Análisis Assassin's Creed III

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Título: Assassin's Creed III                   Plataforma: PlayStation 3, XBOX 360 y PC

Género: Aventura, Sandbox                  Distribuidor: Ubisoft

Cinco años han pasado ya desde que saliera a la venta uno de los títulos más mediáticos de todos los tiempos. Assassin’s Creed ofrecía una dinámica nunca antes vista que bebía de numerosos títulos pero que conseguía crear un producto único y con mucho carisma. Llega el Assassin’s Creed más completo hasta la fecha, el más realista y el más épico. Espíritu salvaje, mentalidad civilizada.

 

HISTORIA

 

Hemos visitado las Cruzadas con Altair, el Renacimiento con Ezio, pero sin duda alguna, es en ésta entrega donde se detalla con mayor realismo una de las épocas más significativas de la Historia de la Humanidad, La Guerra de la Independencia Americana, donde por su puesto deberemos desbaratar una vez más los planes de los Templarios. Es aquí donde interviene Connor Kenway, (el nuevo antepasado conocido de Desmond Milles), mitad británico mitad mohawk, que a través del nuevo Animus 3.0 podremos revivir 30 años de su historia en el nuevo mundo.

Connor se ve obligado a intervenir en la eterna lucha entre Asesinos y Templarios cuando los colonizadores arrasan su pueblo.  Algo nunca antes visto, ya que ahora intervienen motivos de peso, motivos personales, morales, de venganza, que han influído de manera colosal en la personalidad de Connor y que son los pilares fundamentales en el inicio de su odisea contra los Templarios.

Le han arrebatado todo, su familia, su hogar, su vida. El instinto de supervivencia y su habilidad con el arco y el tomahawk son lo único que resta en la vida de Connor, y  gracias a la figura enigmática de Haytham , al que controlaremos durante las primeras horas de juego a modo de prólogo,  Connor explota el potencial que poseía, y una vez completado su adiestramiento, asumirá las órdenes de la Hermandad de Asesinos para llevar a cabo su venganza contra los colonizadores ingleses.

Se trata por tanto del personaje con más profundidad hasta la fecha, y sin menospreciar en ningún momento a sus antecesores, la vida de Connor se narrará a lo largo de 30 años, todo ello en una misma entrega, visitando los lugares más emblemáticos de una tierra que si bien era virgen, recientemente ha sido desvirgada por el afán colonizador británico. Connor no estará solo y al igual que en los títulos anteriores se pondrá en contacto con personalidades de la época como George Washington, Benjamin Franklin, Thomas Jefferson, Paul Revere, William Prescott o el mismísimo rey Jorge III.

Ubisoft ha creado un gran argumento, digno de los mejores estudios de Hollywood, en el que se enhebran de una forma sublime todas las relaciones entre personajes con Connor, así como las batallas que hicieron posible la rendición de los británicos y la constitución de los americanos como Nación Independiente. La historia más grande nunca contada por Ubisoft, protagonizada por Connor, protagonista en la sombra de la Guerra de la Independencia Americana.

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GRÁFICOS

 

Gráficamente Assassin’s Creed se trata de uno de los juegos del año, el diseño de los personajes, escenarios, animaciones… es espectacular, aunque todo tiene un pero y es que si bien destaca sobresalientemente en diseño no lo hace así en funcionamiento. Tal vez sea el punto negativo más reseñable de ésta tercera entrega, ya que el desarrollo a partir de cero gracias en parte al nuevo motor ANVIL NEXT  no se ha pulido de la forma que debería para un título en el que llevan trabajando cerca de tres años.

Assassin’s Creed 3 se ha diseñado desde cero, obviando cualquier tipo de animación ya incluída en los títulos anteriores. Y el ejemplo más claro de ello es el propio Connor. Ubisoft ha incluído en el diseño del mestizo más de 1.000 nuevas animaciones, creando el asesino más agil y diestro que hayamos visto hasta la fecha en la saga. Los movimientos son muy fluidos, muy realistas y la forma en la que Connor se mueve tanto por los medios boscosos como por los urbanos es sencillamente espectacular.

