Análisis Dark Souls: Remastered

Título: Dark Souls: Remastered       Plataforma: PlayStation 4, Xbox One y PC

Genero: Action RPG                       Distribuidor: Bandai Namco

El pasado 2011 llegó a las estanterías Dark Souls, de a mano de los chicos de From Software. Siguiendo la filosofía del anterior Demon´s Souls, es indudable que este título dió paso a una de las sagas más importantes y conocidas de la historia reciente de los videojuegos, con una cantidad ingente tanto de adoradores como de detractores, pero sin dejar a nadie indiferente.

   Ahora la primera entrega de la saga vuelve de nuevo a las consolas, con este Dark Souls: Remastered, manteniendo intacto tanto su jugabilidad como su capacidad de retarnos, masacrarnos y, en ocasiones, incluso humillarnos, pero manteniendonos pegados al mando en todo momento a pesar de todo, junto con un gran lavado visual de cara, necesario tras tantos años. Veamos ahora qué puede ofrecernos esta nueva peregrinación a través de las tierras de Lordran.

 

HISTORIA

La historia es, obviamente, la misma que en el Dark Souls original. Encarnaremos a una persona afectada por la marca de los no-muertos. Estas personas no pueden morir, ya que vuelven a la vida tras su muerte. Sin embargo, a pesar de que puede parecer una bendición, tras cada muerte van perdiendo partes de alma, de su humanidad, hasta que acaban convertidos en seres huecos, vacíos, sin alma ni nada de lo que los hacía humanos, que únicamente siguen un único instinto, atacar y matar a toda persona que se cruce en su camino.

   Existe también una leyenda, la de un no-muerto que irá en peregrinación a las tierras de los antiguos Señores, que enlazará la llama de nuevo y roperá la maldición. Éste será nuestro objetivo, que se nos ofrece de una forma tan vaga como ésa. Esta manera tan difusa de explicarnos nuestro objetivo, sin que nos indique realmente qué debemos hacer o dónde debemos ir, es uno de los grandes aciertos del juego, ya que contribuye a darnos una sensación de estar realmente perdidos, malditos e, incluso, desesperados, que nos ayuda en gran medida a sumergirnos en el juego y la experiencia que supone.

 

GRÁFICOS


Antes de comenzar a hablar de este apartado, hemos de indicar que Dark Souks Remastered es, lógicamente, el mimos juego que el Dark Souls original, con algunos cambios. Por tanto, y para no alargarnos demasiado, vamos a ahondar únicamente en dichos. Si por alguna razón no conocisteis el juego origina, os remitimos al análisis que ya realizamos en su momento en esta misma página.

   Ahora bien, para entrar en faena debemos señalar que, en el apartado técnico, el juego no ha sufrido muchos cambios: se mantiene el mismo diseño de los mapeados, el mismo modelado de los personajes, etcétera. Sin embargo, lo que sí ha sufrido una importante mejora es su resolución, pasando de los 720p de la versión original a 1080p en PS4 y Xbox One, además de tener una resolución escalada a 4k en PS4 Pro y Xbox One X, siempre que nuestro televisor sea compatible, claro.

   También hemos de señalar que las texturas serán ahora mucho más claras y nítidas, por lo que podremos ver Lordran con una grandísima nitidez y detalle, mucho más que en la versión original.

   Por último también se ha mejorado el framerate del juego, con unos 60 fps estables, lo cual nos permitirá jugar con más fluidez y sin ninguna ralentización inoportuna, lo cual viene my teniendo en cuenta que el juego no perdona muy bien cualquier fallo que podamos tener.

 

SONIDO

En este apartado, Dark Souls Remastered no tiene ningún cambio con respecto a la versión original, con un gran uso de los silencios, una banda sonora de corte épico y de gran calidad para los momentos de tensión y un buen trabajo con el resto de efectos.

 

JUGABILIDAD

Con respecto al apartado jugable, os emplazamos de nuevo al análisis del Dark Souls original si es que acaso no conocéis el Dark Souls original, dado que lo que encontraremos en este Remastered es básicamente lo mismo, salvo unos pequeños detalles.

   Las novedades que se incluyen con respecto al título original son cambios menores, pero enfocados a hacernos la experiencia un poco más cómoda, como por ejemplo el poder usar varios consumibles de una vez. Cierto que no es un cambio especialmente grande, pero ya no tendremos que pasarnos varios minutos usando las almas que hbieramos ido recolectando, por ejemplo, lo que a partir de 3 o 4 era un verdadero engorro. También podremos cambiarnos de pacto desde cuañquier hoguera, mientras que en su momento debíamos ir de nuevo con el NPJ que nos lo daba para hacerlo.

   Donde sí hay más cambios es en la parte del multijugador. El principal es la implmentación de servidores dedicados, lo que mejora notablemente la estabilidad y fluidez del juego cuando interactuemos, positiva o negativamente, con otros jugadores. Tendremos también el Dedo reseco, un objeto que ya vimos en entregas posteriores de la saga, y nos permitirá invocar a un aliado más, al precio de que también podrá invadirnos un espectro oscuro adicional, amén de hacernos más propensos a dichas invasiones.

   También se incluye el contenido descargable que se sacó para Dark Souls, Artorias of the Abyss.

 

CONCLUSIONES


En este Dark Souls: Remastered se demuestra que Dark Souls es uno de estos juegos que son más que capaces de resistir el paso del tiempo. Nos permite verlo mejor que nunca, al tiempo que mantiene intacta una jugabilidad que era, y sigue siendo, realmente magnífica, en la que disfrutaremos de cada metro que logremos avanzar, ya que realmente nos lo habremos tenido que ganar.

   Si bien es cierto que se podría haber llegado a ofrecer más con esta remasterización, también lo es que no lo precisa. Es un trabajo más que correcto que nos ofrecerá una excusa genial para volver a pasar muchas horas de diversión (y unas cuantas de desesperación, también) ante nuestros mandos si ya disfrutamos de Dark Souls en su momento.

   Y si no lo hicimos, estamos sin duda alguna ante un título realmente obligatorio, uno de los mejores juegos tanto de la pasada como de la presente generación, y un juego que creó escuela y marcó un antes y un después.

 

NOTA: 8,8