Análisis Final Fantasy XVI
Nombre: Final Fantasy XVI Plataforma: PlayStation 5
Género: Acción, RPG Distribuidora: PLAION
Square Enix anunció el juego Final Fantasy XVI en septiembre de 2020, en el evento en el que Sony anunció la fecha de lanzamiento de la consola PlayStation 5. Una nueva entrega numerada de la legendaria saga Final Fantasy, que llega a la consola de Sony de dos años y siete meses después de su lanzamiento.
Para conseguir que este juego fuese memorable, el desarrollo se dejó a cargo de Creative Business Unit III, en el que se formó un equipo con grandes leyendas del sector con nombres como Hiroshi Takai (director), Naoki Yoshida (productor), Kazuya Takahashi (diseñador de personajes), Ryota Suzuki (director de combate) y Masayoshi Soken (compositor). Cuyo esfuerzo se hace patente para ofrecernos un título muy divertido, con una gran historia, unos personajes muy carismáticos, una gran banda sonora y unos gráficos que prometen explotar las capacidades técnicas de PlayStation 5. Acompáñanos para descubrir que ofrece Final Fantasy XVI y si es capaz de cumplir con lo que promete.
HISTORIA
La historia de Final Fantasy XVI nos lleva al mundo de fantasía medieval de Valisthea, cuyas personas se han consagrado durante siglos a los Cristales Madre para gozar del poder de la magia. Este mundo está dividido en diferentes naciones, que desean usar este recurso para incrementar su dominio, aunque ninguna de ellas se atreve a una guerra abierta debido a los Dominantes, unas personas de gran poder en cuyo interior reside un Eikon, un ser gigantesco y equivalente a las invocaciones de otras entregas, capaz de destruir ejércitos y ciudades en segundos.
Finalmente esta aparente paz acaba por culpa del avance de las tierras estigias, unos territorios sin vida y éter, que acaba llevando al mundo a una guerra inevitable. Aquí es donde comienza nuestra aventura, en la que encarnamos al joven Clive Rosfield, primogénito del archiduque de Rosaria, y cuyo hermano era el dominante del fuego, comienza un viaje por Valisthea para dar con otro dominante que acabó con su hermano el día que también asesinaron a su padre.
Este gran viaje nos presenta un mundo apasionante y muy bien llevado, con un guion bastante oscuro inspirado en Juego de Tronos, con conflictos geopolíticos y traiciones, que nos llevará a temer por la vida de los diferentes personajes con un claro odio a todos los que sean diferentes. Lamentablemente para la parte final del juego, la narración nos lleva a concluir los arcos de personajes de una forma que no acaba de concordar con lo visto a lo largo de toda la aventura. A pesar de esto, el juego cuenta con una gran trama y sobretodo un protagonista muy carismático que según vayamos conociéndolo nos sentiremos unidos a él y a su naturalidad. Clive es capaz de ir evolucionando durante toda la aventura, luchando por las injusticias del mundo, desvivirse por sus seres queridos y buscar un futuro mejor.
GRÁFICOS
El apartado gráfico de Final Fantasy XVI cuenta con excelente modelado de los personajes, con unas expresiones faciales que transmiten a la perfección sus emociones y unas animaciones de un nivel sobresaliente. A esto tenemos que añadir el gran trabajo realizado en sus cinemáticas, muy bien llevadas para ir contacto de forma sublime la historia con más de once horas de secuencias de vídeo realizadas con el motor del juego.
El diseño de los escenarios es otro de los puntos fuertes del juego, cargados de detalle y muy variados, con unas espectaculares vistas a lo largo de todo Valisthea, ya sea en los frondosos bosques, grandes castillos, zonas montañosas o donde los cristales madre se alzan por encima de los reinos. Para alcanzar semejante nivel gráfico, esta entrega cuenta con unas texturas de nivel sobresaliente y unos efectos de iluminación muy conseguidos. Por ejemplo, cuando hacemos uso de las habilidades del personaje, nos damos cuenta del gran trabajo realizado en cada uno de los golpes y magias que se realizan.
Aunque el juego destaca especialmente en las batallas entre Eikon, justo en ese momento vemos realmente el nivel gráfico de un juego next-gen que explota las capacidades técnicas de la consola PlayStation 5. De tal forma, que la consola sufre para moverlo, llegando a dar aviso de sobrecalentamiento.
En cuanto a las opciones gráficas, en este título podemos elegir entre modo rendimiento y modo resolución. El primero tiene como objetivo alcanzar los 60 FPS, aunque a la hora de la verdad es poco estable y con continuas caídas especialmente en los combates. Además en este modo hay una clara bajada de detalle gráfico y resolución, por lo que no es la mejor opción para disfrutar del título.
