Análisis: Shenmue III

Título: Shenmue III                                      Plataformas: PlayStation 4, PC  

Género: Acción, Aventura, Rol                        Distribuidora: Koch Media

Millones de amantes de los videojuegos mantuvieron la respiración durante la presentación de Sony en el E3 de 2015 al ver a aparecer sobre el escenario a Yu Suzuki, padre y creador de sagas influyentes como Virtua Fighter o la propia Shenmue cuya tercera entrega analizamos a continuación.

Tras el anuncio de la intención de realizar la tercera entrega de la saga, cuyo ultimo título vio la luz en 2004 con un final abierto, se abrió una campaña de crowdfunding que consiguió cifras récord dentro de la plataforma, siendo el Kickstarter que más dinero ha recaudado hasta la fecha en el menor tiempo posible desde su apertura además de ser el proyecto relacionado con los videojuegos que más fondos ha recibido en la historia. Con casi 10 Millones de Dolares, el sueño de los fans de la franquicia que la vieron cobrar vida en la extinta Sega Dreamcast parecía hacerse realidad.

Con una fecha de lanzamiento prevista para 2017 y con una remasterización por parte de la actualmente desvinculada tercera entrega (Sega) de los dos primeros títulos para las plataformas de actual generación para dar a conocer la franquicia a los nuevos jugadores (e intentar rascar unas ventas de los ya veteranos), Shenmue III por fin ve la luz con dos años de retraso con un apartado gráfico renovado y una jugabilidad que, acertadamente bajo nuestro criterio, mantiene la esencia 100% de los Shenmue clásicos.

 

 

HISTORIA

Para los desconocedores del título original que se embarcan en este viaje por primera vez, queremos recordar la trama, sin grandes spoilers, sobre la que se centra la saga Shenmue. La historia nos cuenta el largo periplo que debe recorrer Ryu Hazuki, nuestro joven y adolescente protagonista, hijo de una larga dinastía de maestros de artes marciales, hasta encontrar al asesino de su padre, el enigmático Lan Di.

Después de presenciar con sus propios ojos el asesinato de su padre, decide buscar venganza a toda costa, descubriendo en su camino el secreto familiar que protegía la familia Hazuki desde años atrás: Los Espejos del Dragón y del Fénix.

Comenzando nuestras andaduras por los barrios y vecindarios (reales) del país nipón, Ryo cruzará los mares hasta llegar a Hong Kong no sin antes inmiscuirse en los grandes peligros que se esconden detrás de la figura de Lan Di y de descubrir el peligro real que consistiría que el villano de la saga se hiciese con los dos espejos de la leyenda.

Al final de la segunda entrega, Ryo conoce a Shenhua, una misteriosa chica cuyo padre, minero y conocedor de los secretos de los espejos ha desaparecido. Este será nuestro punto de partida en esta tercera entrega, continuista desde el mismo punto en el que lo dejó su segunda parte que proseguirá la trama de venganza que arrastra a nuestro protagonista 18 años desde que viera luz la primera entrega de Shenmue.

Para aquellos que no conozcan la saga, Shenmue III puede sobrecoger por la cantidad de información concentrada y que nos bombardearán desde el inicio que, en teoría, deberíamos conocer de las dos primeras entregas. Para ellos y para aquellos que quieran refrescar la historia sin pasar por caja (adquiriendo la remasterización de Shenmue I & II que vio la luz el año pasado), Yu Suzuki nos proporciona la posibilidad de visualizar una cinemática al inicio de la partida con un breve resumen (que se nos antoja escueto en detalles) que nos pondrá en la tesitura en la que se encuentra Ryo tras su largo y tortuoso periplo por las regiones del Sol Naciente.

 

GRAFICOS

Antaño, la franquicia fue un referente en el apartado técnico aportando a la industria mecánicas nunca vistas antes (como el paso del tiempo en acción real) o expresiones faciales que se llevaron los elogios de la crítica y los jugadores allá por 2001 en la potente aunque olvidada Sega Dreamcast. A nivel técnico, los videojuegos actuales han ido avanzando hasta cotas de hiperrealismo insospechadas en las que Shenmue III, dado su carácter de desarrollo tipo crowdfunding, no puede competir. Y es que aquel referente técnico hace 18 años hoy día pinta ligeramente desfasado en las bondades que poseía antaño. Con un buen uso del motor Unreal Engine 4, Yu Sukuzi y su equipo de poco más de 70 personas han realizado un trabajo extraordinario con el tiempo y presupuesto del que han dispuesto, pero su acabado final, pese a ser vistoso y muy resultón en texturas y escenarios (cargados estos de colorido, viveza y detalles), dista mucho de ser un referente de futuro.

