La historia me recuerda un poco a una mezcla de Shadowrune y Cyber-Punk, donde las multinacionales terminan por obtener el control de los paises y las mejoras cibernéticas están a la orden del día.
Muy buen análisis, por cierto.
Título: Deus Ex: Human Revolution Plataforma: PlayStation 3, XBOX 360, PC
Genero: Acción, RPG Distribuidor: Koch Media
Hace ya once años que vió la luz el primer título de la saga Deus Ex. Y no tardó en convertirse en un título de culto para nuestros compatíbles, gracias a su original jugabilidad que aunaba lo mejor de los shooters en primera persona con el rol, además de una ambientación magnífica y un historia digna de una producción de Hollywood, además de muchísimas más virtudes. Tres años después llegó su secuela, también un título de una calidad más que notable, en la misma línea de su predecesor.
Pues bien, tras ocho años desde la salida de Invisible War, ha llegado al mercado Deus Ex: Human Revolution, la última entrega de la saga. Muchas son las expectativas de los aficionados de la saga después de tanto tiempo. Veamos ahora si Human Revolution a logrado alcanzar el alto listón dejado por los dos títulos anteriores.
Estamos en el año 2027, lo que nos sitúa antes de los eventos sucedidos en el primer Deus Ex. Los gobiernos tienen cada vez menos poder frente al poderío de las multinacionales. Una nueva y polémica tecnología agita el mundo: se trata de la tecnología de los aumentos, implantes biomecánicos que permiten sobrepasar las capacidades humanas. La sociedad está dividida ante este tema, con numerosos detractores, en algunos casos incluso violentos, que alegan que los aumentos son antinaturales, que roban a la gente lo que los hace humanos convirtiéndolos en máquinas. En muchos sectores de la sociedad los aumentados son vistos como poco más que apestados, parias a los que se mira con descofianza y temor.
Y es en este ambiente sociopolítico donde nos pondremos en la piel de Adam Jensen. Antiguo miembro de los SWAT, Jensen se ve obligado dejar el cuerpo de policía tras un incidente que acabó mal. Después de su expulsión Jensen acaba reconvertido en jefe de seguridad de Sarif Industries, una gran empresa internacional especializada en la emergente tecnología de los aumentos.
Sin embargo, la noche antes de que la doctora Megan Reed, principal investigadora de SI y la persona con la que Adam mantiene una relación, haga un anuncio revolucionario, algo podría estar al nivel de los descubrimientos de Newton o de Bohr, los laboratorios son atacados de una forma repentina. Jensen corre a comprobar la situación, sólo para acabar callendo ante una fuerza de asalto compuesta por aumentados. Dado por muerto por su atacante, lo último que ve Jensen antes de caer inconsciente es el asesinato de Megan.
Con gravísimas heridas, más allá de cualquier posibilidad de salvación, Sarif se ve obligado a operar a Adam y a insertarle una gran cantidad de implantes en el cuerpo. Una pierna y ambos brazos son sustituídos por implantes biomecánicos, además de añadírsele numerosos implantes en el corazón, los pulmones, el sistema nervioso y un gran catálogo de mejoras neuronales. Jensen consigue salvar la vida a cambio de convertirse en un aumentado.
Y es a partir del primer día de trabajo de Adam tras su recuperación que se despliega la historia. Es una historia sólida, profunda, que ya quisiesen para sí muchas de las producciones de Hollywood. Partiendo de la base de la bioética, de qué nos hace humanos y hasta qué punto puede jugarse con ello, nos abriremos paso entre una maraña de intrigas políticas y empresariales, de ataques terroristas y espionaje industrial.
Sin duda, una historia muy cuidada e interesante, que nos atrapará desde el primer momento. Uno de los grandes aciertos del título.
Aunque a nivel técnico este Human Revolution cumple sin excesivos problemas, hay que decir que es el apartado en el que quizá flojee más, dándonos una de cal y otra de arena. El diseño de los personajes es bueno, sobre todo artísticamente hablando además de ser coherente con la ambientación del juego (ambientación que por otra parte es otro de los puntos fuertes del título, todo sea dicho). En contrapartida, el modelado de los personajes no es nada del otro mundo, quedándose en un honroso correcto, aunque quizá se quede algo corto frente a otros juegos actuales.
Las texturas de los modelos no son tampoco como para tirar cohetes, siendo en general bastante simples. Pero para compensar, el modelado y texturizado de los escenarios, plagados de detalle hasta rozar el exceso y con un diseño inpresionante, está mucho más cuidado. Esto hace que la simplicidad en las texturas de los personajes nos sea aún más visible, al contrastar con el escenario.
