Análisis Lost Planet 3

Nombre: Lost Planet 3                                Plataforma: PC, PlayStation 3, Xbox 360

Género: Acción en tercera persona                Distribuidor:  Koch Media

Al igual que con la última entrega de Devil May Cry, Capcom optó por una desarrolladora externa para el tercer episodio de Lost Planet, una saga que nació y creció en la presente generación de consolas. Volvemos a lidiar con los feroces Akrids en el inhóspito planeta E.D.E.N. III en una nueva aventura que, a diferencia de la inmediatamente anterior, se centra en la experiencia para un sólo jugador. ¿Buscais un trabajo bien pagado y no os importa viajar al extranjero?, he oido que la multinacional NEVEC está buscando mano de obra para intentar atajar la crisis energética que asola la Tierra. Quizás sería buena idea mandarles el curriculum como hizo un tal Jim Peyton hace un tiempo aunque, ahora que los que hemos jugado a Lost Planet 3 sabemos de sus vicisitudes, no sé yo...

Decir que estamos ante la mejor obra de Spark Unlimited, desarrolladora estadounidense afincada en California, suena mejor sobre el papel que en la práctica dado que estamos hablando de los autores que perpretaron títulos tan mediocres como Legendary o Turning Point: Fall of Liberty. La verdad es que con una trayectoria cercana como esa da mucho que pensar sobre el interés de Capcom por la franquicia al hacerle el encargo a este grupo programador. Seamos bienpensados y demos por sentado que querían occidentalizar y dar un nuevo enfoque a la saga. Y lo cierto es que lo han conseguido, Lost Planet 3 es un entretenido shooter en tercera persona que no deja mal sabor de boca. El problema son las expectativas de futuro que se tenía cuando arrancaba la saga, qué duda cabe que en aquellos entonces el mundo extremo de los Akrids apuntaba mucho más alto.

 

RETORNO A E.D.N. III

 

En el futuro, la vida no es fácil en la Tierra. Una importante crisis energética ha obligado a la mega-corporación Nevec a buscar nuevos asentamientos para la raza humana en otros planetas. Nosotros, en el papel del ingeniero Jim Peyton, hemos firmado un lucrativo contrato con la maxi-compañía para formar parte del equipo de pioneros que preparará el terreno y se ocupará del suministro de extracción de energía termal. Algo en lo que E.D.E.N. III, el escenario del juego, es muy rico. Y no ha sido fácil, Jim deja en la Tierra mujer y recién nacido hijo, pero es lo que tocaba, las expectativas de futuro en su planeta natal eran bastante pobres y una temporada en este nuevo enclave les aportará una envidiable estabilidad económica.

Por cierto, vaya por delante que no estamos en el E.D.N. III terraformado en frondosa jungla de Lost Planet 2. Esta tercera parte es una precuela a lo ya mostrado en la saga. Los acontecimientos que Spark Unlimited nos cuenta suceden mucho antes de la historia del Lost Planet original y enlazan con él de un modo muy brillante a nuestro parecer. Y es que la historia es uno de los puntos fuertes del juego. Habrá opiniones para todos los gustos, pero a título personal creo que el tono "occcidental" (a falta de encontrar un adjetivo mejor) alejado del histrionismo nipón le sienta divinamente a Lost Planet 3. Su sólido y serio "storyline" toma cuerpo aderezado con interesantes conversaciones entre los personajes y salpimentado con un continuo toque de humor que nos hace entrar sí o sí en los giros y sorpresas que nos aguardan en la estancia de Peyton en E.D.N. III.

Merece la pena emplear algunos minutos de las aproximadamente 13 horas que nos llevará completar la aventura en intercambiar impresiones con NPC con los que convivimos en la base Coronis, cuestro centro de operaciones, que no el único (tendréis que jugar para saber más). Por dar un par de ejemplos, es difícil no esbozar alguna alguna sonrisa cuando hablamos con el ocurrente Gale Holden, el mecánico de nuestro mecha perforador (del que hablaremos más tarde) o, vía videomensajes online, ser testigo de la relación a distancia de Peyton con su esposa, que pasa de lo romántico a lo inquietante conforme avanzan las horas de juego.