Los nuevos diseños mantienen cierta fidelidad con los títulos originales, encontrándonos personajes un tanto caricaturescos que le otorgan un toque de anime al contrario que antaño. A esto se le suman unas expresiones faciales un tanto arcaicas, que si bien cumplen de manera notable, lejos quedan de ser punteras.

Los entornos son de un tamaño considerable y como antaño, están plagados de NPCs con los que necesitaremos interactuar para ir desvelando la trama principal y los caminos a seguir para proseguir en la historia. El resto de elementos presentes como os efectos de luz y sombras, cuentan con un gran nivel de calidad, recreando en ocasiones estampas preciosas dignas de un título triple A.

Otro de los elementos que no ha sabido evolucionar dentro de la saga es sin duda la brusquedad de las animaciones de los personajes. Ryo y el resto de personajes, no sabemos si como homenaje a los títulos clásicos o por falta de pulido en el modelaje, cuentan con animaciones y cinemáticas un tanto abruptas y robóticas, que inevitablemente nos retrotraen al pasado al ser excesivamente fieles a los dos clásicos imprescindibles de Sega Dreamcast. Del mismo modo, la transición entre las numerosas cinemáticas (de trama o conversacionales) es un tanto tosca y cortante, algo impropio de los juegos actuales y más propio de los videojuegos de antaño donde los recursos estaban limitados dada la potencia del hardware.

Sea como sea, defecto u homenaje, a los más exigentes en el apartado técnico, Shenmue III le parecerá un título o bien de la anterior generación o con falta de trabajo detrás. Como fan de la obra original no me cabe duda de que todos estos elementos que hoy consideramos una falta de pulido y trabajo, no son ni más ni menos que cierto homenaje a los títulos clásicos ya que desde el minuto 1 que nos sentamos frente al televisor con la tercera entrega y pese a los 18 ños de espera que hemos tenido que soportar los fans para disfrutar de la continuación de la franquicia, las sensaciones son las de estar frente a un título atemporal que nos evoca irremediablemente a los primeros títulos de la saga con todas sus consecuencias...algo muy meritorio sin lugar a dudas.

Pese a utilizar el Unreal Engine 4 como motor gráfico de desarrollo, y a sabiendas de los vistosos resultados a expensas de un rendimiento muy mejorable, Shenmue III se comporta bien en las consolas de actual generación. En el caso de PlayStation 4, versión que hemos podido probar para realizar este análisis, Shenmue III se mueve fluido con algún tirón apreciable por un framerate variable que siempre sobrepasa los 30 FPS mínimos exigidos esta generación. En el caso de PlayStation 4 Pro, Shenmue cuenta con un a mayor tasa de frames, resintiéndose también la estabilidad de los mismos al igual que en la versión estándar. Por el contrario, la resolución variable nos deja disfrutar de escenarios muy nítidos donde la distancia de dibujado nos deja apreciar con todo detalle elementos lejanos con un resultado más que notable.

 

JUGABILIDAD

Tanto las dos primeras entregas como esta continuación podrían describirse como tres títulos de mundo semiabierto, centrados en escenarios interconectados entre sí a través de un tiempo de carga que se ha reducido al máximo. En estos diferentes escenarios podremos interactuar con multitud de objetos y PNJ (personajes no jugadores) para ir avanzando en la historia ya sea por el alto e importante componente de exploración como a la hora de sumergirnos en unas barriadas y entornos que se sienten vivos.

En todo momento y como mencionamos atrás, el paso de las horas será un elemento clave durante toda la partida ya que, en función de la misma, podremos acceder a diferentes tiendas o emplazamientos cruciales para progresar en la historia. Es por eso que en todo momento dispondremos de una vista en miniatura de nuestro reloj en la parte superior derecha de la pantalla.

El factor de exploración en Shenmue III sigue teniendo la misma importancia que las pasadas entregas. Observar los elementos del entorno y hablar con cada uno de los personajes presentes en los diferentes escenarios nos proporcionarán diferentes informaciones y pistas sobre los siguientes pasos a seguir para avanzar en la historia (o por el mero hecho de obtener más información que nos sumerja en el universo del título).

