Análisis Blades Of Time

Título: Blades of Time                    Plataformas: Nintendo Switch

Género: Acción, Hack and Slash      Distribuidora: Gaijin Interactive

La Nintendo Switch se ha convertido desde su lanzamiento en una plataforma perfecta para disfrutar de juegos que, pese a no contar con un apartado gráfico soberbio (aunque hay excepciones como su icónico Zelda o adaptaciones como Doom o Wolfenstein, por citar alguno) ofrecen grandes dosis de jugabilidad y diversión. Unas claves que han llevado a muchas empresas a apostar por las remasterizaciones de algunos videojuegos que ya tienen años a sus espaldas pero que mantienen intacta su frescura y, debido al paso del tiempo, son perfectamente jugables en la pequeña portable de Nintendo. Es el caso del título que nos atañe en esta ocasión: Blades of Time. El juego salió originalmente en el año 2012 para PC, Xbox 360 y PS3, y vuelve de nuevo siete años después a estar de actualidad por el port que los desarrolladores Gaijin Interactive han realizado de la versión de PC. Un título que tiene claroscuros importantes y que tienen un perfil muy específico por su propia idiosincrasia. ¿Nos acompañas en esta aventura?

 

HISTORIA

 

Blades of Time nos pone en la piel de Ayumi, una joven aventurera ávida de conseguir tesoros y riqueza que, tras un ritual, acaba viajando a Dragonland un mundo inhóspito y cruel en el que nos encontraremos con Zero, nuestro compañero de viaje y de aventuras y que será de gran ayuda durante nuestro devenir al ayudar a avanzar en una tierra misteriosa en la que hay varios reinos enfrentados y nuestro cometido será, escapar de allí sanos y salvos con el mayor botín posible.

Una trama que obedece más a juegos de 2012 que de 2019 y que ya supone el primer bofetón puesto que si se la compara con otros juegos de su género como pueden ser Bayonetta o God of War (salvando las distancias tecnológicas existentes), dejan muy mal parado a este título. La historia no nos animará a avanzar ni será un gran revulsivo para motivarnos a la hora de eliminar a los centenares de enemigos que nos encontraremos por el camino.

 

GRÁFICOS

 

En lo que concierne a su apartado gráfico, Blades of Time adolece de un motor gráfico bastante anticuado ya que tuvo su punto álgido hace siete años y que ahora, viendo portentos en ese apartado como el mencionado Bayonetta y su segunda parte, ambos en Nintendo Switch, lo dejan en evidencia al ser muy limitado. A su favor diremos que el juego presenta multitud de enemigos y cada uno de ellos bastante diferenciados.

La recreación artística deja un trabajo detrás importante pero si el motor gráfico no acompaña nos encontramos con personajes muy planos y texturas de poca definición que se hacen más sangrantes en el momento en el que jugamos en modo portátil. En ese momento, la definición se reduce aún más y el framerate ya no es tan estable lo que es todo un despropósito porque en más de una ocasión he muerto en medio de una refriega por los bajones de frames que me han impedido esquivar un ataque. En mi caso concreto, que me gusta disfrutar de la Switch alejada de la televisión, es un punto muy negativo.

 

JUGABILIDAD 

 

Es quizás el único apartado en el que el juego despunta un poco. Si somos amantes de los machacabotones de antaño, con Ayumi nos vamos a hartar de realizar combos que iremos mejorando a medida que avanzamos en el juego y que deberemos desplegar con asiduidad para derrotar al gran número de enemigos que nos encontraremos en pantalla. Apuntar también que no nos dedicaremos solo a dar espadazos y puñetazos por doquier, si no que también podremos hacer uso de armas de fuego que nos permitirán atacar desde la distancia y nos facilitarán el combate.

En ese sentido, el juego no tiene una línea progresiva y ascendente de dificultad, y habrá momentos en los que será muy complicado avanzar en una zona llena de enemigos y en otros, en los que pese a tener mayor nivel, arrasamos sin problema con todo lo que se nos ponga delante. 

