originalidad de que, a medida que vamos ganando dinero y "puntos de experiencia" al capturar edificios y secciones estratégicas para el bando rebelde, podremos comprar nuevas armas, todas y cada una de ellas con completamente personalizables, pudiendo intercambiar la mirilla de apuntado, nuestra culata para mejorar el numero de balas o el recoil de el arma, etc. Además. Las armas con transformables, pudiendo desmontar nuestra pistola para convertirla en rifle o una ametralladora en cuestión de segundos.

Además de las armas de fuego, aprenderemos habilidades tácticas y armamentisticas para fabricar explosivos caseros o cócteles molotov a partir de materiales que iremos encontrando en el entorno. Abriendo nuestra ruleta de armas durante la partida, podremos craftear dichos objetos siempre y cuando dispongamos de los materiales. En el caso de hacernos falta, siempre podremos sumunustrarnos de ellos en las numerosas tiendas que encontraremos en los refugios rebeldes. En dichas tiendas será donde podremos adquirir uno de los elementos insignia del título. Coches teledirigidos explosivos que podremso usar para eliminar tanques y furgonetas blindadas enemigas o para crear una emboscada por sorpresa al ejercito invasor.


Retomando lo de la sección roja en el mapa antes mencionada, hay que destacar que el entorno hostil se encuentra altamente vigilado por tecnología enemiga (cámaras de seguridad, drones sonda e incluso dirigibles localizadores gigantescos). Tanto las camaras de seguridad como cualquier enemigo, podrá percatarse de nuestra presencia si nos exponemos demasiado en entornos abiertos y luminosos. Si somos detectados, se accionará la alarma de peligro la cual, como en GTA cuando la liamos parda y nos persigue la pasma, irá reduciendo el nivel de alerta si conseguimos esconcdernos y no ser detectados.

Aquí y en el combate es donde se deja patente el mayor defecto de este apartado. La IA enemiga no se comporta todo lo bien que debería...creando a veces situaciones un tanto cómicas dados los escasos recursos ofensivos que posee el rival. Al contrario que los soldados, hay que tener mucho cuidado con los dirigibles espía, ya que como seamos detectado por uno de ellos podemos declararnos oficialmente muertos. Para lograr salir por patas de una situación de alarma delicada, dispondremos en los diferentes refugios de una moto para poder desplazarnos a toda velocidad sin recibir ningun daño enemigo o para realizar una retirada táctica si la situación lo requiere.

 

SONIDO

 

Homefront: The Revolution, como viene siendo habitual desde la generación pasada, nos llega completamente traducido y doblado al castellano. Si bien es cierto que el doblaje no es la panacea; la interpretación y elección de las voces es correcta. Los efectos de sonido y la banda sonora tampoco son elementos excesivamente reseñables, cumpliendo su papel en todo momento de sugerirnos en la genial ambientación de una Filadelfia devastada y en estado de emergencia.

Lo que si cabe reseñar, y por supuesto esto es debido a la mala optimización y a la inconsistencia del framerate, es que en numerosas ocasiones (especialmente en las cinemáticas), el audio se desincroniza por completo con la imagen, generando aun más si cabe la acertada impresión de que el título no está en condiciones para ser lanzado a la venta. Esperemos que este defecto se solucione junto a la estabilidad general del título en futuras actualizaciones.

 

CONCLUSION

 

Como gran aficionado a los videojuegos desde mi infancia, y aun ahora que uno ya comienza a peinar canas, me entristece en lo personal que un título como el que aquí nos trae sea tan mal tratado por su propia desarrolladora, forzando la salida de un producto claramente inacabado que no se encuenta en condiciones de poder ser jugado por la comunidad ni por la prensa especializada.

La etiqueta que se le ha impuesto a Homefront está más que fustificada, pero en gran parte por la mala gestión de Deep Silver de dar luz verde a que el juego salga a la venta en las condiciones de optimización y rendimiento en las que se encuentra el juego....me da rabia en lo personal porque lejos de lo que la gente pueda pensar, Homefront The Revolution es un buen juego que ha sido maltratado por sus propios creadores. Posee numerosas bondades que no lo convertirán en el el mejor juego del año pero sí que quedan ocultas por la pésima optimización.

La trama es interesante a la par que te da que pensar de que pueda a llegar a ocurrir algo similar en un futuro, la ambientación apocaliptica y de depresión de una ciudad antes poderosa es sublime. Deep Silver pretende generar angustia y la represión que sufren los personajes sober el jugador y lo consigue de manera sobresaliente con enormes y detallados escenarios pese a otras carencias gráficas más propias de la pasada generación.

La jugabilidad puede pecar de ser repetitiva, pero como todo juego similar, depende mucho de nuestra forma de jugar y del estilo propiamente dicho de desarrollo del juego. Además del juego principal, contaremos con multitud de misiones secundarias (algunas de ellas muy originales donde deberemos hacer fotos con nuestro movil a estaciones de vigilancia o puestos de control enemigos para más tarde elaborar una ofensiva).

Contamos con multiples formas de actuar pudiendo elegir si sembrar el caos o ser más sigilosos a la hora de conquistar los puntos estratégicos del mapa. El armamento, aunque no es excesivamente extenso, es completamente personalizable, pudiendo modificar elementos del arma como la mirilla, el cañón o la culata para mejorar nuestra arma. Además, existe el componente de crafteo de armamento secundario como granadas o cócteles molotov que podremos crear con materiales que iremos encontrando en las diferentes ruinas o refugios.

Muchos son los elementos que hacen de Homefront The Revolution un juego francamente divertido, si no fuera por el mal sabor de boca que nos deja el título desde el minuto uno con su pésima optimizacion e inestabilidad. Es por eso que, en la redacción nos comprometemos a actualizar y modificar este análisis si Deep Silver cumple con su promesa de solventar los problemas de rendimiento, ya que sinceramente nos cuesta mucho evaluar a Homefront ya que siendo justos, es un buen título que en su concepto cumple con la finalidad de todo juego: Divertir.

 

NOTA: 6,5