Toda la información crucial que vayamos recopilando en nuestra búsqueda se irá anotando en nuestro diario, el cual nos servirá como guía y recordatorio de los siguientes pasos de nuestra investigación. Además, en este cuaderno, dispondremos de unas páginas iniciales donde encontramos números de teléfono e información con la que poder interactuar con otros elementos del juego. Este pequeño elemento dentro del juego nos deja claro, si somos insistentes en el, que la complejidad del juego y su inmensidad es más grande de lo que parece, pudiendo ver que hay centenares de lineas de diálogo y subtítulos que nos ayudan a conocer más de los personajes.

Al igual que en las anteriores entregas, Suzuki nos aporta a este pequeño pero vasto mundo, uno de los barcos insignia de Shenmue: Los minijuegos y los coleccionables. Es por ello que una vez más encontraremos repartidos y bien implementados en los diferentes escenarios multitud de ellos, como las míticas y ultraconocidas máquinas de gashapons con la que conseguir la colección de miniaturas, las diferentes máquinas de refrescos con premio incluido o los también conocidos recreativos de antaño donde podremos disfrutar de una serie de minijuegos originales no licenciados por Sega como antaño, participar en carreras de tortugas o fundirnos nuestros ahorros en unas máquinas de Pachinko algo primitivas y arcaicas.

Estos elementos arriba descritos y sus mecánicas son los que, por desgracia, los principales causantes de que Shenmue tenga un gran número de detractores que no sepan ver las bondades del título de Suzuki, calificando de manera errónea de "Simulador de paseos" sin ser capaces de ver las muchas bondades que el juego nos muestra después de las primeras horas de juego. Y es que no sólo explorar es importante. originalmente, Shenmue recibió el nombre en clave de Virtua Fighter RPG. Y es que Suzuki, padre de la famosa saga de lucha Virtua Fighter, quiso dar un paso más allá en el desarrollo de la franquicia, otorgando un toque RPG a su exitoso universo de luchadores pero cambiando el género de lucha por el exitoso RPG. Es por eso que en Shenmue habrá momentos para repartir tortas como panes.

Como buen hijo de su padre, Ryo posee habilidades y conocimientos de artes marciales que podrá en práctica contra un buen puñado de matones y mafiosos. Algunas de estas peleas se realizarán a través de cinemáticas y momentos Quick Time Event (una cinemática en la que deberemos pulsar el botón que aparece en pantalla lo más rápido que podamos), Este método de juego, implementado hoy día en decenas de juegos actuales, obtuvo su repercusión por primera vez en la primera entrega de Shenmue pero hoy día es un elemento un tanto anticuado. Aunque es cierto que el sistema de combate podría haber mejorado con respecto a sus predecesores, Suzuki ha decidido sabiamente mantener la más pura esencia de los juegos clásicos en esta tercera entrega...lo cual denota el cariño depositado en el título y al target al que va directamente dirigido: Los grandes fans de la saga que llevaban tantos años esperando esta continuación.

Además de los QTE, tendremos luchas en 3D al más puro estilo Virtua Fighter. Durante estos momentos dispondremos de los clásicos botones de patada y puñetazo, esquiva y agarre. Los movimientos básicos podremos emplearlos a modo de combo pero a medida que avanzamos en la historia iremos recibiendo lecciones y nuevos movimientos de otros personajes con habilidades marciales.

Como podéis ver, algunos de los elementos que conforman a Shenmue III en su jugabilidad son elementos estándar presentes hoy en franquicias más modernas y de éxito. Suzuki supo con su obra innovar en este aspecto y, elementos hoy comunes de los videojuegos actuales se fraguaron en Shenmue, consiguiendo así transmitir un legado a la industria al alcance de muy pocos títulos del pasado. Como bien queremos insistir, dichas mecánicas evolucionaron con el paso de los años. Esto hace que reencontrarse e pleno 2019 con mecánicas consideradas anticuadas puede resultar un fiasco o un jarro de agua fría para los recién llegados al universo Shenmue pero los jugadores clásicos, sabremos apreciar la decisión del director de ser lo más conservador y fiel a las mecánicas originales.