Se han incluido nuevos elementos escenográficos en Assassin’s Creed III, ya que en ésta ocasión se presenta ante nosotros un medio natural, no urbano como son los terrenos vírgenes boscosos de América. Por ello, Ubisoft ha tenido que crear nuevos movimientos para Connor, ya que el ramaje de los árboles constituye un entorno irregular y nuestro protagonista deberá adaptarse a ellos con total naturalidad. Pues bien, lo han logrado, la soltura con la que Connor camina por las ramas o se sitúa sobre ellas, sobre todo cuando son dos a la vez es una de las mayores sensaciones de movilidad nunca antes vista en un videojuego y ello es uno de los símiles que ha llevado a cabo el estudio canadiense (Ubisoft Montreal) de la libertad que otorga el bosque.

Pero no sólo en los bosques se han introducido novedades ni mucho menos. La movilidad de Connor en las ciudades es quizás la más dinámica de todas las vistas hasta ahora en la saga, hasta el punto de que ya no sólo podremos movernos por fuera de los edificios cuando huimos, sino que en ocasiones podremos atravesar una ventana desde un tejado, correr a través del pasillo del edificio y salir por otra ventana, todo un lujo para los aficionados del parkour, creado en Francia, al igual que Ubisoft, casualidades de la vida.

 Sin embargo en ocasiones, tal vez más para aquellos no tan asiduos a la saga les costará un poco adaptarse a la gran posibilidad de acciones que puede llevar a cabo Connor a la hora de trepar, saltar y correr, ya que podremos escalar sobre casi cualquier elemento y tal vez en ocasiones nuestro personaje se mueva en una dirección en la que no queremos. Errores personales aparte, el nuevo motor luce de maravilla mostrando ciudades muy bulliciosas como Boston (la primea que visitaremos) o Nueva York plagadas  de NPCs en las que cada uno de ellos se mueve con independencia, dejando a un lado la sensación de repetitividad de personajes no jugables que por norma se suele producir en el 90% de los títulos.

Otra de las novedades fundamentales que permite el nuevo motor Anvil Next es la de la implementación de efectos meteorológicos en la franquicia, en especial la nieve, que además de un buen elemento visual se trata de una de las herramientas fundamentales de Connor a la hora de perseguir a sus enemigos heridos a través del bosque.

Como bien decimos, es el título más potente de Ubisoft hasta la fecha, sin embargo los constantes bugs empañan en ocasiones la calidad general del título. Bugs que por su repetitividad pueden estropear la movilidad de Connor, como por ejemplo que nuestro personaje se quede clavado en un lugar, o fallos de sincronización (sobre todo en las contiendas) en las que en ocasiones golpearemos al aire o a una zona en la que nuestro enemigo nos queda de espaldas y éste se verá afectado por el golpe.

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También resaltar que en las animaciones en las que intervienen personajes  a través de diálogos, desde muy poco avanzado el juego (la tercera escena, nada más lejos) se producen fallos en la sincronización labial muy graves, como pueden ser que al capitán de nuestro barco, que nos está dando una reprimenda de las de la Chaqueta Metálica no mueva en ningún momento la boca.

En tan sólo 45 minutos de juego ya hemos experimentado numerosos bugs, en concreto, las armas se quedan flotando cuando derrotamos a nuestros enemigos, nuestro personaje deja de moverse, debiendo reiniciar la secuencia, además debido a la gran extensión de los mapeados se ha reducido la perspectiva que tenemos sobre ellos, destacando que en las grandes ciudades como Boston si observamos los edificios que se encuentran aproximadamente a 30 metros de nuestra posición, éstos aparecen carentes de detalle alguno, nublados todos ellos por una niebla, de la que parece que Ubisoft ha sacado un rendimiento fuera de lo común. Se trata por tanto de uno de los aspectos negativos de ésta entrega, empañando como bien hemos dicho los grandes resultados que da el nuevo motor Anvil Next. Una gran cantidad de fallos que en Ubisoft deberían haber tenido en cuenta antes de lanzar el juego a la venta y tal vez sea lo que lo distancie de ser Juego del Año.

