Análisis. IL-2 Sturmovik - Birds of Prey

Simuladores de vuelo y consolas han sido considerados tradicionalmente como agua y aceite. La plataforma que ha recibido los grandes títulos del género desde sus mismos orígenes ha sido el PC y por eso, las escasas novedades que actualmente se producen en el mundo de la simulación van destinadas casi exclusivamente a ellos. La explicación a este tópico habría que buscarla en la dureza de la curva de aprendizaje de estos programas, que los hace poco atractivos para los usuarios de consola, ya que a la hora de dejarse los cuartos en un juego suelen valorar por encima de todo cuestiones como diversión inmediata, un buen apartado técnico o una atractiva campaña de marketing, mientras que los amantes de la simulación prefieren justamente lo contrario: una recreación lo más fiel posible de la realidad, aunque ello suponga muchas horas de lectura de manuales y un profundo aprendizaje para conseguir disfrutar plenamente del programa.

Bueeeno, a ver qué nos encontramos hoy...

Para entender los orígenes del título que analizamos hoy, debemos remontarnos al año 2001, cuando Oleg Maddox, un joven ruso estudiante de informática y física que, cansado de jugar con las matrioskas de su hermana, decidió que la fidelidad de un buen simulador de vuelo no tenía porqué estar reñida con la diversión ni con la excelencia técnica, así que ni corto ni perezoso, agarró una botella de vodka y se puso a teclear en su PC, para programar él solito el soberbio "IL-2 Sturmovik", un éxito comercial que aún hoy sigue siendo considerado uno de los mejores simuladores de vuelo que existen, algo en lo que coinciden tanto los más puristas como los simples aficionados al género. Con el paso de los años y tras diversas ampliaciones del juego original ("Il-2 Sturmovik Forgotten Battles", "Aces Expansion Pack" y "Pacific Fighters"), Maddox es considerado la máxima autoridad en el mundo de la simulación, y por eso sus seguidores esperan como agua de mayo la siguiente entrega de la serie, el anunciado y varias veces retrasado “Battle of Britain”. Pero para desgracia del joven ruso, las ventas de simuladores no dan para hacerse rico.

8 años después y nuevamente bajo los auspicios de Oleg Maddox, los estudios soviéticos 1C Company y Gaijin Entertainment intentan repetir el éxito de la fórmula, pero ésta vez eligiendo como plataformas de lanzamiento las consolas de nueva generación: Xbox 360, PS3, PSP y Nintendo DS, lo que les da acceso a un enorme mercado potencial que podría solucionarles el problema de las reservas de vodka de por vida.

Si volverán a pasar sed o no, sólo el tiempo lo dirá, pero por lo pronto y a juicio del que suscribe, han conseguido superar con nota el reto que tenían planteado, y no era tarea fácil. Si queréis saber cómo, seguid leyendo.

                   Espera Johnny, ¡no corras tanto, hombre!

EL JUEGO: DALE GUSTO AL GATILLO COMO PREFIERAS

"IL-2 Sturmovik Birds of Prey" es un simulador de vuelo ambientado en la Segunda Guerra Mundial, que nos pone en la piel de un piloto de caza de combate del bando aliado con la misión de derribar sin piedad al enemigo, papel que interpretan una vez más los siempre sufridos nazis, que ciertamente van de maravilla cuando se trata de recibir correctivos.

El juego, como buen simulador que es, cuenta con una enorme variedad de aviones y suficientes escenarios de vuelo como para no hacerse monótono, pudiendo sobrevolar las típicas campiñas inglesas, las nevadas estepas rusas o los verdes y soleados viñedos de la costa siciliana, por citar sólo algunos ejemplos. Además, no estaremos solos durante nuestros vuelos, ya que tendremos un escuadrón de lacay... digoooo, fieles compañeros a los que podremos dar órdenes básicas en todo momento.

Pero lo verdaderamente original de este juego radica en sus posibilidades de configuración, ya que tras superar el tutorial (a mí me llevó una media hora hacerlo y no soy precisamente el barón rojo), desbloquearemos los tres "modos" de realismo que se nos ofrecen: arcade, realista y simulación, con lo que podrán disfrutar del juego tanto los novatos como los más puristas del género.

Veamos a continuación las diferencias entre ellos:

Un buen bombardero alemán siempre sabe cuándo está de más.

En el modo arcade el juego es realmente accesible para todos, ya que el modelo de vuelo es muy sencillo, al no verse afectado por factores como la inercia, el empuje del motor o el peso del avión, con lo que las entradas en barrena son prácticamente imposibles. Contaremos además con un radar que nos indicará en todo momento la posición del enemigo y también se nos permitirá elegir entre diversas perspectivas, que van desde la vista exterior del avión (la más fácil) a la vista desde el interior de la cabina (la más difícil). En este modo, incluso contaremos con un asistente de puntería que nos permitirá derribar al enemigo sin mayores dificultades, ya que un socorrido punto de mira nos indica exactamente dónde tenemos que disparar para que nuestras balas y los nazis se encuentren felizmente en el cielo.