Así, nuestras primeras misiones en Coronis consisten basicamente en reparar este o aquel extractor termal o en solventar el daño causado en alguna infraestructura por una fuerte ventisca, todo ello pasando por encima de la fauna local a base de tiros y con el complemento de objetivos secundarios opcionales. Sí, misiones secundarias. Ahora Lost Planet no es sólo un mata-mata-y-avanza. En esta ocasión se nos presentan unos entornos abiertos pseudo-sandbox por los que movernos con relativa libertad. Y decimos relativa porque, primero, no hablamos de una extensión de terreno muy vasta y, segundo, para de verdad poder circular a nuestro antojo deberemos ir avanzando en la historia y desbloqueando gadgets tanto para nosotros como para nuestro mecha perforador.

 

DE MT. FRAMEWORK 2.0 A UNREAL ENGINE 3

 

A nivel visual Lost Planet 3 es simplemente discreto a pesar de estar funcionando bajo Unreal Engine, uno de los motores gráficos que más se han explotado en esta generación. No hay  especiales defectos que achacarle ni virtudes que aplaudirle, quizás podríamos destacar unos buenos modelados en los personajes y en (algunos) Akrids e igualmente criticar la escasa variedad cromática que presenta el juego y que puede incluso llegar a caer en la monotonía visual. Tanto si circulamos por los gélidos exteriores, como si avanzamos por salas o pasillos artificiales, los correctos escenarios presentan toda una continua escala de grises que se nos pueden hacer un pelín repetitivos.Máxime cuando tenemos que pasar más de una (y dos, y tres...) vez con nuestro lentorro blindado de dos patas por cavernas y desolados parajes que, como decimos, visualmente no varian tanto como nos hubiese gustado.

A pesar de que siguen disfrutando de buenos diseños también en esta tercera parte, no podemos pasar por alto que echamos de menos a los Akrids verdaderamente grandes de las entregas pasadas. No nos llevemos a malentendidos, aquí nos vemos las caras en determinados momentos con verdaderas moles, pero los  titanes del tamaño de pequeñas montañas con los que lidiábamos antaño aquí no aparecen... con alguna puntual excepción. Igualmente una tasa de cuadros por segundo ya de por sí justita que sufre destacables bajadas cuando aumenta un poco la carga gráfica tampoco es algo a lo que echar flores, la verdad. Amen de sus excesivamente largos tiempos de carga. De todos modos, con sus pros y sus contras, el resumen es que Lost Planet 3 no destaca en lo visual pero mantiene el tipo. No sorprenderá, pero "graphic-whores"... estáis avisados.

El audio del juego hace que el apartado técnico suba algunos enteros. Mass Effect, Splinter Cell, Myst III... con una amplia trayectoria ya a las espaldas en esto de poner música a los videojuegos, el compositor Jack Wall se deja influir por otras famosas aventuras espaciales a la hora de crear la partitura para Lost Planet 3. La más evidente en más de una ocasión, el Alien de Jerry Goldsmith. Por último, y no por ello lo peor, agradecer la completa localización del juego al castellano con un buen trabajo por parte de los actores de doblaje.

 

UN INGENIERO DE ARMAS TOMAR

 

Es bastante improbable que todo aquel que haya probado las andanzas espaciales de Isaac Clarke (otro ingeniero, por cierto) en la saga Dead Space no reconozca la influencia que ha ejercido este en Lost Planet 3. La cámara, sin ir más lejos, nos acerca ahora más al hombro de Peyton y nos ofrece un punto de vista más "terrenal" que la usada en las dos anteriores partes. No obstante a la hora de disparar sí que se distancian ambos juegos. Mientras que los movimientos de Clarke son rigidos y casi robóticos cuando apuntamos, Peyton se "retuerce" bajo las órdenes del punto de mira pudiento abrir en un ángulo más amplio sin tener que girar necesariamente el cuerpo. Igual que pudimos jugar en las anteriores entregas, vamos.

