Primeras Impresiones de The Elder Scrolls: Legends

Bethesda ha decidido adentrase en el mundo de los juegos de cartas con "The Elder Scroll: Legends", un juego de cartas estratégico en el que el jugador debe ir enfrentandose a distintos rivales para poder avanzar, cada uno dispondrá de un mazo de cartas el cual podrá tener entre 50 y 70 cartas en total. Como en los demás juegos del mismo estilo, la partida se desarrolla por turnos, en cada turno tanto el jugador como el contrincante podrán invocar las cartas que le estén permitidas según el nivel total de magia disponible.
Al empezar la batalla se nos asignarán automáticamente 3 cartas aleatorias de nuestro mazo. Sólo en esta primera asignación podremos decidir si cambiamos las cartas para que nos aparezcan otras totalmente distintas (puede ser que se repitan si tenemos más de 1 del mismo tipo en el mazo) o si comenzamos la partida. En el primer turno sólo tendremos 1 punto de magia para invocar y se irá aumentando en 1 más por cada turno que pase.
Todas las cartas se dividen en uno o más de los cinco atributos principales:
FUERZA: Ataque físico
INTELIGENCIA: Ataque mágico
FUERZA DE VOLUNTAD: Defensa
AGILIDAD: Precisión
AGUANTE: No muertos
El tablero se divide en dos calles llamdas "normal" y "sombría" y cada una cuenta con su funcionalidad específica, por ejemplo, la calle normal es donde da lugar la batalla y no tiene ninguna caracteristica especial, sin embargo, la calle sombría las cartas quedan escondidas y no se les podrá atacar durante el primer turno.
Además del modo campaña, disponemos de los modos "Arena" y "Duelo".
El modo campaña nos servirá para hacernos con los controles a modo de "tutorial". A medida que avanzamos vamos entendiendo las mecánicas del juego, iremos desbloqueando cartas y barajas y ganaremos algunos sobres con cartas aleatorias. La curva de dificultad es muy buena y aumenta con suavidad. 
La Arena es una de las alternativas en la que el tamaño de vuestra colección de cartas es irrelevante. Todos los jugadores de Arena construyen un mazo a partir de las cartas que van saliendo de forma totalmente aleatoria. Luego tendreis que usar el mazo con las 30 cartas que hayáis seleccionado para enfrentaros al mazo que otro jugador haya escogido.
Dentro de la Arena disponemos tambien del modo "Arena en solitario", donde podremos jugar contra rivales controlados por la IA. La dificultad de estos rivales se basa en lo que vosotros hagais, si se os da muy bien una batalla, la siguiente será un poco más dificil, por el contrario, si se os da mal, la siguiente batalla será un poco más fácil.
Cuando derrotéis a un oponente en Arena en solitario podréis añadir una carta nueva a vuestro mazo a partir de tres opciones, de nuevo, aleatorias.
En Arena en solitario, tendréis que derrotar a 8 oponentes antes de poder enfrentaros al campeón y ganar.
Tanto en la Arena, como en la Arena en solitario, al perder 3 batallas, será nuestro fin y tendremos que volver a empezar de cero. Tendremos que ganar 8 batallas antes de poder enfrentarnos al campeón.
En el modo Duelo tenemos un sistema de rangos asociados a un signo del zodiado de The Elder Scrolls, conforme ganemos batallas, iremos subiendo de rango y podremos estar tranquilos si perdemos, ya que una vez alcancemos uno de los rangos, ya no bajaremos al anterior.
Al alcanzar ciertos rangos, desbloquearemos cartas especiales a modo de recompensa.
En Duelo de arena, tendréis que derrotar a 7 oponentes para ganar y obtener el título de campeón.
The Elder Scrolls: Legends no es el típico juego de cargas, es cierto que puede parecerlo, pero con todas las novedades que incluye y todas las que repite pero refina de una forma muy muy buena, está preparado para ser un juego al que dedicaremos horas y horas.

Bethesda ha decidido adentrase en el mundo de los juegos de cartas con "The Elder Scroll: Legends", un juego de cartas estratégico en el que el jugador debe ir enfrentandose a distintos rivales con el único objetivo de derrotarles para poder avanzar. Cada uno dispondrá de un mazo de cartas el cual podrá tener entre 50 y 70 cartas en total. Como en los demás juegos del mismo estilo, la partida se desarrolla por turnos, en cada turno tanto el jugador como el contrincante podrán invocar las cartas que le estén permitidas según el nivel total de magia disponible ya que cada carta tendrá un coste de magia para ser utilizado.

