Análisis The Legend of Zelda: Breath of the Wild

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Nombre: The Legend of Zelda: Breath of the Wild       Plataforma: Wii U y Switch

Género: Aventuras                                                   Distribuidor: Nintendo

Eiji Aonuma, el productor de la serie The Legend of Zelda, desveló en el E3 2014 que se encontraba trabajando en una nueva entrega de la saga The Legend of Zelda para la consola de sobremesa Wii U que llegaría al mercado en 2015. Aunque tuvimos que esperar a marzo de ese año para enterarnos que tenían la intención de retrasarlo un año para seguir evolucionando en su desarrollo, con la intención de convertirlo en el mejor título de la franquicia.

En junio de 2016 la compañía anunció que el juego se conocería finalmente con el nombre de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, aunque tendríamos que esperar a 2017 si queríamos disfrutar del juego en Nintendo NX (Switch) y Wii U.  De esta forma se confirmaba que el juego no solo llegaba a Wii U sino también a la próxima consola de Nintendo.

The Legend of Zelda: Breath of the Wild representa una vuelta a los orígenes de la franquicia, recuperando la fórmula del título desarrollado por Shigeru Miyamoto que llegó en 1986 a NES. Pero no se trata de otro juego más de la saga, sino un punto de inflexión que cambiará la forma de disfrutar de la franquicia durante los próximos años, ya que por delante nos encontramos con un gigantesco mundo abierto desafiante y divertido. Si queréis saber más de la entrega más ambiciosa de The Legend of Zelda, solo tenéis que seguir leyendo.

 

HISTORIA

 

La historia de The Legend of Zelda: Breath of the Wild comienza 100 años después que el gran reino de Hyrule fuese destruido por Ganon, que tras resurgir de las profundidades de la tierra derrotó a los jóvenes héroes que esperaban su llegada guiados por una profecía milenaria. Como nadie conseguía derrotarlo fue sellado en el propio Castillo de Hyrule, pero las fuerzas que lo retienen se están debilitando y muy pronto quedará libre para destruir por completo el mundo.

Justo en ese momento, una voz despierta a Link de un letargo en el que ha estado sumido durante los últimos 100 años, escondido en un lugar ancestral. Allí mismo encontrará un objeto conocido como la Piedra Sheikah, un objeto que nos acompañara en nuestra aventura y será determinante en todo lo que ocurre.

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Al salir de este santuario nos encontramos con un anciano encapuchado que nos informa que estamos en la Meseta de los albores, donde podremos encontrar las ruinas del Templo del Tiempo. Poco después volveremos a escuchar a la voz que nos guiará hasta un nuevo lugar en el mapa, en el que encontraremos un pedestal.  Este, al ser activado por la Piedra Sheikah hará emerger por todo el reino de Hyrule las conocidas como torres Sheikah, incluida en la que nos encontramos. Además de activar los santuarios esparcidos por el reino. Justo en ese momento se le revela a Link su letargo y, con el Castillo de Hyrule en el horizonte, es como comienza nuestra aventura que nos llevará a recorrer un amplio mundo para acabar con Ganon y salvar a Zelda.

 

GRÁFICOS

 

The Legend of Zelda: Breath of the Wild nos ha impresionado desde el primer momento gracias a la belleza  de todo lo que nos rodea, no solo por sus amplios escenarios, que en ciertos momentos vemos como están algo vacios para ampliar la sensación de mundo desolado tras esos 100 años. En otras ocasiones, según el lugar donde nos encontremos veremos cómo rebosan vida, algo que es de agradecer. Por delante tenemos un mundo enorme por explorar con total libertad, y lo mejor de todo es que por donde pasemos veremos el gran trabajo realizado por la compañía, ya que en todo momento tendremos una estampa preciosa con la que deleitarnos, hasta el punto que disfrutaremos recorriéndolo y esto es en parte gracias a la sensación de película de animación interactiva que tenemos en todo el juego.