Tal vez sea por el cúmulo de situaciones, el intentar abarcar un escenario nunca antes visto en la saga por sus dimensiones, la gran profusión de NPCs y las nuevas posibilidades de Connor, lo que ha llevado a que Assassin’s Creed III sea el título con más defectos de funcionamiento gráfico de la saga.

No obstante no se puede decir que gráficamente no cumpla con las expectativas, ni mucho menos, sólo aclarar que éstos defectos son los que declinan la balanza a favor del notable en detrimento del sobresaliente. Sobresaliente que por otra parte sí que se lleva la recreación de las batallas navales que llevaremos a cabo, con unos efectos metereologicos que mostrarán con total realismo las inclemencias del tiempo en alta mar y el rugir de los cañones de las embarcaciones.

 

JUGABILIDAD

 

Ubisoft prometió crear el Assassin’s Creed mayor visto hasta la fecha y lo han cumplido a rajatabla, la tercera entrega numerada de la saga se consolida como un sandbox de dimensiones extraordinarias, que se equipara en dimensión a la trascendencia de los sucesos narrados.

Es por ello que se ha conseguido dotar a Connor de aptitudes con las que no contaban sus predecesores, como una mayor agilidad y velocidad para desplazarse en los diferentes entornos que visitaremos durante la aventura. Para aquellos que no conozcan la saga, decir que todos los movimientos del protagonista están inspirados en el Parkour, la corriente urbana nacida en Francia y que ha sido la principal fuente de información de todos los protagonistas de la saga Assassin’s Creed hasta la fecha.

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La facilidad para controlar a Connor por todos los mapeados es sencillamente uno de los puntos fuertes de ésta entrega, ya que además de aprovechar las virtudes de Altair y Ezio se han estilizado sobremanera dotando a nuestro protagonista de una gracilidad muy realista, fluida y coordinada tanto en el medio urbano con el forestal. Ello es gracias en parte a los  movimientos automáticos  de Connor, que permiten al jugador no estar tan pendiente a ejecutar la correcta secuencia de comandos para poder ocultarnos, agarrarnos, saltar, etc. Sobre todo a la hora de las huidas, ya que nos facilita mucho las cosas. Por parte de Ubisoft Montreal no se ha querido profundizar mucho en éste sistema, que por otro lado viene dando buenos resultados desde la primera entrega, allá por el año 2007.

Pero centrémonos en el modo de juego principal de Assassin’s Creed III, el modo Historia. Que duda cabe de que estamos ante un sandbox con una gran base histórica, en éste caso la Guerra de la Independencia Americana, en la que Connor se convertirá en una pieza clave de ésta y que servirá de mano ejecutora de las personalidades más emblemáticas de la época. Assassin’s Creed III sigue la misma dinámica de misiones por encargos de los anteriores títulos, los cuales se reflejarán en el minimapa de nuestra interfaz con puntos verdes a los que deberemos sin causar demasiado revuelo entre la población, sobre todo entre los casacas rojas, nuestros principales enemigos y contra los que deberemos combatir en caso de que nos descubran.

Es en éstas confrontaciones contra la milicia local donde entra en acción el sistema de combate de ésta tercera entrega. Gracias al nuevo motor, se ha hecho posible que los combates entre Connor (o cualquiera de los personajes controlables) sean los más bulliciosos de la saga, ya que ahora deberemos contar con que la mayoría de las veces no lucharemos contra menos de 10 enemigos al mismo tiempo. Sin embargo, no es nada complicado deshacerse de ellos, ya que, de manera intencionada o no, en una misma trifulca no intervendrán más de 3, con lo cual, a pesar de estar rodeados por una multitud abucheadora sólo nos atacarán tres de ellos, pudiendo contrarrestar con mayor solvencia los envites de sus armas con la destreza natural de los Asesinos.

