Análisis Assassin’s Creed IV Black Flag

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Título: Assassin's Creed IV Black Flag        Plataforma: Nintendo Wii U

Género: Aventura, Sandbox                     Distribuidor: Ubisoft

Después de cerrar la trilogía de Ezio Auditore con la entrega Assassin’s Creed: Revelations en 2011, el pasado año Ubisoft nos sorprendió con Assassin’s Creed III donde cambiaba el protagonista, marco histórico y continente, y con esto obtuvieron la entrega de la franquicia que más rápido ha vendido llegando a alcanzar 12 millones de unidades.

Ubisoft intenta volver a sorprendernos este año con Assassin’s Creed IV Black Flag, un título que llega a la consola de sobremesa de Nintendo Wii U para trasladarnos a una aventura donde surcaremos por los mares Caribe a bordo de nuestra embarcación en el apasionante mundo de la piratería. ¿Tenéis lista vuestra patente de corso?

 

HISTORIA

 

La historia de Assassin’s Creed IV Black Flag nos traslada al año 1715 para ponernos en la piel de Edward Kenway, un joven británico con sed de aventura que se convierte en un capitán pirata tras abandonar la Marina Real, y así conseguir fortuna en el Caribe. Para quienes jugasteis a la anterior entrega, Edward Kenway es en realidad el abuelo de Connor Kenway, protagonista de Assassin’s Creed III. En esta nueva aventura los Templarios y la Hermandad de Assassins vuelven a enfrentarse, con nuestro protagonista como eje principal, aunque no llegará a implicarse demasiado en esta guerra, actuando siguiendo sus propios intereses para seguir una trama repleta de cartas de navegación y engaños, con el único objetivo de recorrer los mares en la Edad de Oro de los piratas. Una época que no podía suceder sin la aparición de algunos de los piratas mas infames y conocidos de la historia como Barbanegra, Benjamin Hornigold, Chales Vane, etc.

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Como ya sabéis los que habéis jugado a las diferentes entregas de esta franquicia, el trasfondo histórico es una simulación basada en el código genético de las personas, para ello haremos uso del Animus, la maquina que permite situarnos en estos recuerdos y vivirlos en primera persona, pero en esta ocasión no controlaremos a Desmond Miles después de cerrar su parte del guion en la anterior entrega, sino que en escena aparecerá un nuevo trabajador de Abstergo Entertainment, dedicado a desarrollar comercialmente las experiencias que vivimos en Animus. Desde una perspectiva en primera persona, el jugador se introducirá directamente en la acción de una manera completamente subjetiva.

 

GRÁFICOS

 

Gráficamente Assassin’s Creed IV se trata de uno de los juegos del año, el diseño de los personajes, escenarios, animaciones, todo es espectacular. Esto es sin duda gracias a que se  han incluido nuevos elementos escenográficos, ya que en ésta ocasión se presenta ante nosotros un medio natural que recrea perfectamente el Caribe del Siglo XVIII, con escenarios cargados de belleza y gran colorido, destacando por la enorme frondosidad de la vegetación de las islas o las bellas aguas azules del mar. No podemos dejar de comentar lo fantástico, que resulta ver salir o ponerse en sol a bordo del barco, o ver una enorme ballena emerger a la superficie o, incluso navegar por la noche a la luz de la luna.

En especial, en esta ocasión cobran más importancia los efectos meteorológicos, totalmente recreados tanto en las ciudades como en el mar, ya que al tratarse del Caribe, una tormenta puede desatarse en apenas unos segundos de forma convincente, además la física de los barcos cuando nos enfrentamos a una ola gigante han sido perfectamente recreadas.

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Como ya ocurría el año pasado, los movimientos de nuestro protagonista se adaptan total naturalidad al ramaje de los árboles y de los diferentes escenarios. Pues bien, la soltura con la que camina por las ramas o se sitúa sobre ellas, sobre todo cuando son dos a la vez es una de las mayores sensaciones de movilidad nunca antes vista en un videojuego. Evidentemente, aún queda mucha mejora posible como la recreación de las caras, o ciertas animaciones, como por ejemplo la de nadar que resulta poco creíble y que esperamos que en futuras entregas se mejore.