Y si ya hay veces que las cosas se complican y nos hacen repetir una zona concreta, la cámara no ayuda y en más de una ocasión nos hace perder la perspectiva, lo que unido a los bajones en el framerate, nos brinda una experiencia muy negativa y que genera impotencia al morir no por nuestra falta de habilidad si no porque el juego nos lo complica todo con sus problemas de base.

La aventura se puede superar en algo más de quince horas si somos grandes expertos en este género en el que los combos priman por encima de todo lo demás. Si vamos más tranquilos y tenemos que repetir algunos puntos por morir con demasiada facilidad, el tiempo de juego se puede alargar hasta las 20 horas sin problemas hasta que consigamos escapar de Dragonland con nuestro preciado botín.

Es quizás el único apartado en el que el juego despunta un poco. Si somos amantes de los machacabotones de antaño, con Ayumi nos vamos a hartar de realizar combos que iremos mejorando a medida que avanzamos en el juego y que deberemos desplegar con asiduidad para derrotar al gran número de enemigos que nos encontraremos en pantalla. Apuntar también que no nos dedicaremos solo a dar espadazos y puñetazos por doquier, si no que también podremos hacer uso de armas de fuego que nos permitirán atacar desde la distancia y nos facilitarán el combate.

En ese sentido, el juego no tiene una línea progresiva y ascendente de dificultad, y habrá momentos en los que será muy complicado avanzar en una zona llena de enemigos y en otros, en los que pese a tener mayor nivel, arrasamos sin problema con todo lo que se nos ponga delante. 

Y si ya hay veces que las cosas se complican y nos hacen repetir una zona concreta, la cámara no ayuda y en más de una ocasión nos hace perder la perspectiva, lo que unido a los bajones en el framerate, nos brinda una experiencia muy negativa y que genera impotencia al morir no por nuestra falta de habilidad si no porque el juego nos lo complica todo con sus problemas de base.

La aventura se puede superar en algo más de quince horas si somos grandes expertos en este género en el que los combos priman por encima de todo lo demás. Si vamos más tranquilos y tenemos que repetir algunos puntos por morir con demasiada facilidad, el tiempo de juego se puede alargar hasta las 20 horas sin problemas hasta que consigamos escapar de Dragonland con nuestro preciado botín.

 

SONIDO

 

El juego viene doblado y traducido lo que es muy de agradecer para intentar enterarnos de la historia y de todo lo que nos rodea. En cuanto a su banda sonora, no es especialmente épica y pasa sin pena ni gloria. No llega a molestarnos durante los combates por lo que tampoco nos ambienta y nos empuja a disfrutarla mientras repartimos espadazos a todo bicho viviente.

 

CONCLUSIÓN

 

La alocada aventura de Ayumi por emular a Nathan Drake y robar grandes tesoros se convierte en un loable intento por ofrecer a los usuarios de Switch un título hack and slash que tuvo cierto recorrido allá por 2012 cuando se publicó para la anterior generación. Es un juego adictivo en el que hay poco que pensar y muchos botones que pulsar. Si te gustan los retos sin cortapisas y con acción directa y sin tregua, Blades of Time puede ser una buena propuesta para disfrutar este verano. En cambio, si te gustan los juegos con un hilo argumental definido y con un apartado gráfico decente, no lo encontrarás aquí. Tampoco ayuda su elevado precio (19,99€) si se compara con otras propuestas similares por lo que lo recomendable es esperar a que reciba alguna rebaja en la Nintendo eShop para disfrutar un título que solamente brilla en los combos y su frenética acción. Por lo demás, es bastante pasable y no es un título representativo con el que presumir del catálogo de Switch.

LO MEJOR

  • Acción y mucha acción. Si te gusta machacar botones, este es tu juego. 
  • Traducido y doblado al castellano.
  • Es un juego relativamente largo, aunque en ello influye sus picos de dificultad, en algunos casos incomprensibles.
  • El uso de armas a distancia le confiere cierto tintes tácticos a la hora de abordar nuestros ataques.

LO PEOR

  • Tiene un acabado gráfico bastante mediocre. Es un juego de 2012 y se nota.
  • Los problemas de framerate cuando se juega en modo portátil. No son admisibles.
  • La cámara nos jugará malas pasadas en momentos puntuales.
  • Su trama es simple y no te enganchará.

NOTA: 5