El sistema de combate prácticamente es similar al visto en anteriores entregas. Tenemos un botón para atacar, otro para romper la ofensiva de nuestro rival y otro para contraatacar. Con esos tres aspectos básicos deberemos salir victoriosos de las batallas de Assassin’s Creed III, aunque siendo sinceros, si de verdad buscas cumplir con todos los objetivos secundarios de cada misión, lo mejor será que intervengas en los menos combates posibles contra los soldados.

Para cada combate contaremos con un arsenal muy amplio de armas, desde los alfanjes típicos de la época, hasta tomahawks indígenas, arcos, pistolas de pólvora, bayonetas etcétera, pudiendo asignar cada una de ellas a una mano distinta por medio de la cruceta de nuestro pad. Algo que viene siendo habitual en la saga Assassin’s Creed es la forma en la que ejecutamos a nuestros enemigos una vez que se han debilitado en el combate cuerpo a cuerpo, como novedad se han incluido nuevos movimientos, que si bien se ven afectados en la mayoría de los bugs, lucen bastante bien a nivel visual cuando no falla el popping.

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Sin embargo, como ya hemos dicho y como muchos sabrán por las anteriores entregas, eludir el combate es sinónimo de supervivencia en Assassin’s Creed, y en ésta tercera entrega con mucha más razón. AC se trata de una saga que apuesta por la maña en lugar de la fuerza y para ello se ponen a nuestra disposición numerosas herramientas para poder camuflarnos sin ser vistos y llegar a zonas en las que no podríamos acceder sin haber estudiado antes la situación.

Para ello el mapa es fundamental, ya que en él veremos en todo momento en que lugar se encuentran nuestros enemigos y en consecuencia cual es el mejor lugar para abordar a nuestro objetivo, sobretodo si se trata de un lugar completamente franqueado por guardias. Para ello se toma como punto de referencia la vista de águila con la que podremos seleccionar desde un lugar seguro a nuestro objetivo sin ser descubiertos. Por otra parte es preciso destacar que en la mayoría de las ocasiones no conseguiremos llevar a cabo nuestra misión a la primera, ya que en las misiones de sigilo los enemigos se darán cuenta de nuestra presencia con el más mínimo error, incluso cuando parece que hemos cumplido el objetivo un oficial revela nuestra posición, generando una desincronización tras otra y obligándonos a reiniciar la secuencia.

Es cierto que AC no se considera por la dificultad de su dinámica, sin embargo sí que es molesto que se produzcan errores no intencionados por el hecho de no explicar con claridad el objetivo principal de la misión, dejando en una incógnita cual es nuestro cometido a la hora de proceder con la misión. Nos toparemos con ésta situación hasta que hayamos comprendido completamente la dinámica de juego, es decir, hasta la mitad de la trama más o menos. Desde el inicio de la aventura en la que controlamos a Haytham en el prólogo, se nos avasalla con numerosos tutoriales, que pueden llegar a aburrir al jugador ya que en la mayoría de los casos bastaría con una simple introducción explicativa y no con introducir una secuencia entera para ello. Connor se hace de rogar y eso pesa en Assassin’s Creed III.

Como viene siendo habitual los encargos de Assassin’s Creed III no serán diferentes a los de las entregas anteriores, por tanto, matar, buscar, escuchar y perseguir serán nuestras funciones principales en ésta tercera entrega. No obstante, encontramos un gran complemento a la acción de la trama principal en ésta tercera entrega. Hablamos de las batallas navales, el minijuego incluido para esta entrega que ocupa el lugar de los de los anteriores títulos de la saga. Nos pondremos al timón de una carabela históricamente muy bien detallada, y dando órdenes a nuestra tripulación dispararemos a las embarcaciones enemigas derribándolas una tras otra, con lo que si acabamos con todas sin que nos destruyan nuestra nave, podremos abordarlas y acabar con su tripulación combatiendo de la manera habitual. Si los derrotamos  superaremos el minijuego. Un soplo de aire fresco que sin duda ayuda a romper con la monotonía de los encargos. Además de ello, estos tramos de batallas navales lucen a un nivel de detalle espectacular, dignos de grandes filmes como Piratas del Caribe o Master and Comander. Las inclemencias del tiempo zarandearán nuestro barco, ofreciendo un comportamiento muy realista, gracias en parte al Anvil Next.