La versión para Wii U tiene cierta bajada de frames en zonas abiertas cargadas de vegetación o simplemente en amplias zonas con muchos efectos de iluminación, algo que sin duda aunque desmejora el acabado general aunque está por encima de lo que podemos ver en las consolas de pasada generación.

 

SONIDO

 

Uno de los puntos más consolidados de ésta entrega es sin duda alguna el gran trabajo que se ha realizado con el sonido. Se ha elegido una OST que encaja perfectamente con todo lo que sucede en cada momento, de manera rica, variada e intensa en muchos momentos, logrando una completa sincronización entre nuestras acciones y las de nuestro alrededor. Como si de una película se tratase Ubisoft ha cuidado éste aspecto, de cara a sus andadas futuras en el mundo del séptimo arte.

En lo referente a su doblaje al castellano, es meritorio por la gran cantidad de actores de de doblaje distintos que podemos encontrar en lugares como los mercados y unos personajes muy bien doblados, aunque superiores en su versión original. Lo cierto es que en nuestro idioma tiene ciertos altibajos, por desapariciones de efectos de sonido y asincrónicas labiales que son especialmente visibles cuando las cinemáticas aparecen en primer plano.

 

JUGABILIDAD

 

Assassin’s Creed IV Black Flag acoge más que ninguna otra entrega de la saga el mundo abierto, con ciudades y escenarios naturales de gran tamaño, pero claramente diferenciados en un mundo gigantesco. Este escenario cuenta con más de 70 localizaciones en tierra y el enorme mar del Caribe que explorar a bordo de nuestro barco. En esta ocasión contaremos con tres ciudades principales La Habana, Nasáu y Kingston con enormes calles y una la mezcla perfecta entre edificios coloniales y naturales. Además a esto tenemos que añadir una isla pirata propia, que iremos mejorando mediante la compra de comercios y la restauración de la hacienda.

El núcleo jugable de esta nueva aventura es sin duda movernos por el mundo surcando los mares a bordo de nuestro navío Jackdaw. Con este nos enfrentaremos en majestuosas batallas navales, cargadas de acción y por supuesto participaremos en búsquedas secundarias que tienen relación con nuestro barco.

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Para conseguir dinero con el que comprar nuevas armas o mejorar nuestra embarcación, tendremos que abordar otros barcos, o incluso robar materias primas entra las que se incluye el ron o el azúcar, con el único objetivo de cambiarlas por monedas. En definitiva, la economía se vuelve más importante que nunca, porque resulta crucial para mejorar nuestro navío y así poder atacar embarcaciones con cargamentos mayores. Además estas mejoras serán indispensables para avanzar en nuestra aventura, hasta el punto que solo podremos comenzar ciertas misiones si tenemos estas mejoras ya implantadas.

El control de las batalles navales ha mejorado en relación a lo visto el año pasado. El sistema de combate también ha recibido importantes mejoras, además de que nos ofrece la posibilidad de abordar los barcos, aunque para lograrlo antes tendremos que observarlos con nuestro catalejo para saber el grado de dificultad que tienen según la carga que llevan. Las batallas como ya hemos comentado, tienen especial importancia, para ello la resistencia y armamento de nuestro barco será el elemento clave a la hora de ganar en un uno contra uno. Pero en ocasiones también habrá otros factores en juego, como varios barcos a la vez, que exista un fuerte naval cerca o incluso que en medio de una batalla se desate una gran tormenta. El arsenal de ataque se vuelve muy completo, con diferentes tipos de armamento: diferentes tipos de cañones y balas, además de barriles explosivos, artillería pesada y morteros. Por supuesto, todas estas armas son mejorables o incluso añadir un almacén mas grande para llevar más recursos.

A la hora de abordar los barcos, tendremos que debilitarlos lo suficiente para posteriormente acercarnos e iniciar una batalla en la que tenemos varios objetivos que superar, como acabar con el capitán, destruir barriles explosivos, conseguir su bandera o acabar con 10 enemigos. A esto hay que añadir, que como ocurría en la realidad, estas batallas acabaran con parte de nuestra tripulación, por lo que es indispensable conseguir más rescatando náufragos, liberándolos en batallas o simplemente contratándolos en tabernas.

