Análisis Godfall

Título: Godfall                                                        Plataformas: PlayStation 5

Género: Acción, hack´n´slash                                  Distribuidora: Sony

Godfall fue el primer título anunaciado para PlayStation 5 y, si bien pronto fue opacado por anuncios como el de Spiderman: Miles Morales o Demon´s Souls por poner algunos ejemplos, ese hecho no se le puede negar. Sus creadores lo anunciaron como un looter slasher, una especie de Destiny o Borderlands pero más centrado en un mundo de fantasía medieval y en las armas cuerpo a cuerpo. ¿Y realmente Godfall supone una experiencia tan épica como prometían? Pues en algunos aspectos sí. Y en otros tantos en absoluto. Adentrémonos ahora en el antiguo Imperio Valoriano para comprobar si nuestra gesta para recuperarlo resulta más épica que decepcionante.

 

HISTORIA

En el antiguo Imperio Valoriano, las figuras más respetadas eran las de los Caballeros Valorianos. Este título tan sólo se le confería a los mejores guerreros, los caballeros más destacados entre los caballeros, y era un símbolo de gran respeto y estatus. Además de que se confería junto con una Armadura Valoriana, una armadura mítica de gran poder, forjada según métodos antíguos e inspirada por os propios Arcontes.

   En Godfall encarnaremos a Orin, uno de los últimos Caballeros Valorianos y el líder del ejercito imperial en la batalla contra el ejército rebelde comandado por Macros, antiguo Caballero Valoriano y el estratega más brutal, despiadado y talentoso que haya habido entre las filas de los caballeros. Además del hermano de Orin. A pesar de la habilidad y poder de Orin, las tácticas invencibles de Macros y la superioridad numérica del ejército rebelde le dan a éste la victoria. Y con ella, el control del Monolito, un artefacto antiguo con la capacidad de dar al que le controla el poder de moldear la propia realidad como si fuera un dios.

   Tras esta derrota, Orin comienza un viaje para despertar a la Séptima Ermita, un artefacto consciente con el poder y la sabiduría como para guiarle en su cruzada contra Macros e impedir que reclame el poder del Monolito y se convierta en una divinidad imparable.

   La historia no es que sea excesivamente original para lo que es una ambientación de fantasía medieval épica como la que nos ocupa, pero cumple perfectamente con su cometido y nos da una excusa para arrasar contra todo enemigo que se ponga al alcance de nuestra arma. Lo que sí es más reseñable es el propio mundo de Godfall, construído de una forma sólida e interesante, con un lore muy bien desarrollado y realmente notable.

 

GRÁFICOS

En el aspecto visual Godfall es bueno, aunque tampoco es oro todo lo que reluce. El diseño artístico del mundo, junto con unos buenos efectos de luces y un duen diseño de los escenarios, nos llega a regalar varias vistas realmente bellas. Sin ir más lejos, el aspecto del templo de la Séptima Ermita nos trasmite perfectamente toda la gloria del antiguo Imperio Vaoriano, junto con su aspecto cuasi divino. Sin embargo, el diseño de los escenarios y su distribución hace que cada recodo del camino sea muy parecido, por no decir casi idéntico, al anterior, por lo que nuestro camino se hará realmente confuso. A la hora de explorar el escenario tendremos casi siempre una sensación de dejavú, que nunca nos permitirá sacudirnos la duda de si ya hemos pasado o no por ese punto.

   El trabajo de diseño, modelado y texturización de las Armaduras Valorianas es realmente exquisito. El aspecto de las Armaduras de los Arcontes que podremos encarnar es espectacular, complejo, mimado hasta el detalle. Realmente podremos ver el por qué las figuras de los Caballeros Valorianos, auténticas armas vivientes, fueron unas figuras realmente veneradas en el Imperio. Sin embargo el caso de los enemigos es bien distinto: no sólo tendremos una cantidad algo de escasa de enemigos distintos, con el resultado de que se repetirán hasta la saciedad y del inevitable uso de pequeñas variables en el patrón de colores para tener enemigos "nuevos", sino que también su aspecto es muchísimo más simple. De hecho, esta simplicidad es tal que, al contraste con el aspecto de nuestros blindados protagonistas, su aspecto nos parecerá aún más soso, sin interés, todavía.

 

SONIDO


La banda sonora de Godfall está compuesta por temas instrumentales con corte épico. Sin embargo, estos temas, a pesar de no poder decirse que sean malos, son completamente olvidables, sin que dejen realmente ninguna impresión, ni buena ni mala, en nuestra memoria. Incluso mientras jugamos apensa seremos conscientes de ellos, que además durante gran parte del tiempo de nuestra partida estarán ausentes.

   El resto de efectos sonoros, los correspondientes a los golpes de la gran cantidad de armas a nuestra disposición, o del sonido de nuestro escudo rechazando los ataques contra nosotros, por ejemplo, sí están mucho más logrados y hacen gala de una gran contundencia y calidad. Las voces también son muy buenas y hacen gala de una buena interpretación por parte de los actores de doblaje, a pesar de estar en inglés. Los textos vienen traducidos a nuestro idioma con una buena traducción, por lo que no tendremos ningún problema en el aspecto idiomático.

 

JUGABILIDAD


Godfall es un juego de acción, un hack and slash, básicamente. A esto se le acompaña con un sistema de looteo parecido a Destiny o Borderlands, por lo que sus propios creadores lo denominan como loot and slash. El sistema de batalla es bueno, sólido, y bastante sencillo de aprender. Tenemos un botón para un golpe rápido y otro para un ataque más poderoso, aunque más lento. Además, también podemos parar con nuestro escudo o usarlo para realizar un parry, es decir, un contrataque al recibir el golpe enemigo en el momento justo. También tenemos la opción de esquivar para evitar los ataques más fuertes que no podamos bloquear. Los controles son sencillos, pero nos ofrecen una variedad de opciones realmente amplia.