Más aún. Si tenemos que definir Lost Planet 3 dentro de un género (o varios) sería una aventura de acción en tercera persona. Lo de la acción en tercera persona es más que obvio y es en lo de aventura dónde salta la libre. Como decíamos unas lineas atrás el juego sigue un hilo argumental que iremos atravesando a base de misiones que nos  irán encargando, aderezado con objetivos opcionales. Con estas "sidequests", generalmente del tipo "escannea el adn de cada raza Akrid que encuentres" o "recoge la energía termal de los postes extractores con los que te cruces" nos reportará algún beneficio. Y así es. Cumplir estos trabajos conllevan recompensas, bien mejoras para nuestras armas, nuestro mecha perforador o incluso habilidades para el propio Peyton.

Pero no son las recompensas de las misiones el único modo de mejorar nuestro equipo. Acribillar a un Akrid equivale a derramar su energia termal, esta energia, al recogerla, equivale a dinero con el que comerciar. Sí, el otro modo de conseguir y mejorar armamento y demás es acudir al vendedor de turno de la base. Otra novedad que incorpora Lost Planet 3 y que le da mucha vida, francamente. Y si de gadgets hablamos no podemos olvidar al principal, nuestro mecha de perforación. A sus mandos nos moveremos fuera de la base como si de nuestro utilitario se tratase y con él exploraremos, repararemos y combatiremos a lo largo y ancho del mapeado del juego. Pero ojo, no penséis en él como en el clásico mech armado hasta los dientes, nuestro fiel armazón andante es una herramienta pensada para trabajar y perforar en ambientes no aptos para la vida humana, de manera que en vez de ametralladoras y lanzacohetes porta un brazo artificial y un taladro tamaño XXL.

Pero que nuestro mecha no esté armado no implica que esté indefenso. A golpe de taladro nos enfrentaremos en no pocas ocasiones a algunos de los Akrids más poderosos en singulares combates que puntualmente tienen momentos un tanto confusos pero que en general son bastante satisfactorios. ¿Queremos a nuestro Mazinguer más solvente en el campo de batalla?, pues que no falte el tunning. Una visita al mecánico y podremos mejorarle el blindaje e incorporarle nuevas "herramientas de trabajo" que no estaría bien desvelar aquí. Y como no podía faltar, parece casi una obligación ya, Lost PLanet 3 incluyen cuatro modos multijugador en seis mapas distintos con los que alargar su vida útil. Miembros del equipo Nevec se enfrentan a "otros", cuyo nombre no pienso desvelar, en juegos tipo "king of the hill" y similares. Destacar, eso sí, el modo "Supervivencia Akrid", en él dos equipos de 3 jugadores intentarán sobrevivir a hordas de Akrids antes de enfrentarse entre ellos. Nada que rompa moldes, pero que tampoco estorba.

 


EL ORIGEN DE UNA SAGA

 

Sin llegar a ser nada que pase a los anales de la historia del videojuego, Lost Planet 3 gustará sobre todo a quienes hayan disfrutado las entregas anteriores y quieran saber de sus orígenes. Su vuelta a la experiencia para un jugador y su orientación más aventurera le aporta un desarrollo mucho más variado que a sus antecesores. No cabe duda que un desarrollo más ambicioso sobre todo en lo técnico le habría sentado de maravilla, pero la realidad es la que es y el mayor problema del juego que hoy nos ocupa no es su mediocre apartado visual o sus excesivos tiempos de carga, por nombrar algunos de sus contras. El problema viene porque acaba siendo uno más en un mercado repleto de títulos de acción similares y que nos guste o no, lo superan en casi todo. En cualquier caso, la experiencia con Lost Planet 3 es divertida, amena y deja un buen sabor de boca a poco que entremos en ella. Merece la pena.

 

NOTA: 6.5/10