Por otra parte, los escenarios tienen un diseño magnífico, como ya se ha dicho, plagado de detalles y de caminos posibles para acercarnos a nuestro objetivo desde cualquier ángulo. Sin embargo, también hay que señalar que las ciudades por las que nos moveremos entre misión y misión son bastante pequeñas, además de no estar tampoco pobladas en exceso. Esto puede restarles algo de espectacularidad, aunque por lo demás los escenarios son de lo mejor del juego en este apartado.
Resumiendo, gráficamente Human Revolution cumple con su función sin problemas, y más teniendo en cuenta que el título basa su solvencia en la historia y el apartado jugable más que en el técnico. Sin embargo, si lo analizamos por separado el apartado técnico acaba dejando un sabor agridulce, ofreciendo un acierto por cada defecto; en definitiva, la tercera entrega de Deus Ex no consigue mantenerse al nivel gráfico de otros títulos actuales.
Muy pocas pegas pueden ponérsele a este Human Revolution en el apartado auditivo. La banda sonora del juego es francamente buena, con unos temas magníficos, épicos, con el mismo estilo de las entregas anteriores. Es una banda sonora digna de una proucción cinematográfica, y de una de las buenas además. En cuanto a los efectos sonoros, son más que correctos, sin poder achacarles tampoco nada malo.
Las voces, además, están perfectamente dobladas al castellano, con un excelente trabajo de doblaje. Es cierto que la sincronización labial brilla por su ausencia en muchas ocasiones, y que algunas de las voces no acabarán de cuadrarnos con los personajes que las emiten, pero en su inmensa mayoría las voces están perfectamente integradas a sus gargantas virtuales. Y también hay que reconocer el esfuerzo de Eidos Montreal en este aspecto al escuchar en todas y cada una de las frases la entonación que requieren, no como ocurre en otros títulos en que parece que la labor de doblaje ha recaído en el típico programa de lectura de textos para invidentes, frío y enlatado.
En definitiva, una banda sonora magnífica, un apartado sonoro sin fallos y un doblaje de una calidad muy alta.
Los chicos de Eidos Montreal han logrado mantener intacta la esencia de la jugabilidad de los anteriores Deus Ex. Por tanto, una de las principales cosas de las que hemos de hablar al tratar de su apartado jugable, es de la libertad. Tendremos la libertad de realizar nuestros objetivos de la forma que creamos más conveniente, ya sea a tiro limpio (a fin de cuentas Human Revolution es un FPS en su base, por lo que esta es una opción perfectamente válida en cualquier momento) o recurrir al sigilo para abrirnos paso evitando problemas o evitar que nos detecten hasta que podamos atacar en silencio a nuestros enemigos. Simpre dispondremos de algún camino alternativo cercano, si es que queremos buscarlo; una rejilla de ventilación, una alcantarilla, una pared débil que podemos atravesar gracias a nuestros implantes, alguna azotea a la que podremos acceder para pasar sobre nuestros enemigos sin que nos vean... Siempre tendremos a nuestra disposición varias rutas para poder avanzando, de nosotros depende cual elijamos. Y recalcar que no hay una manera correcta de hacer las cosas, solo hay un objetivo que tendremos que alcanzar como mejor veamos.
En este punto, una de las novedades que ha integrado Eidos Montreal a la fórmula original es la del uso de las coberturas; esquinas, cajas, mesas y otra ingente cantidad de objetos que podremos utilizar para evitar caer ante una lluvia de plomo o poder controlar la posición y movimientos de los enemigos. Cada vez que nos cubramos con algo, el juego pasará a ua perspectiva en tercera persona, lo que nos permitirá observar nuestro entorno de una manera más acertada y certera, algo muy útil tanto para poder pasar inadvertidos por algún ritio como para poder llevar de una forma eficiente los tiroteos. Este cambio de perspectiva supone un gran acierto, facilitando las cosas al jugador e integrado con la jugabilidad de una forma tan perfecta que ni siquiera los más acérrimos seguidores de la saga podrán enconrarle alguna pega una vez que lo prueben.
Pero la libertad que nos ofrece el título no se queda sólo en elegir la forma que queramos de derribar o no a un enemigo. También nuestras decisiones afectarán a la historia. A fin de cuentas esto fue el mayor aliciente del primer Deus Ex, por lo que debía de mantenerse en sus secuelas. Por tanto, podremos ver las consecuencias de lo que hagamos, e incluso de lo que no hagamos o de lo que hayamos tardado de más en hacer, reflejadas en el mundo. Sin embargo también hay que señalar que las consecuencias de nuestros actos en este Human Revolution serán menos, digamos, dramáticas que en sus predecesores. Como ya hemos dicho, podemos ser dueños de nuestro destino como a través de toda la saga, pero así como en los dos primeros títulos las consecuencias de nuestras decisiones se iban haciendo cada vez más grandes a nivel global, en Human Revolution serán más de un nivel más local, afectando a Adam de una forma más directa que al resto del mundo. Eso no quiere decir que nuestras acciones no vean eco, ojo, sólo que será algo más modesto mundialmente hablando que en anteriores entregas.