   Además, también tenemos una gran cantidad de armas distintas a nestra disposición: espada larga, espadas dobles, espadón a dos manos, martillo pesado o lanza. Cada una de estos tipos de armas tiene su propio set de movimientos, su propio timing, su propia forma de usarse. Y realmente se notan distintos al tenerlos en las manos. E combate y las tácticas que deberemos adoptar cambia mucho de si usamos unas espadas dobles o una lanza, por ejemplo.

   Hay que señalar que en el combate, si bien como decimos está resuelto de una manera muy buena y resulta interesante, deberemos enfrentarnos a un problema bastante frecuente: la cámara. La cámara se sitúa detrás nuestra de una forma basante rígida, por lo que al enfrentarnos a varios enemigos (algo casi constante en el juego) debemos tener mucho cuidado con nuestra espalda, ya que es un punto ciego enorme y nos acarreará más de un golpe al no saber qué o quién se nos acerca desde esta dirección.

   Conforme vayamos avanzando en nuestro periplo, podremos ir mejorando a Orin y a las diversas armaduras que podremos usar. Para ello podremos mejorar nuestro equipamiento y también adquirir y mejorar distintas habiliadades. En cuanto al equipo, el sistema de looteo a lo Borderlands está muy bien ajustado, de forma que de forma muy paulatina podremos ir adquiriendo equipo un poco mejor cada vez, por lo que casi siempre tendremos la sensación de ir mejorando paso a paso, de forma contínua. En cuanto a las habilidades, podremos ir desbloqueándolas con puntos que ganaremos al ir acabando con nuestros enemigos y completando misiones. Tendremos una gran variedad a nuestra disposición, desde mejorar nuestros parámetros de forma pasiva o desbloquear diversos ataques, además de poder desarrollarlo a nuestro gusto, por lo que podremos adaptarlo de una forma perfecta a nuestro propio estilo de juego.

   El punto negativo a todo esto es que todo se hace a través de uno de los menús más pesados y menos intuitivos que hemos visto en bastante tiempo, lo que hace que cada vez que consigamos algún objeto o equipo (algo casi constante en el juego), acabe siendo una pesadez el ir a mirar lo que hemos conseguido, conprobar si es mejor que lo que tenemos y, si ese es el caso, cambiarlo.

   Dada la inmensa facilidad para perdernos cuando estemos explorando el mundo en una misión (como ya hemos señalado antes, los escenarios son muy parecidos entre sí, dificultando sobremanera el orientarnos), las misiones se acabarán limitando la mayoría del tiempo a ir a la zona que te señala la misión. Una vez allí la inmensa mayoría de las veces tendremos que acabar con un grupo de enemigos para, una vez limpia la zona, que nos señalen otro punto del mapa, ir allí, limpiarlo y vuelta a empezar. Esto puede nos da una sensación de repetitividad que no suele ser muy buena, la verdad.

   También, si lo que estamos es meramente explorando el escenario para farmear recursos, lo único de que dispondremos para ello es una visión especial de Caballero Valoriano que nos señalará con un haz de luz el sitio donde podemos encontrar algún recurso. Por tanto, la exploración pura y dura en Godfall se acaba resumiendo en usar la visión mística, ir a la luz, recoger recurso, volver a usar la visión mística, ir a la luz, recoger recurso, y así sucesivamente. Ésto podría haberse paliado bastante con el uso de un minimapa, pero no dispondremos de él.

   Godfall también pone a nuestra disposición el poder jugar con un par de amigos. Al compartir la experiencia con un par de colegas la verdad es que la cosa mejora bastante, principalmente porque tanto la interacción como el poder charlar con gente mientras farmeas, farmeas y vuelves a farmear, lo hace bastante más ameno y menos pesado. Sin embargo no vendría mal que mirasen el istema de conexión con gente, ya que, si no disponemos de un par de amigos que dispongan del juego a nuestra disposición, es bastante complicado el emparejarnos con gente desconocida de internet, como para en juegos como Warframe o Anthem, que esto lo hacen de forma magistral.

 

 

CONCLUSIÓN

 

Godfall es, sin duda, un buen juego, con muchas cosas reamente bien resueltas: Por un lado, el sistema de combate está muy bien conseguido y funciona perfectamente, con gran variedad de armas distintas que realmente se usan y se sienten de forma distinta. También el mundo está muy bien construído, con un lore que es realmente rico e interesante. El sistema de desarrollo del personaje también está muy bien logrado y se sinergiza bien con el sistema de looteo. Y el aspecto de las armaduras es realmente magnífico.

   Sin embargo, por cada aspecto bien conseguido también tenemos otro que resulta, cuanto menos, de lo más normalito: la sensación de estar perdidos de forma absoluta y constante, a poca variedad de enemigos que hará que nos enfrentemos una y otra vez a los mismos adversarios, los menús lentos y poco amigables... Y, llegados a cierto punto, el farmeo. El ingente e incesante farmeo... Estos puntos no son malos de por sí, pero unidos opacan bastante el resultado final y hacen que Godfall sea un buen juego, en lugar de uno grande como podría haber sido.

   En resumen, si eres una persona que disfruta de horas y horas de farmeo, o que al menos no le molesta, realmente Godfall es una compra prácticamente obligada. Si no es así, este juego sigue ofreciendo muchas cosas que lo hacen disfrutable, pero es muy posible que te canse pronto.

 

NOTA: 7