Las físicas del juego son otro de sus puntos fuertes ya que interactúan directamente con la jugabilidad, prestando especial atención al viento que al actuar directamente sobre el entorno, la zona donde la lluvia es abundante que no solo dificultará la visión sino que además nos costará más escalar y así un largo etc.

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El juego nos sigue dando alegrías a nivel gráfico, por ejemplo con el gran trabajo realizado en las animaciones de cada uno de los enemigos, animales, personajes y de Link, por ejemplo destacamos cómo interactúan los animales o los propios enemigos en el entorno mientras los observamos sin acercarnos a ellos. O bien que están diseñadas las animaciones de cada personaje, en especial en aquellos momentos en el que interactúan entre ellos o en la visualización de recuerdos de Link donde directamente nos encontramos ante una escena de animación realizada con el motor del juego.

 Por el lado negativo nos encontramos el rendimiento del juego, con un framerate que le cuesta mantener los 30FPS en aquellas zonas que se interactúan con más elementos y enemigos a la vez. Esto es algo que se sufre más en su versión de Wii U a pesar de que va a una resolución de 720p. La versión de Switch lamentablemente también sufre de este mal, aunque dispone de un rendimiento mejor en su versión portátil a 720p que en su versión de sobremesa a 900p. Otro detalle que las diferencia es que Switch gracias a su mayor potencia cuenta con unas texturas de más calidad que Wii U, aún así la versión para esta última no desmerece en absoluto.

En definitiva, solo podemos alabar el gran trabajo que ha realizado Nintendo en The Legend of Zelda: Breath of the Wild situándolo para nuestro gusto como el mejor juego gráfico de Wii U y posiblemente uno de los mejores que tendrá Nintendo Switch a lo largo de toda su vida comercial, tratándose de un punto de inflexión gráfico en el futuro de la franquicia.

 

SONIDO

 

Nintendo ha lanzado un juego redondo en cada uno de sus apartados, incluyendo por supuesto una ambientación sonora de matrícula, no solo por que se han incluido temas clásicos reinterpretadas, sino porque en todo momento las melodías se adaptan a la jugabilidad para darle un toque de grandeza único. O incluso los efectos sonoros de la naturaleza que se fusionan a la perfección con nuestras acciones, para introducirnos directamente en la aventura. Pero si por algo destaca esta nueva entrega es por el doblaje al castellano, que después de más de 30 años debuta en la franquicia, aunque las voces son esporádicas se adaptan perfectamente a lo que esperábamos de ellas.

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JUGABILIDAD

 

El apartado jugable de The Legend of Zelda: Breath of the Wild intenta emular el primer The Legend of Zelda y la libertad que teníamos en ese juego para ir donde queríamos pero adaptado a los tiempos modernos, gracias en parte a la tecnología actual. Para ello, nos ofrece una libertad enorme de movimiento, gracias a que nos encontramos ante un juego de mundo abierto donde sabemos en todo momento cual nuestro objetivo final, pero para llegar a él nos espera un amplio recorrido con el único objetivo de ser lo bastante fuertes para poder conseguirlo.

Tanta libertad también se pone en nuestra contra, ya que estamos ante uno de los juegos más difíciles que ha tenido la franquicia desde su lanzamiento hace más de 31 años, ya que veremos cómo moriremos una y otra vez por no tener en cuenta todo lo que nos rodea. Según van avanzado las horas te das cuenta que te conviene aumentar tu salud y resistencia, además de conseguir buenas armas y atuendos que te permitan superar cualquier zona. Habrá que tener en cuenta que la arma y atuendos escogidos lo mismo no son los más adecuado para superar una zona o enemigo, y la duración de las armas no es infinita, sino que se romperán con el uso por lo que se vuelven factores a controlar e ir mejorando según avancemos en el juego.

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Como ya hemos comentado la resistencia será algo clave en el juego, siendo esta un indicador que irá disminuyendo según corramos, nademos, escalemos una montaña o torre, etc. Como os podéis imaginar, controlar este detalle será de vital importancia para no perder la vida mientras por ejemplo intentamos subir una montaña, atravesamos un rio o escapamos de un terrible enemigo que puede acabar con nosotros.  