Al empezar la batalla se nos asignarán automáticamente 3 cartas aleatorias de nuestro mazo. Sólo en esta primera asignación podremos decidir si cambiamos las cartas para que nos aparezcan otras totalmente distintas (puede ser que se repitan si tenemos más de 1 del mismo tipo en el mazo) o si comenzamos la partida. En el primer turno sólo tendremos 1 punto de magia para invocar y se irá aumentando en 1 más por cada turno que pase.

Todas las cartas se dividen en uno o más de los cinco atributos principales:

  • FUERZA: Ataque físico
  • INTELIGENCIA: Ataque mágico
  • FUERZA DE VOLUNTAD: Defensa
  • AGILIDAD: Precisión
  • AGUANTE: No muertos

El tablero se divide en dos calles llamadas "normal" y "sombría" y cada una cuenta con su funcionalidad específica, por ejemplo, la calle normal es donde da lugar la batalla y no tiene ninguna caracteristica especial, sin embargo, la calle sombría las cartas quedan escondidas y no se les podrá atacar durante el primer turno.

El modo campaña nos servirá para hacernos con los controles a modo de "tutorial". A medida que avanzamos vamos entendiendo las mecánicas del juego, iremos desbloqueando cartas y barajas y ganaremos algunos sobres con cartas aleatorias. La curva de dificultad es muy buena y aumenta con suavidad. 

Además del modo campaña, disponemos de los modos "Arena" y "Duelo".

La Arena es una de las alternativas en la que el tamaño de vuestra colección de cartas es irrelevante. Todos los jugadores de Arena construyen un mazo a partir de las cartas que van saliendo de forma totalmente aleatoria. Luego tendreis que usar el mazo con las 30 cartas que hayáis seleccionado para enfrentaros al mazo que otro jugador haya escogido.

Dentro de la Arena disponemos tambien del modo "Arena en solitario", donde podremos jugar contra rivales controlados por la IA. La dificultad de estos rivales se basa en lo que vosotros hagais, si se os da muy bien una batalla, la siguiente será un poco más dificil, por el contrario, si se os da mal, la siguiente batalla será un poco más fácil. Cuando derrotéis a un oponente en Arena en solitario podréis añadir una carta nueva a vuestro mazo a partir de tres opciones, de nuevo, aleatorias.

En Arena en solitario, tendréis que derrotar a 8 oponentes antes de poder enfrentaros al campeón y ganar.

Tanto en la Arena, como en la Arena en solitario, al perder 3 batallas, será nuestro fin y tendremos que volver a empezar de cero. Tendremos que ganar 8 batallas antes de poder enfrentarnos al campeón.

En el modo Duelo tenemos un sistema de rangos asociados a un signo del zodiado de The Elder Scrolls, conforme ganemos batallas, iremos subiendo de rango y podremos estar tranquilos si perdemos, ya que una vez alcancemos uno de los rangos, ya no bajaremos al anterior. Al alcanzar ciertos rangos, desbloquearemos cartas especiales a modo de recompensa. En Duelo de arena, tendréis que derrotar a 7 oponentes para ganar y obtener el título de campeón.

El nivel gráfico The Elder Scrolls: Legends es bastante sencillo dado su naturaleza, con una interfaz sencilla pero que cumple con lo esperado, en especial por las ilustraciones de las cartas que cuentan con un buen diseño y un nivel artistico notable, aunque la falta de efectos y animaciones más trabajadas lastran la nota no sea del todo lo esperado.

A nivel sonoro el juego cuenta con una banda sonora de una gran calidad, con melodías inspiradas en la franquicia The Elder Scrolls, a esto se le suma un doblaje en perfecto castellano digno de mencionar gracias voces e interpretaciones perfectamente adaptadas al título.

En definitiva, The Elder Scrolls: Legends no es el típico juego de cartas al uso, es cierto que puede parecerlo, pero con todas las novedades que incluye y las viejas fórmulas jugables hará que le dediquemos horas y horas. Todavía es pronto para calificarlo, pero The Elder Scrolls: Legends va por buen camino y promete ser un duro competidor para sus rivales.