Como buen sandbox, tendremos que cumplir con misiones principales, es decir, las que nos llevarán hasta el final de la trama, y misiones secundarias, que en la mayoría de los casos no servirán fundamentalmente para alcanzar la sincronización total del Animus, así como para financiar nuevas opciones de equipamiento. Las Secuencias son el eje del desarrollo de la historia de Assassin’s Creed III y a medida que las vayamos superando aumentará el porcentaje de sincronización del Animus. A pesar de la intención del estudio por crear una historia que relaten 30 años de la vida del protagonista, es cierto que deberemos superar demasiadas secuencias hasta que podamos hacernos con el control de Connor, no se trata en absoluto de un spoiler, y sí de un fallo por parte de Ubisoft Montreal por querer dilatar demasiado una historia que ya de por sí tiene contenidos suficientes como para alargarla de ésta manera.

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Para poder adquirir nuevas armas deberemos acudir a las tiendas de las ciudades y para conseguir libras tenemos a nuestra disposición numerosas opciones, tanto saquear los cuerpos de los cadáveres que vayamos dejando a nuestro paso, robar, cumplir con encargos e incluso apostar en los antros locales. Una vez tengamos dinero suficiente, podremos adquirir nuevas armas.

En ésta tercera entrega numerada, se han incluido las armas de fuego, que además del arco harán las funciones de armas a distancia. No obstante, desde Ubisoft Montreal no han sabido explotar totalmente ésta faceta, causándonos en ocasiones más perjuicio que beneficio. Un disparo puede ser motivo de desincronización, ya que revelará nuestra posición o por culpa de la lenta recarga (aunque completamente fundada históricamente) quedaremos a la postre de los ataques de nuestros enemigos. La formad de apuntar de éstas armas es también algo rudimentaria, pues con el botón asignado para apuntar deberemos situar la retícula sobre nuestro enemigo, únicamente pudiendo dispararle cuando éste se ilumine. Con lo cual debido a la pequeñez de la retícula y la lentitud del apunte no podremos ejecutar un disparo de una forma sencilla y fluída.

El modo multijugador merece una mención especial, y es que se han heredado prácticamente las mismas modalidades de juego de Assassin’s Creed: La Hermandad,  que eran Deadmatch y Dominación.

En ambos contaremos con un amplio elenco de personajes jugables, además cada uno de ellos podrá elegir una habilidad de asesino especial que será la principal baza con la que contaremos para nuestra victoria. A saber: Bombas de Humo, Bolsas de dinero, Ocultación, disfraces etcétera, con lo que si nos están emboscando, lanzando una bomba de humo o provocando una exaltación en la muchedumbre conseguiremos una oportunidad de escape. En Deadmatch debermos acabar con todos nuestros enemigos para situarnos en lo más alto de la clasificación y en Dominación jugaremos por equipos para conquistar determinadas zonas del mapa. En ambos modos de juego las armas de nuestro personaje rotarán conforme se vayan sucediendo las rondas, con lo cual, se favorece la neutralidad entre jugadores que deberán adaptarse al equipamiento que les ha tocado en cada ronda.

Assassin’s Creed III goza de una extensa vida jugable, ya que únicamente en superar la campaña no tardaremos mucho menos de 15 horas, y si a eso le sumamos la ingente cantidad de quests secundarias, la búsqueda de objetos ocultos para la total sincronización del Animus, además del contenido multijugador, tenemos ante nosotros al Assassin’s Creed más extenso de la saga, con más de 50 horas de duración si le damos vida al juego. Una apuesta muy atractiva que duda cabe tratándose de un sandbox tan ambicioso como éste.