A lo largo del juego iremos ganando puntos de experiencia de múltiples formas, principalmente por cumplir con las misiones principales o secundarias, así como por derribar enemigos, pero también podremos ir recibiéndola por muchas otras acciones, como por explorar algún rincón escondido o conseguir pasar por una zona totalmente inavertido, por nombrar unos ejemplos. Una vez que tengamos suficiente ganaremos un punto de Praxis, un programa informático que podremos emplear para actualizar el funcionamiento de nuestras mejoras. Gracias a esto podremos personalizar a Adam para ajustarlo a nuestro estilo de juego sin ningún problema. Tendremos una gran cantidad de opciones donde elegir, desde mejorar nuestros fuerza para poder levantar objetos pesados o llevar más cosas en el inventario, mejorar nuestra pierna biomecánica para saltar o correr más o decantarnos por mejorar nuestras mejoras neuronales para poder piratear puertas y ordenadores de una forma más eficiente o mejorar nuestras posibilidades de obtener lo que queremos en una conversación.
Siempre que tengamos que abrir una puerta o un ordenador siempre podremos buscar la contraseña requerida en alguna agenda personal perdida o en algún e-mail que encontremos en otro ordenador. Sin embargo, la mayoría de las veces no contaremos con la contraseña necesaria, por lo que deberemos recurrir a nuestros implantes para poder piratearla. Para ello tendremos que recurrir a un minijuego en el que nos moveremos dentro del ordenador, entre nodos y archivos, vigilando la probabilidad de que el sistema nos detecte según la complejidad del nodo al que queremos acceder. Podremos utilizar un par de tipos de virus para ayudarnos en nuestras labores de infiltracón informática, pero, en caso de que el sistema nos detecte, tendremos que lograr acceder a nuestro objetivo o desconectar antes de que el sistema nos rastree si no queremos que el terminal se bloque durante un tiempo y que cualquier enemigo cercano se percate del percal. Si bien hay que decir que este minijuego puede parecernos extraño en un primer momento, una vez que le pillamos el punto (para lo cual tampoco tardaremos demasiado, la verdad) podemos ver que es francamente entretenido e interesante. Más de una vez preferiremos piratear un terminal aúnpesar de tener la clave correcta.
También es interesante hablar sobre las conversaciones. Principalmente tendremos vrias opciones para elegir a la hora de abrirnos camino en la conversación de turno, al más puro estilo Dragon Age o Mass Effect, por poner algún ejemplo. Sin embargo de vez en cuando nos encontraremos con una conversación importante, una en la que queramos obtener algo concreto de nuestro interlocutor, algo que no esté dispuesto a ofrecernos facilmente. En ese caso tendremos que conseguir convecerlo para obtener nuestro objetivo, para lo cual tendremos que decirle lo que quiere oir. En ese caso se bre ante nosotros una auténtica batalla dialéctica en la que tendremos que juzgar el estado de ánimo de nuestro rival por sus gestos para poder adivinar hacia dónde tenemos que llevar la conversación. En un momento dado siempre podemos invertir un punto de praxis en una mejora que nos permitirá monitorizar algunas constantes y el lenguaje corporal de la otra persona, lo que nos dará un perfil psicológico sencillo de nuestro rival parlante. Sin embargo también hay que señalar que algunos se resistirán con uñas y dientes, y no ns lo pondrán fácil con o sin mejora. Esto hace que estas conversaciones sean sumamente interesantes.
Eidos Montreal ha hecho un gran trabajo con esta última entrega de la saga Deus Ex. Consigue mantener la esencia de sus predecesores, lo cual contentará a los seguidores de la saga. Además, incluso para aquellos que no conozcan la serie, Human Revolution se mantiene como un título muy atractivo por méritos propios. Una historia impresionante y una jugabilidad sólida, sin fisuras, son los principales reclamos de un título con una gran capacidad para atraparnos tras los mandos. Lo dicho, un título altísimamente recomendable para cualquiera, sea seguidor de la saga o no.
PROS
CONTRAS
La historia me recuerda un poco a una mezcla de Shadowrune y Cyber-Punk, donde las multinacionales terminan por obtener el control de los paises y las mejoras cibernéticas están a la orden del día.
Muy buen análisis, por cierto.
Excelente análisis GodRage, sin duda tu análisis me hace pensar que es uno de los mejores títulos del año. Por cierto la historia de este titulo me parece de lo más interesante.
Jugué al primero y fue como una brisade aire fresco en un género que creíamos que no podía dar más de si. El primer Deus EX impartió cátedra y muchos títulos conocidos de hoy día han copiado su jugabilidad. La segunda parte no llegué a jugarla, pero este, al ser una precuela, podré jugarlo igualmente.
Enhorabuena por el análisis ;)
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