El modo realista es algo más exigente, pero sigue siendo muy divertido y totalmente jugable para cualquier jugador medio que, como yo, se sienta atraído por el mundo de la simulación. Podremos seguir eligiendo las vistas externas y contamos también con el radar, pero aquí ya sí afectan algo más las inercias y demás caprichos de la física y por lo tanto, será más fácil que el avión entre en pérdida y nos precipitemos al suelo a mayor velocidad de la deseada. Ah, y adiós al asistente de puntería: si quieres derribar nazis, ahora te lo curras tú.

¡Qué bonito se ve mi pueblo desde aquí, Alfons!

El modo simulador está pensado para los verdaderos "jarcoretas" del género y viene a ser algo así como el cilicio que usan los más devotos cristianos: un dolor. Aparte de manejar manualmente los alerones del avión (flaps) y de que el modelo de vuelo es mucho más complejo, aquí no contamos con el radar y tampoco podemos elegir vista externa, sólo la vista de cabina (y creedme, no es fácil volar desde ahí dentro). A modo de ejemplo, os diré que cuando conseguimos visualizar un avión, éste no nos aparecerá identificado en pantalla con el típico circulito rojo como ocurre en los otros dos modos, sino que lo que ves es un pixel negro dando bandazos por el horizonte y vete tú a saber si se trata de un amigo, de un enemigo o de un águila calva buscando a sus polluelos; se supone que los más veteranos del género son capaces de identificar los distintos modelos de avión con solo ver su patrón de vuelo o la forma de su fuselaje, pero yo soy menos sabio y prefiero que los indicadores hagan el trabajo por mí para así encargarme directamente de aquello para lo que fui contratado: proporcionar al enemigo su justa ración de plomo. En definitiva, se trata de un modo muy difícil, pero la opción existe para el que la quiera y eso siempre es bueno.

ASPECTOS TÉCNICOS: CONSTRUYENDO LA EUROPA DE LA 2ª GRAN GUERRA

En el aspecto técnico, el juego luce de maravilla. El motor es bastante sólido, aunque existen leves caídas en el framerate (sobre todo cuando tenemos varios aviones al mismo tiempo en pantalla), que si bien no afectan en ningún momento a la jugabilidad, están ahí y justo es reconocerlo.

Los aviones están perfectamente representados y cuentan con gran número de polígonos y buenas texturas. Lo mismo ocurre con las cabinas, realizadas a la perfección, pudiendo incluso observar cómo se mueven los relojes del altímetro, el indicador de actitud o el cuentarrevoluciones del motor. Los modelos alemanes, sin embargo, no tienen implementadas las cabinas, aunque según han asegurado los programadores, van a ser incorporadas en breve vía actualización gratuita.

El modelo de daños es tan bueno como el del IL-2 original de PC y podremos ver perfectamente cómo las balas enemigas afectan al fuselaje de nuestro avión o cómo éste se hace pedazos al chocar con otro aparato en mitad del cielo, haciendo que nos precipitemos hacia al suelo con decisión y entusiasmo.

Klaus, me siento indispuesto. Si eso nos vemos luego...

En cuanto al paisaje, los simuladores modernos suelen resolver el tema de manera satisfactoria cuando volamos a cierta altura, pero cuando nos acercamos al suelo la cosa cambia y aquello empieza a parecerse sospechosamente al tetris, con lo que la sensación de realismo se deshincha como un suflé recién sacado del horno. Afortunadamente, en "IL-2 Sturmovik" esto no ocurre y el paisaje resulta muy creíble a cualquier altura, rozando en ocasiones el fotorrealismo como por ejemplo en la fase de la batalla de las Árdenas.

Mención especial merecen también la física de partículas y la iluminación dinámica. Nubes, humo y explosiones están francamente conseguidos, y resulta impresionante volar por encima de un pueblo entre las densas columnas de humo que han producido nuestras bombas, previamente repartidas con cariño, para comprobar después cómo explotan a nuestro alrededor las salvas de artillería antiaérea con que nos despiden los parroquianos en justo agradecimiento.

También los dogfight o combates aéreos resultan muy, muy espectaculares, con lo que nos sentiremos en más de una ocasión como Ben Affleck en “Pearl Habour”

Por todo ello, aunque no se pueda tildar el apartado técnico de sobresaliente, sí que merece un notable alto.