La mejor opción para disfrutar del juego, es el modo resolución que nos ofrece una mejor experiencia visual, con una imagen más nítida gracias y un rendimiento de 30 FPS mucho más estable con apenas bajadas en algún momento muy puntual. Lamentablemente, este modo sufre de motion blur al mover la cámara, algo que el equipo de desarrollo ha prometido mejorar en futuras actualizaciones o incluso dejar desactivarlo.
En definitiva, Final Fantasy XVI a pesar de sus carencias, es un autentico juego next-gen capaz de explotar las capacidades técnicas de PlayStation 5. Con un gran diseño en el modelado de los personajes y escenarios, unos efectos de iluminación de altísimo nivel y unas cinemáticas dignas de la gran aventura en la que nos encontramos.
SONIDO
Final Fantasy XVI cuenta con una banda sonora excelente, gracias al gran trabajo realizado por Masayoshi Soken, en unas composiciones muy variadas que se adaptan en todo momento al juego consiguiendo que sean épicas y mágicas, embriagando al jugador desde el inicio de la aventura, para hacer la delicia de los amantes de la buena música. A esto hay que añadirle infinidad de alusiones musicales, que recuerdan a títulos anteriores de la franquicia.
La espectacular banda sonora se cumplimenta con unos efectos sonoros de altísimo nivel, que nos sumergen de lleno en las batallas frenéticas a golpe de espadazos y magias, destacando sobretodo en las batallas contra jefes finales. Además según vayamos avanzado por los escenarios escucharemos iremos escuchando ciertos detalles que nos sumergen de lleno en la aventura.
Y a esto, hay que añadirle el excelente doblaje en ingles por la gran interpretación que realizan los actores cuyas voces se adaptan perfectamente a cada persona, siendo sencillamente perfecto para el jugador. Aunque existen más doblajes como el español de latinoamérica o el japonés, lo cierto es que no alcanzan ese nivel sublime que si hemos visto en los dobladores ingleses. A esto hay que añadir que el juego nos llega con subtítulos en perfecto castellano.
JUGABILIDAD
El apartado jugable de Final Fantasy XVI se aleja de los combates por turnos de los clásicos RPGs, para centrarse en la acción pura en los combates, donde venceremos a los enemigos lanzando golpes, combos, magias y ataques muy potentes, mientras esquivamos los golpes que nos dan nuestros rivales.
En esta aventura controlaremos a nuestro héroe Clive Rosfield, con un botón para atacar cuerpo a cuerpo, uno para lanzar magias a distancia, uno para esquivar, uno para saltar, uno para cambiar de Eikon entre los tres que podemos tener asignados. Además habrá una combinación de un par de botones para lanzar los dos combos de cada Eikon que tardan un tiempo en recargarse y una acción única. También habrá una barra de Límite para potenciarnos o curarnos unos instantes. A esto hay que unir la posibilidad de realizar contraataques si esquivamos justo antes de ser golpeados.
En la mayoría de nuestro viaje estaremos acompañados por otros personajes controlados por la IA, y hay que reconocer que funcionan bastante bien, aunque no podemos darles ordenes o personalizarlos. Por el contrario, si podremos darles ordenes a nuestro perro Torgal que también nos sigue en la aventura, para que ataque en el momento adecuado para alargar nuestro combo o incluso curarnos.
Durante los combates nuestros rivales más fuertes cuentan con un medidor de guardia, que al ser reducido a cero, hará que queden aturdidos y sufran más daño. Por lo que es un momento ideal, para lanzar todos los combos y magias que podamos, además de pedirle a Torgal que ataque. Aprovecharse de este medidor resulta vital contra los estos enemigos más poderosos o jefes finales, además de estar pendientes de las habilidades que lanzan continuamente contra nosotros. Esto nos ofrece unas batallas muy frenéticas y divertidas, en las que tenemos que emplearnos a fondo en todo momento.
Los jefes finales por su parte son muy variados, con una puesta en escena espectacular, y todos hacen que nos empleemos a fondo. Algunos serán de un gran tamaño, especialmente cuando nos enfrentamos a un Eikon, cuyos golpes además de poderosos son mortíferos. Además en estas ocasiones suelen aparecer secuencias impresionantes con sencillos QTE, que se han encajado muy bien para no molestar y darle mucha más vistosidad a los combates.
El juego llega a su punto más álgido en los duelos entre Eikon, en el que controlaremos a una de las gigantes bestias, con secuencias de QTE, y una jugabilidad en la que tendremos que esquivar, saltar, lanzar magias o golpear cuerpo a cuerpo. Un control que se acerca al manejo de Clive, pero que consigue batallas muy épicas y de gran duración.