Pero esto no acaba aquí ya que necesitaremos recoger recursos de los escenarios y cazar animales para curar nuestra salud, aunque para que estos realmente surtan efecto tendremos que cocinarlos, aumentando así sus capacidades y en algunas ocasiones la resistencia a ciertos elementos al tomarlos.

Al contrario que otras entregas de The Legend of Zelda, en esta ocasión no tendremos grandes mazmorras que superar, sino 120 santuarios repartidos y escondidos por este amplio mundo con pequeños puzles bastante ingeniosos que resolver, para finalmente otorgarnos un emblema de valía. Al reunir cuatro podremos cajearlos por un corazón o ampliar el medidor de resistencia, rezando a la diosa Hylia en una de las estatuas repartidas por el mundo.

Se trata de un mundo cargado de secretos y tesoros, por lo que tendremos que recorrer hasta el último rincón si queremos descubrir todo lo que ofrece el juego. Por ejemplo, la búsqueda de los recuerdos de Link aunque no es una misión principal, si puede resultar interesante para los fans más incondicionales que deseen descubrir que ocurrió 100 años atrás.

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El juego no solo cuenta con las misiones principales que nos llevarán a ciertos lugares muy concretos que no desvelamos por no realizar ningún spoilers, con un jefe final en algunos casos algo menos impresionantes en tamaño que otras entregas pero igualmente difíciles de superar. Sino que, además, según vayamos recorriendo este amplio mundo encontraremos multitud de misiones secundarias a realizar, en las que tendremos que leer que nos están pidiendo con atención ya que en ningún momento nos dicen una localización, sino que tendremos que encontrar lo que nos piden en el mapa. Este tipo de misiones son mucho más numerosas de lo que estamos ya acostumbrados en la franquicia, y nos llevan a conseguir un objeto determinado, una localización y por supuesto resolver algún acertijo.

Quizás una de las cosas más complicadas de explicar es el sistema de combate, ya que nos ofrece multitud de opciones, no solo podremos llegar y enfrentarnos directamente con los rivales sino usar el sigilo para realizar un golpe letal por la espalda, o directamente aprovechar el entorno como empujar enormes rocas contra de nuestros rivales. Aún así, si preferimos enfrentarnos directamente tendremos que elegir correctamente el arma a usar, ya que no todas hacen el mismo efecto en cada rival, o incluso lo mismo preferimos atacar a distancia usando el arco, o esquivar en el momento adecuado para realizar un letal contrataque. Pero como os indicamos habrá multitud de opciones según el arma escogida, por lo que es algo para ir descubriendo según avancemos en nuestra aventura, quien sabe lo mismo después de varias horas descubres algo nuevo que podías hacer desde el principio y no te habías dado ni cuenta.

Se trata de un juego redondo en todo lo que ofrece, no solo por lo que ya hemos contado sino también por lo mucho que falta por descubrir, incluso cuando superéis al jefe final habrá lugares y cosas por ver, por lo que es difícil decir una duración exacta del juego, ya que puede que simplemente os apetezca pasear por este magnífico mundo diseñado por Nintendo, es decir, estamos hablando de decenas de horas donde cada uno decidirá finalmente cuando ha acabado su aventura en The Legend of Zelda: Breath of the Wild.

 

CONCLUSIONES

 

Para concluir, solo podemos alabar el trabajo realizado por Nintendo en el desarrollo de The Legend of Zelda: Breath of the Wild para Wii U y Nintendo Switch. Se trata sin duda del juego más ambicioso creado por la compañía, que representa en parte una vuelta a los orígenes de la franquicia pero actualizándolo a los tiempos modernos. No solo por sus espectaculares gráficos y paisajes, con un amplio mundo abierto cargado de lugares y cosas por realizar, sino por una jugabilidad muy cuidada y desafiante que nos sumergirá en esta magnífica aventura durante decenas de horas. En pocas palabras, The Legend of Zelda: Breath of the Wild es tan impresionante que representa un punto de inflexión dentro del género y un motivo más que suficiente para adquirir la nueva Nintendo Switch.

 

NOTA: 10