MÚSICA Y SONIDO: TÓCALA OTRA VEZ, JEREMY

La música corre a cargo de Jeremy Soule, y eso es sinónimo de calidad. Autor de las músicas de “Morrowind”, “Oblivion” o “Guild Wars” por citar solo algunas de sus obras, nos regala esta vez un amplio repertorio de melodías épicas muy adecuadas a la temática del juego. Especialmente buenos son los temas que suenan en la presentación y durante el bombardeo de Stalingrado.

Sonido y efectos también se mantienen a muy buen nivel, en particular las explosiones y el rugido de nuestros motores. Si además disponéis de un sistema 5.1, los combates serán un puro espectáculo sonoro.

Además el juego está localizado al castellano por un equipo extranjero en un intento (suponemos) de "imitar" el acento inglés o ruso. El resultado es un poco extraño, pero desde ATISAL agradecemos el esfuerzo de la editora, ya que lo habitual en un juego de estas características es subtitular los diálogos o directamente ni eso.

JUGABILIDAD: OTRA PARTIDITA, POR FAVOR

El juego es francamente divertido de jugar (y me refiero a los dos primeros niveles de dificultad porque el otro da hasta miedo, en serio)

Así, la sensación de plenitud cuando derribas un avión enemigo o bombardeas con éxito una columna de blindados es total, y resulta muy gratificante ver cómo un avión alemán, tras encajar con nobleza una buena ráfaga de nuestros cañones, asume sus obligaciones y cae en picado hacia el suelo como el precio del kilo de cartón.

El control, por otra parte, es bastante bueno con el pad de la 360, pero es justo comentar un aspecto negativo: la vista externa (fundamental en un simulador de vuelo) ha sido implementada de manera poco acertada, ya que para girar la cámara tendremos que mantener pulsada la seta de la derecha mientras la mueves. Aunque acabas por acostumbrarte, entiendo que habían otras posibilidades más acertadas. Según parece, en la versión para PS3 este tema en particular está mejor resuelto.

Como advierte una pequeña pegatina en el reverso del juego, el juego se puede controlar también con un joystick (si dispones de él). La pegatina recomienda el Aviator Flight Stick de Saitek y aunque no he tenido oportunidad de probarlo, los que lo han hecho dicen que mejora bastante la experiencia de juego, pero ya de por sí es muy buena con el pad.

Las misiones son todo lo variadas que se puede esperar, incluyendo los típicos dogfight, bombardeos a objetivos terrestres y navales, escolta de bombarderos, etc. En cuanto a modos de juego, no problemo: tenemos el modo de un jugador (compuesto de tutorial, campaña, misiones individuales y entrenamiento, donde puedes diseñar la partida a tu gusto), y en segundo lugar un modo multijugador, (compuesto de combate aéreo, batalla en equipo, ataque y tomar aeródromos). Todo ello garantiza una larga vida al título, como buen simulador que es.

RESUMEN: ¿ME LO COMPRO O NO?

"IL-2 Sturmovik Birds of Prey" supone una apuesta valiente y arriesgada en un mundo tan feroz y competitivo como el de las consolas, pero afortunadamente ha sido resuelta con maestría por un grupo de programadores muy experimentados en el campo de los simuladores.

Aunque con levísimos fallos en el control de la cámara o en el framerate en momentos de mucha carga gráfica, sin duda estamos ante un juego de notable alto y de largo, el mejor juego de aviones existente en la actualidad para la XBOX360 y para la PS3, y en eso la prensa especializada es unánime.              

Asi que si te gustan los arcades de avioncitos o nunca has probado un juego de este tipo, “IL-2 Sturmovik Birds of Prey” es perfecto para iniciarte con su modo arcade. Si os gustan este tipo de juegos, pero títulos como "Blazing Angels", "Ace Combat 6" o el más reciente "Hawx" os parecieron simplones y os dejaron con ganas de más, id de cabeza a por éste juego porque no os va a decepcionar en absoluto con su modo realista. Por último, si eres de los veteranos del mundillo y puedes identificar un BF-109 sólo por el sonido de su motor, “IL-2 Sturmovik Birds of Prey" con su modo simulación es tu mejor (y por ahora única) opción.

LO MEJOR:

•  Los tres modos de juego, que permiten configurar la dificultad a tu gusto.
•       Gráficamente a gran altura, rozando en ocasiones el fotorrealismo.
•        Muy divertido en los tres modos.
•         Su gran duración.

LO PEOR:

• Que no te guste este tipo de juegos, porque es francamente bueno.     Leves caídas de framerate cuando hay muchos aviones en pantalla.
•         La cámara de la vista externa, un tanto engorrosa de manejar.

NOTA GLOBAL: 8,7