Desde su lanzamiento en Sega Dreamcast, Shenmue siempre ha venido a nuestro pais con la importante tara del idioma ya que, aunque sencillo, el título siempre ha llegado a España en inglés con subtítulos (también en inglés). Tras la oportunidad perdida de traducir al castellano los títulos remasterizados, por fin (y gracias a cumplir el objetivo de las donaciones) podemos disfrutar de al menos esta tercera entrega en perfecto castellano (subtitulado).

Pocas son las novedades que nos proporciona Shenmue III con respecto a sus predecesores en sus mecánicas. Además de la incorporación de la necesidad de comer por parte de Ryo (un tanto innecesaria) el resto de elementos de la jugabilidad se mantienen intocables. Desde los movimientos algo toscos a la hora de andar o caminar hasta los cambios de perspectiva para abrir cajones o recoger elementos del entorno (ahora marcados con un círculo rojo para indicar con mayor facilidad que podremos interactuar con dicho objeto) Shenmue III se mantiene fiel en su particular estilo de juego. Antaño Shenmue era un título para unos pocos jugadores que sabía apreciar la propuesta de Suzuki y con esta nueva entrega, las cosas no han cambiado en beneficio de los fans que esperaban con ansias revivir las mismas sensaciones frente al televisor que años atrás.

 

SONIDO

Si hay algo que no nos cabe la menor duda con respecto a esta tercera entrega, es el enorme cariño que ha depositado Suzuki para con los fans a la hora de desarrollar Shenmue III. Si a las mismas mecánicas e incluso un apartado gráfico y artístico que nos evoca a principios de siglo, Suzuki ha querido que en este apartado, Shenmue también prosiga con su estela de nostalgia. Y es que si bien el juego lo podemos jugar seleccionando los audios japoneses, Shenmue III será mucho más disfrutable para aquellos que crecieron con la saga al seleccionar las voces en inglés. La sensación de reencontrarse con el reparto original de los dos clásicos de Dreamcast es indescriptible.

Como mencionamos arriba, las secuencias de diálogo o cinemáticas son un tanto abruptas y rememoran a las secuencias clásicas de los primeros títulos. Del mismo modo, y así queremos pensar, los diálogos, el tono y el timbre del actor de doblaje que presta voz a Ryo (y a todos los actores que prestan su voz al resto de personajes del título) se mantienen exactamente igual que antaño. Takes un tanto planos y poco expresivos...con frases cortas que si bien hoy día podría considerarse como un mal doblaje, en Shenmue III otorga ese toque de nostalgia al interpretar las secuencias de diálogo exactamente igual que años atrás.

La banda sonora (exquisita y con toques orientales que nos recuerdan constantemente al país del arroz) si dispone de una limpieza y una calidad digna de lo que se merece este título.

 

CONCLUSION

Siempre es agradable ver de vuelta a un juego que, como Shenmue, es tremendamente esperado por los incontables fans de la franquicia que quedaron enganchados al largo y duro viaje de Ryo por encontrar al asesino de su padre. Con el lanzamiento de Shenmue III, muchos de los interrogantes quedarán resueltos, dejando un posible final abierto a futuros títulos (según declaraciones en el pasado, Suzuki concibió a Shenmue como una saga de cuatro entregas).

Es difícil valorar un juego tan esperado sin dejarse llevar por la nostalgia para cubrir posibles errores o defectos (tanto en su apartado gráfico como en su jugabilidad) dado el nivel de exigencia de los nuevos jugadores de hoy día. Shenmue III en este aspecto cuenta con carencias...o con homenajes según quiera el jugador verlo. Esto denota sin duda que el público al que va dirigido Shenmue III es aquel que, dejando de lado los cánones de cómo debe ser un videojuego de renombre con un gran presupuesto detrás, disfrutó las dos primeras entregas en su día y esperó pacientemente a que Suzuki diera continuación a una de las sagas más influyentes a lo largo de los años.

Shenmue fue, pese a sus pros y sus contras, una obra maestra adelantada a su tiempo que apostó por unas mecánicas de juego nuevas que, a raiz de ello, se han seguido manteniendo con el paso de los años. Hoy día Shenmue III, 18 años después, repite aquellas mismas mecánicas sin profundizar en ellas ni intentar mejorarlas lo más mínimo...algo que enojará a muchos pero que enamorará a los fans que depositaron sus ahorros y sus esperanzas en el regreso de la saga.

 

NOTA: 7.5