El juego también cuenta con ciertos minijuegos, como la caza de ballenas y tiburones en una barca usando arpones, la búsqueda de barcos hundidos con importantes tesoros usando una campana de buceo, y la posibilidad de modificar nuestra embarcación Jackdaw, con velas, mascarones, timones, etc. A esto también hay que añadir que el juego contará con puntos de viaje rápido, con los que recorreremos el mapa de forma rápida, algo que al ser un mundo muy grande es de vital importancia. Y por supuesto, la caza templaría, acabar con un blanco, pelear en tabernas, asaltar almacenes de recursos, buscando a quien posee la llave para robársela, asaltar fuertes navales primero en barco y luego a pie. Y todo con el añadido de la búsqueda de objetos coleccionables, como tesoros, manuscritos, mapas del tesoro, partituras, botellas con una carta en su interior y objetos del Animus.

El control del personaje no cuenta con novedades significativas, con un sistema de combate prácticamente idéntico a lo visto el año pasado, con una exploración y plataformeo más brusco aunque compensado por la facilidad y agilidad que otorgan unos escenarios mejor diseñados. El sigilo vuelve a ser protagonista, con especial importancia de la vista de águila, seña de identidad desde la primera entrega y que será útil para no perder de vista a los enemigos en secciones de sigilo o para ver zonas en las que nos podemos ocultar. A esto tenemos que añadir un nuevo movimiento para apoyarnos  en las esquinas y permanecer ocultos, o la cerbatana que será necesaria para dormir o enloquecer a enemigos. Pero la cosa no acaba aquí, puesto que podremos cazar animales, cuyas pieles nos servirán para mejorar diversas características de nuestro personaje, como una mayor munición para nuestra pistola, bombas de humo o incluso aumentar nuestra vida.  

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Sin duda estamos ante un juego muy extenso, con la mayor cantidad de contenidos de toda la saga, cuya historia principal podremos acabar en unas 15 horas de duración, pero que si queremos desbloquear al 100% estaremos muchas más horas dedicadas a ver todas las localizaciones y superar todas las misiones secundarias.

El multijugador está centrado en la Game Lab, un lugar donde podemos crear nuestros propios modos de juego o descargarnos los creados por otros usuarios. A partir de los modos ya existentes como: Se busca, Duelo a muerte, Asesinar, Cacería, etc,  nos dará la opción de modificar todo tipo de parámetros, como la duración, eliminar sonidos de susurros y latidos, habilidades que se puedes usar en las partidas o modificar los sistemas de puntuación. La otra gran novedad es la mejora del modo Manada, un cooperativo a cuatro jugadores ganando el que consiga mejores puntuaciones y un modo historia con 8 misiones.

Que duda cabe que el mayor atractivo de ésta versión no es otro que las prestaciones que ofrece Wii U gracias a su GamePad. La translación al GamePad de los elementos como la interfaz y el inventario no estorba en absoluto al desarrollo de la acción. Todo ello se seleccionará de forma táctil, con lo que los usuarios que procedan de otras consolas de sobremesa tardarán algo más en acostumbrarse a éste tipo de cambios en el control, aunque para nada es un proceso de adaptación lento ya que el periférico de Wii U está perfectamente diseñado para jugar.

El juego también cuenta con la función Off-TV que nos permitirá jugar sin usar la pantalla del televisor, puesto que podremos usar la pantalla del mando como si de un televisor se tratase. Con esta opción los gráficos pierden bastante calidad, pero se notan menos las bajadas de frames. Además el título hace uso de la red social Miiverse, lo que nos permite publicar comentarios en la comunidad, dar a conocer algún detalle o simplemente solicitar consejo.

 

CONCLUSIONES

 

Assassin’s Creed IV Black Flag para Wii U mejora lo visto en anteriores entregas, aunque con un argumento algo más flojo de lo que esperábamos, que se compensa sobradamente con su divertida y extensa jugabilidad. Además de las opciones que nos ofrece con el Wii U Gamepad para el modo Off-TV o inventario. Su apartado gráfico también ha recibido una vuelta de tuerca a lo visto en las anteriores entregas de la franquicia para hacerlo aun más vistoso y colorido.

En definitiva, estamos ante el mejor simulador de piratas visto hasta la fecha, que atrae por su ambientación, surcar los mares capitaneando un barco y las enormes posibilidades de mejoras y personalizaciones que ofrece de nuestro personaje, embarcación y armamento que logrará que te imagines, por un momento, convertido en un auténtico pirata.

 

NOTA: 8,8