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SONIDO

 

Uno de los puntos más consolidados de ésta entrega es sin duda alguna el gran trabajo que se ha realizado con el sonido. Se ha elegido una OST que compagina completamente con todo lo que sucede en todo momento, rica, variada e intensa en muchos momentos, logrando una completa sincronización entre nuestras acciones y las de nuestro alrededor. Como si de una película se tratase Ubisoft ha cuidado éste aspecto, de cara a sus andadas futuras en el mundo del séptimo arte.

Pero sin ninguna clase de dudas, el aspecto más destacable es su completo doblaje al castellano, con la figura de Luis Tosar, en el papel de George Washington, a la cabeza de un gran equipo de actores de doblaje, que han realizado la ardua tarea de doblar a cientos de NPCs tanto en las cinemáticas como el las conversaciones entre habitantes que encontraremos a lo largo de la historia y que se conciben con una entonación perfecta. Un trabajo muy respetable por parte de los actores de doblaje contratados para ésta empresa.

 

CONCLUSIONES

 

Assassin’s Creed III busca retomar las riendas de una saga que parecía en declive con las entregas La Hermandad y Revelations gracias a una gran historia, la mejor de todas las de la saga y una de las mejores vistas hasta hoy en la generación, tal vez sólo empañada por un comienzo demasiado espeso que no termina de arrancar hasta las tres primeras horas. Destaca la inmensidad que recoge esta entrega combinando unos entornos vírgenes con el bullicio propio de Boston y Nueva York de forma completamente armónica.

Se trata del mayor y mejor Assassin’s Creed visto hasta la fecha, protagonizado por el personaje de la saga más caracterizado, azotado por la tragedia de la destrucción de su pueblo. Connor es sin duda el Asesino más perfecto antes visto, cuenta con las aptitudes de Altair y de Ezio además de las suyas propias y ello se recoge de forma explícita gracias a las 1000 animaciones nuevas de las que ha dotado Ubisoft Montreal al personaje. Graficamente posee tanto virtudes como es el diseño de los personajes y entornos, como defectos pues se trata también del título con más fallos a nivel técnico de la franquicia (desincronizaciones, popping, tearing, bloqueos de moviento etc.) y eso es algo que no se le puede permitir a un Triple A de éstas características.

El doblaje al castellano es espectacular, digno de una película, doblándose a cientos de personajes. Además destacar que el modo multijugador, aunque no innovador, funciona perfectamente, y se trata de un buen añadido al modo historia, sobre todo para romper con la monotonía de éste y sus numerosas misiones de encargos.  Assassin’s Creed III se trata de uno de los títulos del año para su público y un gran juego para aquellos que deseen jugarlo sin ser aficionados a la serie. Sin embargo son los numerosos defectos que presenta lo que lo distancia de ser un título sobresaliente y lo acerca al notable.

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Lo mejor:

 

  • La ambientación histórica y su desarrollo.
  • El diseño tanto de Connor como de los NPCs.
  • Las dimensiones del continente Americano.
  • El doblaje al castellano y los efectos de sonido.
  • Una gran duración, sobre todo si se intenta completar, además del multijugador.

 

Lo peor:

 

  • Está plagado de fallos gráficos en su desarrollo.
  • Un prólogo tedioso.
  • El sistema de combate a distancia es un caos, además de poco funcional.
  • Los enemigos aunque numerosos no suponen ninguna seria amenaza.

 

NOTA FINAL: 8’5

vicovico
Imagen de vicovico
me encanta
le doy un 9
Anonymus (no verificado)
Imagen de Anónimo
Estoy muy acuerdo con la nota

Hay pequeños fallos como , la niebla esta por todas partes para tapar los fallos , por ejemplo en el teatro al principio del juego no se que pinta ay la niebla , y muchas otras cosas , me parece un analisis muy bien explicado  , JohannMartlo seguire leyendo tus analisis de los juegos

Anonymus (no verificado)
Imagen de Anónimo
Estoy muy acuerdo con la nota

Hay pequeños fallos como , la niebla esta por todas partes para tapar los fallos , por ejemplo en el teatro al principio del juego no se que pinta ay la niebla , y muchas otras cosas , me parece un analisis muy bien explicado  , JohannMartlo seguire leyendo tus analisis de los juegos