El sistema de combate nos ha encantado, con batallas muy divertidas y espectaculares. Con una cámara que siempre se posiciona correctamente en la acción y unos controles que nos han funcionado a la perfección en todo momento. Aunque al contrario que otros títulos de la saga Final Fantasy no hay alteraciones de estados o debilidades, por lo que nos podemos olvidar de esa parte del componente estratégico.
La aventura se estructura en dos partes claramente diferenciadas: misiones de historia y zonas abiertas. Las fases de historia son misiones principales donde avanzar por escenarios pasilleros acabando con todos los enemigos que salgan a nuestro encuentro mientras vemos los vídeos en los que se van desarrollando la trama. Estas suelen ser muy directas, aunque en alguna ocasión encontramos algún desvío que nos lleve a algún cofre.
Por otro lado, las zonas abiertas son regiones amplias en las que podremos explorar con libertar o incluso usar un Chocobo para desplazarnos. Aquí podemos visitar pueblos con tiendas en las que conseguir ciertos objetos u armas, participar cacerías o en misiones secundarias. Quizás esta parte no nos ha acabado de gustar, ya que normalmente no consigue ofrecer una sensación de necesidad por explorar, y al hacerlo tampoco vamos a encontrar nada excepcional.
Las misiones secundarias tampoco se les puede pedir mucho, normalmente nos llevan a realizar alguna acción en el juego, como hacer de recadero, recoger algún objeto o vencer a un grupo de enemigos, para conseguir al final algún objeto. En algunas de estas misiones nos revelarán algunos detalles de los personajes y la historia de Valisthea. Por otra parte, las cacerías tendremos que usar pistas para encontrarlas, y nos ofrecen combates muy divertidos contra jefes o criaturas de gran poder.
Para desplazarnos entre las diferentes zonas, contaremos con un mapamundi, en el que teletransportarnos inmediatamente a cualquier punto de control que hayamos desbloqueado o incluso para ir a la siguiente misión de la historia.
La parte de RPG del juego ha pasado a un segundo plano, no es tan importante como otros títulos de la franquicia Final Fantasy, aunque sí está presente. Para ello, nuestro héroe Clive irá subiendo de nivel al conseguir determinados puntos de experiencia, aumentando las estadísticas, aunque en todo momento se prioriza la vida, el ataque y la defensa.
A lo largo de la aventura podremos ir consiguiendo nuevas armas que mejoren nuestro ataque, o incluso mejorarlas para hacerlas más poderosas. Esto mismo ocurre con los brazaletes y cinturones que aumentarán nuestra vida y defensa. Estas solo sirven para aumentar las estadísticas del personaje, no otorgan ciertas habilidades o efectos al personaje. Aunque si podremos equiparnos con tres accesorios que darán efectos, aunque en su mayoría no los notaremos.
Lo más interesante será desbloquear nuevos Eikon y por lo tanto nuevos poderes, como solo podemos elegir tres para equiparlos, lo ideal es escoger correctamente dos técnicas entre todas las que tiene cada Eikon y buscar ciertas sinergias entre ellos para crear combos. Además según vayamos consiguiendo puntos de habilidad, podremos ir usándolos para aumentar las técnicas de los Eikon, y al mejorarlas al máximo podremos equiparla a cualquiera de ellos. Algo que da mucha versatilidad al juego para adaptarlo lo mejor posible a nuestra forma de combatir.
Completar la historia principal de Final Fantasy XVI nos llevará unas 35 horas, algo que llega a duplicarse si realizamos todas las misiones secundarias y cacerías. A esto se le une que en un principio hay dos dificultades Historia y Acción, siendo esta última el modo Normal. Aunque una vez finalizamos la aventura se desbloquea el modo Nuevo Juego + con la dificultad Final Fantasy, que nos permite subir a nivel 100, conseguir nuevas armas y objetos, enfrentarnos a enemigos mucho más fuertes y están colocados en lugares diferentes. Además de las Ordalías, unos retos contrarreloj que superar o repetir las fases principales en un modo arcade con un sistema de puntuación en los que conseguir un rango S si no recibimos daño y las superamos en tiempo record.
CONCLUSIONES
Square Enix ha realizado un gran trabajo con Final Fantasy XVI, para conseguir un juego muy divertido, con unos gráficos que explotan las capacidades técnicas de PlayStation 5 y una banda sonora sobresaliente. A pesar de sus carencias, esta nueva entrega de la franquicia Final Fantasy nos ha llevado a un viaje inolvidable por el mundo medieval de Valisthea, muy bien construido, con una historia que engancha desde el inicio, un protagonista que ha sido capaz de convertirse en uno de los mejores de toda la saga por su naturalidad y como va evolucionando en la aventura, un sistema de combate muy disfrutable y espectacular, una batallas contra los jefes finales increíbles y unos duelos de Eikon que alcanzan un nuevo nivel gráfico de nueva generación nunca visto en esta clase de juegos.
NOTA: 9
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